19 noviembre 2019
Maite Araluce, presidenta de la AVT : "O se está con las
víctimas de ETA o se está con los verdugos"
La presidenta de la
AVT pide ante el lehendakari Iñigo Urkullu que se acabe con
los 'ongi etorris' a etarras
«O se está con las víctimas o se está con los verdugos». «Y
estar con las víctimas es hacer todo lo posible para evitar que los terroristas
de ETA sean homenajeados en las calles del País Vasco, un día sí y otro
también». Maite Araluce, presidenta de la Asociación de Víctimas del Terrorismo, se dirigió
así al lehendakari Iñigo Urkullu, exigiendo de las instituciones que eviten que
los asesinos sean «homenajeados, ensalzados o alabados». «ETA habrá dejado de
matar, pero el escarnio en la calle continúa».
En su intervención ante Urkullu y otras autoridades
presentes, Araluce consideró que «es imprescindible que las generaciones
venideras conozcan la historia, quiénes son los malos y quiénes somos los
buenos, quiénes mataron y quiénes pusimos los muertos». Recordó que «no se
puede pasar página sin haber leído el libro antes», y consideró que la memoria
de las víctimas «es la única que se debe recordar».
Las manifestaciones de Araluce emplazaban directamente al
Gobierno vasco y al lehendakari, aunque sí reconoció «gestos y avances en
materia de víctimas y el paso que supuso la autocrítica de Urkullu pidiendo
perdón a las víctimas y su empeño porque el entorno de ETA reconozca que «lo
hicieron no tuvo justificación. «Pero esto no es suficiente», aseveró. «De lo
que hagamos ahora y de cómo lo hagamos depende que la muerte de nuestros seres
queridos no haya sido en vano».
El lehendakari reconoció en su intervención que «no siempre
hemos estado de acuerdo» -con la
AVT- «pero siempre hemos sabido poner en común lo que nos ha
unido», dijo y destacó que tanto esta asociación como otras agrupaciones de
víctimas han puesto «en la agenda social, política e institucional» su
realidad, «que hasta bien entrados los años 90 no estuvo suficientemente
atendida, considerada ni reconocida», dijo.
En este sentido, reconoció que la exposición «acerca a
personas con nombres y apellidos, con historia de vida concretas». «Personas
que, a pesar de la injusticia y el sufrimiento que han padecido, han acertado a
mostrar el significado de palabras como dignidad o resiliencia».
La inauguración de la exposición se enmarca en el Día de la Memoria que se conmemoró
ayer, por coincidir el día 10 con la jornada electoral. Con motivo de este día
el Centro Memorial de las Víctimas del Terrorismo en Vitoria dio voz a heridos
en atentados terroristas y a familiares.
Enrique Barañano, ertzaina herido en el atentado de
ETA contra la comisaría de Ondarroa (Bizkaia) en 2008, fue uno de estos
testimonios: «He aprendido que ante el terrorismo, ninguna ikurriña, uniforme,
txapela o idioma sirve de protección», afirmó. Barañano relató emocionado que tras
el atentado tuvo un «bajón emocional» se salvó «de milagro», informa Efe.
También se emocionó al relatar su historia Maribel Lolo,
que tenía 4 años cuando su padre, Jesús Loto, policía municipal de la localidad
vizcaína de Portugalete fue disparado por un etarra al que dio el alto en 1978.
Aunque sobrevivió, quedó parapléjico, fue sometido a 18 operaciones y sufrió
grandes dolores hasta su fallecimiento en 2003. «Esa bala no atravesó solo a mi
padre, sino a mi ama y a mí» porque la familia quedó «rota», dijo.
También participaron en el acto el capitán de Infantería
del Ejército Juan José Aliste perdió las dos piernas en 1995 cuando ETA colocó
una bomba en su coche y Rachid El Jaddani, que sobrevivió a los atentados
yihadistas del 11-M en Madrid.
Opinión:
Me gusta la frase “vivir sin miedo, vivir con
memoria”. La primera siempre la he cumplido y la segunda la cumplo todavía mas.
Muchas víctimas tenemos memoria y es curioso que algunos vengan a dar lecciones
de memoria cuando han estado décadas sin aparecer.
Por suerte, algunas víctimas tenemos memoria y lo
más importante, documentación suficiente para que quien quiera explicaciones
nos las pida.
Y ya puestos, me permito repetir el comentario a una
noticia anterior porque también podría aplicar en la presente….
El 19 de mayo de 1999 se reunieron
en la ciudad suiza de Zurich tres miembros de ETA, tres representantes del
gobierno español, entonces presidido por José María Aznar, y un mediador, el
que era entonces obispo de Bilbao, Juan María Uriarte. Se vivía entonces una
tregua que ETA había declarado el 2 de octubre anterior.
Javier
Zarzalejos, según aquellas actas, dejó claras las cosas desde el principio:
allí estaban para negociar: "otras vías son inadecuadas -dijo- un
contacto es más eficaz, aunque sea más duro para las dos partes, pero es más
adecuado...(...)... el gobierno actúa de buena fé).
No pedimos que dejen de ser una
organización armada
Aún un
paso más allá, Javier Zarzalejos dijo a los etarras: "No venimos a
convencerles de que dejen de ser una organización armada. Eso es una decisión
suya en función de sus análisis. Eso será un desarrollo unilateral de ETA,
por razones estratégicas, de evolución, de eficacia... No venimos a ver si
ustedes van a mantener la tregua. Es ETA la que decide".
Y el consejero de Aznar, Arriola,
remató: "la
Constitución española
no es inamovible, tampoco, creo, los estatutos, existen vías de
cambio...". Es decir, la puerta estaba abierta para negociar. O como
siguió Zarzalejos: "hemos hecho un esfuerzo para asumir la lñogica del
otro, y dentro de esa lógica no pensamos que ETA se va a rendir. Sabemos que
ETA tiene todavía capacidad mortífera (...). Hemos hecho un esfuerzo de
acercamiento. No venimos a la derrota de ETA".
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