01
septiembre 2017
Aida
Sánchez, Community
Manager de UNICEF Comité Español
Barcelona:
cuando el terror se lleva por delante la vida de niños, el dolor es
más
insoportable
Cuando
un atentado
queda
lejos nos hiela, nos entristece y nos enfada. Cuando es tan cerca nos
conmociona.
En
Barcelona
tenemos
compañeros,
familiares,
socios,
voluntarios.
Y cuando el drama se
lleva por delante la vida de niños,
el dolor se convierte en insoportable.
El
goteo de informaciones terribles, el doloroso recuento
de víctimas,
las voces quebradas, los testimonios aturdidos... Son días
muy tristes.
Desde el pasado jueves todos intentamos saber qué ha pasado en
Barcelona.
Son días de mucho silencio en nuestra oficina. Todos atentos a los
medios, conectados a Internet y las redes sociales.
Sobrecogidos.
No
es posible acostumbrarse a este tipo de noticias. Aunque los
compañeros
en terreno
nos
comparten casi a diario historias
llenas de dolor e injusticia
desde
casi todos los rincones del mundo, cada vez que pasa algo así se nos
rompe
el corazón.
Solo en agosto Afganistán,
Camerún, Egipto, Filipinas, India, Irak,
Kenia,
Nigeria,
Pakistán,
Siria,
Somalia, Yemen,
Burkina Faso, Tailandia, Mali, Arabia Saudí, Myanmar y Libia han
sido golpeados
por el terror.
Barcelona
también
lo fue el jueves.
Cuando
un atentado
queda
lejos nos hiela, nos entristece, nos revuelve y nos enfada. Cuando es
tan cerca nos conmociona
de
forma especial. En Barcelona tenemos tantos compañeros,
familiares,
amigos,
socios,
voluntarios...
Tantos paseos por Las
Ramblas,
tantos recuerdos, tantas flores. Duele.
Y cuando se confirma que el terror
se
ha llevado por delante la vida de niños,
el dolor se convierte en
insoportable.
Nuestro
mandato es, precisamente, proteger
a la infancia.
Por eso, cuando vemos que arrancan
la vida de una forma tan brutal a niños,
los más vulnerables, los más inocentes, nos sentimos impotentes y
pueden entrarnos ganas de tirar la toalla. Pero NO, no podemos
permitir que la tristeza
y
el
miedo
que
nos infunde un cruel
ataque
como
el del jueves, nos debiliten ni nos lleven a abandonar.
Barcelona:
nunca olvidaremos a los niños asesinados
Nunca
olvidaremos a los niños
asesinados y heridos el jueves.
Y nunca
abandonaremos a los millones de niños que nos necesitan y
que mueren cada día por los conflictos armados o el terrorismo.
El
viernes a las 12 nos sumamos al minuto de silencio en homenaje a las
víctimas y para acompañar a tantas personas que gritaron en Plaça
Catalunya que no
tenemos miedo,
que todos
somos Barcelona
y
que todos queremos que nuestros
hijos vean un mundo mejor.
No
fue difícil sumarnos porque a todos
nos
faltaban las palabras.
Y, por eso, volvimos al trabajo en silencio, con Barcelona
en el corazón y
con el firme propósito de dejarnos la piel para lograr
un mundo mejor para todos los niños.
Nuestras armas contra el odio solo pueden ser la
ternura,
la conciencia
y
la solidaridad.
Barcelona:
hay mucho más amor que odio y barbarie
Hay
mucho más amor y bondad en el mundo que odio y barbarie. Mucho más.
Solo hay que ver los impresionantes gestos de generosidad que se han
sucedido estos días. Por eso, seguiremos paseando por Las Ramblas,
seguiremos regalando flores, recordando la capacidad solidaria del
ser humano y, sobre todo, seguiremos trabajando sin descanso para que
ni
un solo niño más sufra las consecuencias de
conflictos
que no han creado. Por este y por cada atentado
que
se produce cada día en todo el mundo no pensamos tirar la toalla.
Creemos que ese es el mejor homenaje
que
podemos brindarle a todos los que perdieron
su vida en Barcelona y Cambrils de
manera tan cruel.
Mandamos
toda nuestra fuerza
y cariño a las víctimas y
un abrazo fuerte a todos los compañeros, socios, voluntarios y
personas que nos apoyan en Barcelona. Estamos
con vosotros.
Sin odio. Sin
miedo.
Opinión:
Empiezo
por agradecer que una entidad tan importante como Unicef haya estado
dispuesta a opinar sobre lo ocurrido el 17 de agosto y plantee
propuestas para un mundo mejor...
“Todos
queremos vivir en un mundo mejor pero con buenas palabras no vamos a
ningún sitio”. Esta era una de las rreflexiones de una persona
afectada por lo ocurrido el jueves 17 de agosto con la que he tenido
una charla y que me ha hecho llegar este artículo de la
representante de Unicef. Y puedo decir que coincido absolutamente con
la reflexión de esta persona afectada.
Es
más, un a vez leído el artículo y desde el mayor cariño y
respeto por Unicef me pregunto dónde estaba cuando la banda
terrorista ETA asesinó cinco niños en Hipercor, cuatro niños en
Vic o a tantos otros en diferentes puntos del país, como Zaragoza.
Me gustaría saber donde estaba Unicef cuando bandas terroristas como
ETA o GRAPO también dejaban niños huérfanos o niños heridos o
niños hijos de heridos graves.
Es
muy importante hacer público el dolor y la solidaridad con los niños
de Afganistán, Camerún, Egipto, Filipinas,
India, Irak,
Kenia, Nigeria, Pakistán, Siria,
Somalia, Yemen, Burkina Faso, Tailandia, Mali,
Arabia Saudí, Myanmar y Libia... y ahora los de Barcelona... pero
sinceramente, eché en falta el mismo interés hace unos años.
Quizás es que los asesinos m´s próximos causaban mas miedo y mas
problemas...
Pero
podemos arreglarlo. Un día podremos hablar de cómo Unicef podría
ayudar a resolver ese olvido. Tengo varias propuestas.
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