Es un placer aportar información sobre gente que realmente valen la pena. Gente como Mireia Gutiérrez o Eva Jiménez. La entrevista que sigue nos explica quién es Rubén Sánchez. Y Rubén además de un excelente amigo es un excelente psicólogo que colaboró mucho conmigo al iniciar la nueva andadura en 2003. Y su padre también.
De calzonazos, nada. Psicólogo, agente de igualdad y activista, ha hecho suya la lucha de las mujeres contra la violencia.
Rubén Sánchez: «El feminismo me ha hecho mejor hombre y persona»
¿A qué viene tanto rollo con el feminismo si mujeres y hombres ya trabajan y son iguales? Setenta mujeres muertas en el 2012 obligan a seguir dando el rollo.
- Cuando empecé a atender a mujeres víctimas de la violencia se me desmontó todo lo que yo pensaba.
- ¿En qué sentido?
- Como mucha gente, creía que era un tema de alcohólicos que llegaban a casa y le daban una paliza a su mujer. Pero empecé a ver víctimas de todo tipo: mosses d’esquadra, abogadas, cocineras, amas de casa, jóvenes, abuelas, blancas, negras…
- ¿Qué pensó al oír aquellos primeros testimonios?
- Tuve la necesidad de buscar una explicación, quería conocer el origen de tanto dolor y tantos siglos de violencia física, psicológica y sexual en el mundo y entender de dónde sacan las mujeres la fortaleza para seguir adelante. Contacté con grupos de mujeres, hice un posgrado en igualdad y me inicié en el feminismo.
- ¿Recuerda su primera lectura?
- El abuso verbal, de Patricia Evans. Aunque no es exactamente feminista, identifica los indicadores de la violencia psicológica. Pensamos en gritos e insultos, pero se puede disfrazar de formas mucho más perversas y es el inicio de todo lo demás.
- ¿Qué le aporta el feminismo?
- Me ha hecho mejor hombre, mejor persona.
- Pero ¿cómo?
- Me ha abierto los ojos, me ha hecho plantearme desde cómo entiendo el amor en pareja hasta la fuerza de la intuición; me ha revelado la historia oculta de las mujeres luchadoras y me ha contagiado su pasión; me ha hecho más responsable y consciente de mis ideas, de mis sentimientos y de mis conductas y me ha ayudado a decir: “me siento triste, necesito un abrazo”. Esto es complicado porque se ve como poco masculino.
- En cambio nos parece normal oír: “Estoy hasta los cojones”
- La masculinidad tradicional es la varonil, el hombre tiene que imponer su opinión, tener razón y, si hace falta, subir el tono de voz. La agresividad es una energía que tenemos hombres y mujeres y no hay que reprimirla, sino canalizarla.
- ¿Usted cómo la canaliza?
- Soy testigo de tantas situaciones que me generan rabia e impotencia –como la absolución de maltratadores y abusadores sexuales que yo sé que son culpables- que a veces se me pasan cosas feas por la cabeza, pero no quiero ser como ellos. Cuando abrí el blog El Dit a la Nafra (elditalanafra.blogspot.com.es) lo hice con la intención de reunir información y documentación para las mujeres, pero también como herramienta de autocura para mí.
- Hay quien dice que el feminismo es como el machismo pero al revés.
- Pues no ha entendido nada. El feminismo es la igualdad de oportunidades, es el respeto a la diferencia y es justicia social.
- ¿Hay mujeres machistas?
- El machismo ataca a hombres y mujeres. En la teoría del amor romántico, el hombre canalla es el que pone más y el buenazo es un pagafantas. Al hombre igualitario se le considera un pagafantas.
- Usted sería un pagafantas.
- Yo sería un pagafantas y, en argot más clásico, un calzonazos. Los hombres que luchan contra el machismo reciben mucha presión social por desafiarlo, pero es muy importante que los hombres reconozcan y condenen esta violencia.
- ¿No lo hacen?
- De forma explícita y contundente, no. En las manifestaciones del 25 de noviembre [Día contra la Violencia de Género] o del 8 de marzo [Día de la mujer] hay un 95 % de mujeres. Hace un año fui a una concentración de hombres contra la violencia en la plaza de Sant Jaume. ¿Sabe cuántos éramos? 15.
- Las campañas de sensibilización se dirigen solo a las mujeres.
- Sólo me gustaba la que decía Cuando maltratas a una mujer, dejas de ser hombre. Esa la ponía yo en la pantalla del Camp Nou. Hay que ir donde estén los hombres. ¿Qué hay hombres maltratados? Claro que los hay, pero de momento hay 70 mujeres asesinadas. Reconozcámoslo y podremos avanzar para reconocer otros tipos de violencia.
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