19 agosto 2015
De Juana
falseó sus notas universitarias para acortar su estancia en prisión
El etarra llegó a matricularse en
tres carreras y no cosechó un solo suspenso.
Odio y rencor
Mientras falsificaba expedientes se
burlaba de las víctimas y amenazaba a funcionarios de prisiones.
El pistolero del “comando Madrid” de ETA durante los
“años de plomo” Ignacio De Juana Chaos permaneció en prisión tan solo 19 años
de los 3.129 a
los que fue condenado por su participación en 25 asesinatos y otros muchos crímenes.
Ello fue posible, entre otros motivos, porque se sirvió de un Código Penal, el
de 1973, benevolente a la hora de aplicar a los presos especialmente
sanguinarios redenciones de condena por actividades tan beneficiosas para su
reinserción social como el aerobic o el cuidado de gatos.
De Juana Chaos, como varios cientos de etarras más, optaron por
falsificar expedientes académicos, con no pocas complicidades dentro
de la Universidad
del País Vasco, para acelerar así su puesta en libertad. Este etarra, que
dentro de unos días cumplirá 60 años, fue detenido el 16 de enero de 1987 en el
marco de una brillante operación de la Policía que desmanteló el “comando Madrid”. En
dos años ya se puso manos a la obra. Según los expedientes de la Universidad del País
Vasco, De Juana se matriculó en la
Facultad de Ciencias Sociales y de la Comunicación en los
cursos 89/90; 90/91; 91/92; 92/93; 93/94; 94/95; 95/96 y 96/97. Consta que el
90/91 lo pasó en blanco. En la
Facultad de Derecho se matriculó para el curso 97/98 y en la
de Filosofía y Ciencias de la
Educación , para el correspondiente a 2002/2003.
Expedientes falsos
En sus expedientes se detectan numerosas
irregularidades, cuando no auténticas falsedades. Así, por ejemplo, en el curso
1989/90 aparece matriculado en todas las asignaturas de primero en el grupo 03.
Se trata de un grupo en castellano y con horario de mañana, absolutamente
incompatible para un supuesto estudiante como De Juana, que llevaba en la
cárcel desde enero de 1987. Solo aprobó la asignatura Historia Contemporánea
Universal con un 7,7 ya que renunció a presentarse a todas las demás. Se da la
circunstancia de que el primer año es obligatorio aprobar, al menos, una
asignatura y de no ser así, el alumno debería abandonar los estudios y
trasladarse a otro centro. Esto es, el etarra logró el requisito mínimo para
mantener la trampa.
En los siguientes cursos también aparece matriculado
en una modalidad que hacía imprescindible su presencia en las aulas, mientras
él permanecía en prisión. Todos se caracterizan porque se presenta a muy pocas
asignaturas, y deja pasar las convocatorias del resto. Lo suficiente para
trampear y pasar de un curso a otro. Los casos abiertos por falsificación de
documentos, tanto en lo concerniente a De Juana como a otros etarras, fueron
finalmente archivados. Y no por falta de indicios o pruebas, sino porque cuando
comenzaron a denunciarse ya habían prescrito. Para que estas trampas tuvieran
éxito fue necesaria la colaboración de profesores y personal administrativo
cómplices.
Y mientras falsificaba expedientes universitarios, De Juana Chaos, lejos
de mostrar una conducta que atisbara sus deseos de reinsertarse en la sociedad,
adoptó una militancia activa. Nunca mostró arrepentimiento. Antes al contrario,
se mantuvo entre los partidarios de que ETA siguiera con sus atentados. Y
además, humilló a las víctimas. El 9 de marzo de 1993, tras el asesinato del concejal Alberto
Jiménez-Becerril y su esposa Ascensión García, reflejó en una carta todo su
odio: “Sus lloros son nuestras sonrisas y terminaremos a carcajada limpia".
Antes, en julio de 1992, remitió una carta al juez de vigilancia penitenciaria
de Cádiz advirtiéndole de que figuraba en las listas de ETA como “ejecutable”.
En su siniestro currículum consta además que el 6 de mayo de 1998, tras el
asesinato del concejal de UPN, Tomás Caballero, le solicitó al director de la
cárcel champán y langostinos para celebrarlo.
De Juana cumplía sus más de 3.000 años de condena en
2006. Pero una bravuconada más le retuvo entre rejas. Desde prisión escribió
dos artículos para su publicación en “Gara”, en los que, según sentenció la Audiencia Nacional ,
lanzaba amenazas contra directores y funcionarios de prisiones. En agosto de
2008 quedó en libertad aunque volvió a ser requerido por la Justicia a raíz de que en
un homenaje, al que no acudió, se leyera una carta atribuida al etarra en la
que se enaltecía el terrorismo.
Opinión:
Todo lo que se diga para
demostrar la estupidez y la falta de sentimientos de este individuo será poco y
será corto. Todas las argucias legales, ilegales o alegales de las que haya
podido aprovecharse de este Estado al que denigra y ataca serán una minucia al
lado de la cantidad de asesinatos y de dolor sembrados en este país.
Pero no hay que olvidar que
mientras se dedicaba a falsificar expedientes también se le premiaba con una
rebaja de condena por escribir (o mejor, juntar letras) un libro desde la
prisión.
Así pues, a este asesino se le
han hecho favores legales, ilegales o alegales desde diferentes estamentos de
este país.
Y ya es anecdótico que fuera el
diario Gara el que publicara aquellos escritos por los que se le aplicó una
nueva condena....
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