viernes, 23 de noviembre de 2012

23 noviembre 2012 (3) Deia

23 noviembre 2012
 

 
pide disculpas a la hija de Lluch
 

Barrena: "Nos ha faltado el reconocimiento del dolor ajeno y lo sentimos"

Pernando Barrena pide disculpas a la hija de Lluch, 12 años después del asesinato 
 
El portavoz de la izquierda abertzale Pernando Barrena afirmó ayer en Barcelona que la izquierda abertzale sentía mucho el daño que había podido causar su silencio y la proyección de una imagen fría respecto a unas víctimas del conflicto vasco, y lo hizo, precisamente en presencia de una variada representación de estas. "A veces, es mejor no actuar que hacerlo mal" ha asegurado al principio de su intervención en la que se ha defendido la necesidad de dialogar y de que el pueblo vasco conozca la verdad conformada por la "suma de todas las verdades". "Sabemos que en la dureza del conflicto nos ha faltado el reconocimiento del dolor ajeno y lo sentimos, nunca fue nuestra intención" afirmó.

En la Aula Magna de la Facultad de Historia de la Universidad de Barcelona se encontraban ayer, entre otros, Gorka Landaburu y Roberto Manrique, víctimas de ETA, pero también Verónica Portell y Karmen Galdeano, cuyos padres fueron asesinados por ETA y el GAL respectivamente.

También se encontraba en el auditorio Rosa Lluch, hija del político y economista Ernest Lluch que murió, precisamente ayer cumplía doce años, en manos de la banda armada. Ella fue la encargada de concluir un acto sin precedentes en el que se dio voz a las víctimas de todas las partes. Lluch agradeció sentidamente las palabras de Pernando Barrena, así como las que pronunció Arnaldo Otegi desde prisión reconociendo el dolor causado. Reconoció que eran palabras necesarias para avanzar y aceptó las disculpas presentadas por Barrena. Lluch aprovechó la ocasión para cuestionar el encarcelamiento de Otegi en un momento histórico como el actual. En referencia al proceso de paz que está en marcha y a los roles de cada parte implicada, aseguró que "a las victimas no se nos puede jerarquizar" y añadió que "el papel que deben tener el proceso las personas afectadas directamente no puede ser determinante, no se nos puede obviar, pero nosotros estamos demasiado afectados para ver con claridad" sentenció.

La jornada de ayer, impulsada por la Fundación Ernest Lluch, el Centro de Estudis Histórics Internacionals y la Universidad de Barcelona, versaba sobre el papel de las víctimas en el proceso de paz. Intervinieron en él tanto víctimas de la banda armada como del GAL, entre ellas el expresidente de la AVT catalana Robert Manrique, y también el obispo emérito de Donostia Juan María Uriarte, el periodista Antoni Batista y el director del centro de Esudis Histórics Antoni Segura.

Manrique, que acudió en junio a Nanclares para verse con un preso de ETA, reconoció el gesto de Barrena, pero reclamó un paso más. "Estoy de acuerdo con el hecho de que el de Ernest Lluch no se tenía que haber producido, pero los demás tampoco. Quizás falta esa coletilla", apostilló.


El Bisbe Uriarte i Antoni Batista


Robert Manrique i Antoni Segura

Gorka Landaburu i Antoni Batista

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