«Convivir no es que
cantemos juntos 'Viva la gente', sino que respetemos las mismas reglas»
Florencio Domínguez,
director del Memorial de Víctimas del Terrorismo, sostiene que la izquierda
abertzale «no quiere hacer una autocrítica real de ETA porque supondría
cuestionar toda su trayectoria»
Con el consenso de todos los grupos políticos, fue nombrado
director del Memorial de Víctimas del Terrorismo de Vitoria. Un centro que,
finalmente, verá la luz en primavera de 2017. Florencio Domínguez trabajará al
frente de una institución creada para «homenajear a las víctimas y recoger su
memoria». Periodista y experto en terrorismo, dice con ironía que la
convivencia «no es que todos nos amemos y cantemos juntos de la mano, es que
todos respetemos las mismas reglas».
¿Con qué objetivo
nace el Memorial?
Con el de guardar el recuerdo de
los asesinados. La creación de este centro está contemplada en la Ley de Reconocimiento y
Protección Integral a las Víctimas del Terrorismo aprobada en 2011, con el
absoluto consenso del Congreso y del Senado, y su objetivo es difundir los
valores democráticos y éticos que encarnan las víctimas del terrorismo. Además
quiere contribuir a la creación de la memoria colectiva de las víctimas y
concienciar a la ciudadanía sobre la defensa de los derechos humanos.
¿Cree que una parte
de esa ciudadanía tiene ganas de pasar página?
Sí. Pero puede ser comprensible
porque se viene de una situación durísima. La tensión que ha supuesto vivir
tantos años de terrorismo y que, ahora, una vez desaparecido se quiere por fin
empezar de nuevo. Sería como un respiro después de tantas décadas de
sufrimiento, de estrés y de miedo.
¿No es peligroso
cerrar una etapa con tantas heridas aún abiertas?
Es peligroso si no se hace una
reflexión sobre la violencia injustificada que han sufrido las víctimas, y
también si no se instala en la sociedad vasca, de manera clara y contundente,
una deslegitimación del terrorismo como instrumento político.
Sin recovecos
para disculpar el terrorismo
La construcción del
relato sobre la violencia ha producido muchos desencuentros. ¿A su juicio, qué
relato sería el correcto?
Lo que debe dominar en la sociedad
son unos valores en los que no haya espacio para justificar el terrorismo que
hemos padecido, que no se encuentren recovecos para disculparlo. En este
sentido, el mundo de la izquierda abertzale está haciendo un esfuerzo contrario
en doble dirección. Por un lado, justificar el terrorismo y, por otro, diluir
las responsabilidades políticas de ETA. Es decir, dar a entender que todos
hemos sido culpables con el fin de que no haya una responsabilidad de la
organización que durante casi 50 años ha estado matando. Hay que buscar un
reconocimiento sobre lo ocurrido y deslegitimar el terrorismo para que no
queden secuelas que puedan animar a alguien a retomarlo en el futuro. Si
dejamos esa justificación abierta, puede venir alguien a continuarla. Por eso
hay que conseguir que socialmente se asuma que estuvo mal.
¿Dice que a la
izquierda abertzale le falta aún camino por recorrer?
Sí. Mucho. No quiere hacer una
autocrítica real de ETA porque supondría cuestionar toda su trayectoria. Es una
tarea pendiente de la izquierda abertzale. No se puede empezar una etapa sin
reconocer que ETA no tuvo razón de ser.
¿Algún día lo
reconocerán?
A corto plazo creo que no. Ahora
están en esa tesis de que todos tenemos parte de culpa y que todos reconocemos
el dolor. Sí, claro, pero el dolor que provocaban con los atentados lo
reconocían en cada comunicado con el que reivindicaban sus actos. Reconocer ese
dolor no es suficiente.
Cuatro años después
del cese del terrorismo, usted ha declarado que «ETA no desaparece porque cree
que tiene un papel en Euskadi».
ETA hizo un debate interno hace dos
años y una de sus decisiones fue que no se disolvían, que ellos seguían, aunque
no quedaba muy claro para qué. Pero se deducía que tenía una especie de
vocación de ser un actor político, de influir. No sé si esto quedó muy claro,
pero sí quedó claro que no harían más atentados.
¿Confía en que tras
las elecciones generales se dé un impulso al proceso de final del terrorismo?
El final de ETA y su desarme son
cuestiones que dependen fundamentalmente de la propia ETA. Espera a tomar esas
decisiones condicionadas a determinadas exigencias –supeditar el desarme a unas
contrapartidas sobre los presos, por ejemplo–. Y cuanto más tiempo pase, peor
para ellos.
¿Y por qué tardan en
escenificar ese desarme?
El desarme es ahora mismo el
instrumento de presión de ETA a los gobiernos de España y Francia. Pero, en
realidad, no es una cuestión efectiva, sino simbólica. Su esquema era negociar
ese desarme a cambio de los presos, de la retirada policial... y como ni
Francia ni España han accedido, se han quedado bloqueados.
