12 julio 2016
Mari Mar Blanco: «Mi hermano era un
símbolo de paz. Ahora lo es Otegi»
Cada rincón de Ermua le recuerda a él, cree que seguiría en
política, como alcalde. Y dice que ya le ha contado a sus hijas lo que
consiguió su tío en esas 48 horas
Han pasado 19 años desde que el joven edil del PP de Ermua
Miguel Ángel Blanco fuera sentenciado a muerte en un plazo de 48 horas si no se
reagrupaba a los presos de ETA. Su asesinato conmocionó al mundo y fue un punto
de inflexión en la lucha contra el terror y el miedo
Cada año, del 10 al 12 de julio mira el latido del reloj
con angustia. Da igual el tiempo que haya pasado. Su tictac le sigue
trasladando a ese «cuánto le quedaría» o «qué haría» su hermano Miguel Ángel
cuando ETA le sentenció a muerte en 1997.
–¿El recuerdo de un día como hoy sigue siendo el
mismo?
–Llevo todo el día pensando qué estaba haciendo en este
momento hace 19 años, recordando la manifestación de Bilbao donde por primera
vez la inmensa mayoría de los vascos salieron a la calle para intentar salvar
la vida de mi hermano. Pienso mucho en esos días y en los de después. La mirada
de mis padres, cuando llega esta fecha, refleja con más profundidad el dolor; y
es así cada año durante cinco días.
–¿Mantuvo la esperanza todo el tiempo?
–Yo la mantuve desde el minuto cero. Era muy inocente,
creía que no podían dar la espalda al grito de libertad que reclamaba toda una
sociedad vasca y española. Ese día llegué a casa y le dije a mi madre: «Hemos
salvado a Miguel Ángel». Hay una frase de ella que nunca he olvidado. Una de
mis primas le dijo que tenía que comer, porque llevaba cinco días sin hacerlo y
mi madre le respondió: «¡Cómo voy a comer si en estos momentos están matando a
mi hijo!». Sí que creo que algo movimos. Por primera vez ellos se vieron como
verdugos y no como víctimas y por primera vez sintieron el miedo de toda una
sociedad. Habíamos ganado muchísimos espacios de libertad.
–Diecinueve años después, ¿qué queda del Espíritu de
Ermua?
–Lamentablemente no queda mucho. Vemos cómo el PNV, que
entonces gritaba que no sólo pagarían las consecuencias los asesinos y sus
cómplices, 19 años después, siguen en esa teoría del conflicto, de la
equidistancia, del todo vale, de la ambigüedad, de la verdad histórica de todo
lo que hemos sufrido y padecido... Luego tenemos otras opciones políticas que
no estaban entonces. Estoy convencida de que mucha de la gente que hoy vota a
Podemos estaba en muchas manifestaciones hace ahora 19 años. En aquellos
momentos mi hermano era un símbolo de paz, de convivencia, y hoy vemos que
quienes han pasado a ser un símbolo son quienes aplaudieron el asesinato de mi
hermano. Me da mucha pena cómo se ha ido desnaturalizando esa unidad que fue
política y social, que fue en definitiva lo que significó el espíritu de Ermua.
Hoy sigo pidiendo esa unidad no sólo para derrotar al terrorismo sino para la
disolución incondicional de ETA y para ganar la batalla del relato, de la
verdad histórica de lo que ha sucedido a lo largo de esos 50 años, y que
lamentablemente no la tenemos por parte de muchos agentes sociales y políticos
que se están prestando a hacer el juego a la izquierda abertzale.
–¿Hay alguna manera para combatir el odio? Porque
sigue existiendo...
–Es muy importante el hecho de que en los colegios se
estudie la historia del terrorismo, de lo que hemos sufrido, lo que hemos padecido
en nuestro país. Por eso también es importante la presencia de las víctimas en
los colegios para crear la empatía de los jóvenes con las víctimas, porque
nosotros lo que queremos es que se conozca la verdad, sin odio y sin rencor.
Hay que hacer una labor muy importante educativa, en los colegios, en las
universidades y la realización de actividades en favor de que esa memoria pueda
contribuir en contra del odio que hay en determinados sectores hacia las
víctimas del terrorismo. En el País Vasco, ante la pregunta de a quién prefería
de vecinos, si a una víctima o a un terrorista, aún hay un porcentaje que dice
que prefiere de vecino a un terrorista.
–EH Bildu en los Ayuntamientos, Otegi paseando por
las instituciones, Podemos justificándolo... ¿Sienten que han perdido la
batalla?
–No, no y no. Me niego. Si hemos ganado la batalla al
terror de ETA estoy convencida de que ganaremos la del relato histórico porque
la verdad no es la verdad de las víctimas sino de la democracia. Se lo debemos
a todas y cada una de las víctimas del terrorismo, para que nadie más pueda
legitimar cada tiro en la nuca o cada coche bomba.
–Ahora que se negocian pactos de investidura, PNV ha
pedido la competencia de los presos vascos y su agrupamiento. ¿Le preocupa
teniendo en cuenta que su hermano fue asesinado con ese chantaje?
–Me preocupa y me indigna. Cuando estamos todas las
víctimas aún trabajando para que se establezca ese relato de la verdad me
parece humillante que al PNV le preocupen más los derechos de los presos vascos
que las propias justificaciones legítimas que realizamos las víctimas del
terrorismo.
–En octubre se celebran elecciones vascas y Podemos
parece que ha recogido el testigo de las políticas de la izquierda abertzale...
–En el País Vasco, Podemos mantiene el discurso de los
presos vascos, de la equidistancia, del olvido y lo hacen más atractivo porque
le incorporan además el tema económico, social... Me preocupa mucho este auge y
más aún que podamos tener un lendakari de Podemos o de la izquierda abertzale.
Opinión:
Desde el mayor de los respetos y conociendo a muchísimas
familias que también han perdido a uno, dos y hasta tres miembros por culpa de
la banda terrorista ETA, me gustaría que alguien me explicara las razones por
las que el Ministerio del Interior otorgó en 2014 43.737 euros a la Fundación Miguel
Angel Blanco, de los cuales 15.043 eran para la “Campaña XVII aniversario
Miguel Angel Blanco. Actos en municipios españoles por la memoria de Miguel
Angel Blanco y de las víctimas del terrorismo y españolas”…
…. mientras denegaba 30.000 a la Fundación Internacional
Olof Palme para localizar y asesorar a 280 víctimas del terrorismo en Catalunya.
Hay tantas víctimas que, evidentemente, no son consultadas para nada… por eso cuando
alguien me dice que hay víctimas de primera, de segunda y de tercera, ya no se
qué contestar.
En cuanto a lo de “ganar la batalla del relato, de la
verdad histórica”, sinceramente, creo que la hemos ganado de calle, sobre todo
aquellas víctimas que hemos tenido y mantenido una postura social con el máximo
interés en el beneficio de la sociedad… y no para estar haciendo partidismo como
algunas hacen en un supuesto “nombre de las víctimas”…
Lo que está muy claro es que jamás podremos convencer a
todo el mundo, siempre habrá quien quiera creer lo que le apetezca.
Por cierto ¿algún recordatorio para las 79 víctimas mortales del atentado en el Hotel "Corona de Aragón" del que hoy se cumplen 37 años?
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