08 noviembre 2012
La división política frustra el homenaje del Parlamento a las víctimas del terrorismo
Quiroga desconvoca el acto del sábado ante las críticas que había levantado su actuación
Otro Día de la memoria bajo el signo de la división
Por tercer año consecutivo —los mismos que lleva celebrándose— la desunión marcará el sábado la celebración del Día de la memoria. Ni siquiera tras el final de ETA instituciones y partidos vascos han sido capaces de homenajear unidos a las víctimas del terrorismo en la única fecha del calendario —10 de noviembre— sin ningún crimen de la banda.
La presidenta del Parlamento autónomo, Arantza Quiroga, del PP, ha anunciado hoy por medio de un escueto mensaje difundido por los servicios de prensa de la Cámara que desconvoca el acto que había anunciado el martes: una ofrenda floral ante el monumento que recuerda a las víctimas en la sede del Legislativo en Vitoria. ¿Motivo? Las críticas que su forma de actuar había levantado entre socialistas, Aralar y EA, quienes le reprocharon que decidiese el formato del homenaje sin consensuarlo en la Diputación Permanente. El portavoz socialista, José Antonio Pastor, por ejemplo, reprochó a la presidenta haber actuado de forma "poco digna".
Quiroga ha insistido al hacer pública su decisión en que tiene "muy claro" que la jornada debe centrarse en rendir homenaje a las víctimas del terrorismo. "En la medida que algunos partidos políticos no comparten" la decisión del homenaje, añade, ha trasladado a quienes había invitado —los miembros de la Diputación Permanente y las asociaciones de víctimas del terrorismo— que no habrá ofrenda floral. El sábado, delante de la escultura —Brújula de medianoche, obra de Cristina Iglesias- se encenderá un pebetero junto a una corona de rosas.
La intención del Gobierno vasco, que este año repetirá, y de los nacionalistas de rendir tributo también a los afectados por excesos policiales fue uno de los motivos de la división en 2012, que quedó patente también en el acto en la sede del Lgislativo, con sendas y sucesivas ofrendas florales ante el mismo monumento: la oficial, impulsada por Quiroga, y otra de los grupos nacionalistas, que reaccionaron al ver que el homenaje excluía a las víctimas policiales.
El lehendakari en funciones, Patxi López, leerá una declaración en un acto exclusivo de su Gobierno, mientras que otras instituciones, como el Ayuntamiento de Bilbao, que ha invitado a todos los ciudadanos a sumarse al reconocimiento —12.30, junto a la pérgola del parque de Doña Casilda— o la Diputación alavesa, junto al consistorio vitoriano y las Juntas de ese territorio, han convocado de su lado diversos homenajes por separado.
Opinión:
Nuevamente se utiliza al colectivo de las víctimas del terrorismo de manera torticera. Ahora resulta que no se celebra un acto por la división política existente. A mi, que he estado al pie del monumento en cuestión desde el día de su inauguración y en numerosas ocasiones posteriores, sólo se me ocurre una pregunta: ¿Tan difícil es que se aplique la legislación para un acto como este? La respuesta es obvia: de todos aquellos que quieran estar presentes, ya sea por empatía o por “la foto”, debería revisarse con anterioridad su condición de víctima, en este caso del terrorismo. Existe una legislación al respecto que fue aprobada por unanimidad y este detalle no debe ser olvidado. Si hay una prueba que así lo demuestra, nada que objetar.
Y sino, hay dos soluciones: una, que se hagan actos en base a otro concepto y dos, que se cambie la legislación que reconoce quien es víctima del terrorismo. Sólo con revisar la legislación que data de diciembre de 1999 habría suficiente.
El problema sería que, si se revisaran los listados que aparecen en sentencias o en resoluciones administrativas saldrían a la luz numerosos casos en los que acudirían a estos actos personajes protagonistas que no tienen reconocimiento alguno.
Venga, ¿quién se atreve a ponerle el cascabel al gato?
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