La eficacia
del Estado
Pese a que usted
afirma que el final del terrorismo depende de ETA, algunos acusan al Gobierno
de Rajoy de «entorpecer el proceso».
Estas críticas están marcadas por
la óptica de quien las hace. Por quien considera que debía haber algún tipo de
negociación con ETA. Lo que ha sido positivo y nos ha traído a la situación en
la que estamos ha sido la eficacia del Estado: de la Justicia , de las Fuerzas
de Seguridad y de las autoridades francesas.
¿A qué atribuye que
algunas víctimas, como el presidente de la AVT , declaren que se sienten mejor tratados por
el Gobierno Vasco que por el de Madrid?
Eso habría que preguntárselo a cada
una de ellas. Depende de las experiencias personales. Y depende también de las
relaciones que mantengan con una administración u otra.
Volviendo al tema del
Memorial, ¿será difícil atender a los requerimientos de todas las víctimas?
Se verá cuando el Memorial esté en
marcha. En el mundo de las víctimas hay una gran pluralidad de opiniones y de
puntos de vista. Algunas serán críticas con el Memorial por los motivos que
sean. Pero hay que respetar todas las actitudes que tienen las víctimas. Así
como algunas han querido reunirse con presos de ETA para pedirles explicaciones
a la cara, otras no quieren saber nada. Y ambas posturas son respetables.
¿Qué le parece la
presencia de expresos en homenajes a víctimas?
En la medida en que esto signifique
un reconocimiento crítico de su propia trayectoria es positivo.
A los actos de
homenaje a Arnaldo Otegi acuden en ocasiones más personas que a los de las
víctimas...
A homenajear a las víctimas
habitualmente van una representación institucional, familiares y unas pocas
personas de la sociedad. Sin embargo, la izquierda abertzale sigue teniendo
mucha más capacidad de movilización social que el resto de los partidos políticos.
¿Considera que hay
riesgo de que los expresos de ATA pongan en peligro todo lo avanzado hasta hoy
en materia de paz?
Creo que no. Es un grupo
minoritario. En una mayoría tanto de presos de ETA como de la izquierda
abertzale se ha impuesto una estrategia más pragmática y gradualista. Los de
ATA siguen manteniendo una postura de maximalismos. Sin embargo, la mayoría de
presos ha asumido que si quiere un cambio en su situación penitenciaria deberá
ser de uno en uno y pasando por las exigencias legislativas.
Aintzane Ezenarro,
directora de 'Gogora', ha afirmado que el Memorial debería atender a víctimas
de todas las violencias. ¿Qué opina?
Ese es precisamente el objetivo del
del Instituto de la Memoria
del Gobierno Vasco 'Gogora'. Sin embargo, el Memorial está dedicado al
terrorismo, a los diferentes grupos terroristas, sin distinción; ETA, GAL,
Batallón Vasco Español, Grapo y Terra Lliure. Así lo decidió el Parlamento.
¿La convivencia en
Euskadi va por buen camino?
La convivencia se normaliza a pasos
agigantados desde el momento que desaparece el terrorismo. Consiste en que no
haya personas amenazadas por defender unas ideas. En el momento en que la
violencia desaparece estamos en una situación de normalidad. Porque la
normalización no es que todos nos amemos y vayamos de la mano cantando 'Viva la
gente', es que todos respetemos las mismas reglas.
Opinión:
Casi siempre he coincidido con las opiniones de Florencio Domínguez
aunque también he opinado en contra en algún tema, como el de la confección del
libro “Vidas rotas” del que incluso hubieron víctimas que exigieron su retirada
por los errores que en el mismo se publicaban.
Dejando esos temas atrás, comparto la información que se
publica pero también planteo un esfuerzo de precisión: que se sepa exactamente
con qué víctimas se cuenta para los diferentes asuntos que tengan pensados y se
investigue la realidad de cada una de ellas. Es decir, que se constate la
historia de cada una de ellas porque si lo hace se va a llevar más de una
sorpresa. Y si deciden creerse lo que algunas les cuenten, que sepa que siempre
estaremos las víctimas que exigimos respeto y memoria y verdad y dignidad
cuando se hable de lo que hemos sufrido. Y eso debería empezar por conocer bien
a los interlocutores y si las historias son reales o son inventadas.
Ah, otro pequeño detalle: a ETA, GAL, Batallón Vasco Español, Grapo y Terra Lliure habría que añadir otras cuantas siglas más. Si Florencio Domínguez lo desea, puedo pasarle la información que publiqué en diciembre de 2010. Seguro que le irá muy bien para completar la información.
Ah, otro pequeño detalle: a ETA, GAL, Batallón Vasco Español, Grapo y Terra Lliure habría que añadir otras cuantas siglas más. Si Florencio Domínguez lo desea, puedo pasarle la información que publiqué en diciembre de 2010. Seguro que le irá muy bien para completar la información.
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