07 febrero 2017
«Teorías
sobre el 11-M hay muchas, pero no todas bien intencionadas»
La página del juicio por el 11-M la pasó hace
ya muchos telediarios y la del Yak-42 se niega a reabrirla. Recalca que irse a
Francia no ha sido una patada para arriba: «Lo pedí yo». Y en materia de
terrorismo, ETA está ya más que derrotada: «Lo que pedían, se está defendiendo
ahora mismo democráticamente desde las instituciones. Javier Gómez Bermúdez y
su carisma innegable pasaron por León. Con sombrero incluido.
—El motivo de su visita
es...
—...pues celebrar una
comida con mi buen amigo Javier San Martín (Casadeley Abogados) y un grupo de
profesionales para hablarles del delito fiscal.
—¿Eso significa que hay
novedades en esta materia?
—Más que nada es
explicarles los parámetros para que sepan cuándo hay delito fiscal y cuándo no.
Ahora, si uno regulariza su situación antes de que se inicie la investigación,
ya no hay delito.
—¿Qué tal le va la vida
en Francia?
—Estoy muy bien y muy
contento. Además se acerca la reunión bilateral hispano francesa.
—Hay quien dice que se
fue para allá buscando experiencias nuevas y quien sostiene que lo que hicieron
fue apartarle porque era un juez molesto. ¿Dónde está la verdad?
—Esto tiene que quedar
claro de una vez por todas. Soy yo el que durante meses digo que me quiero
ir...
—... y de hecho muchos
meses antes había iniciado un curso de francés...
—... exacto. Pedí ser
magistrado de enlace en Francia y lo estoy disfrutando. Llevaba 30 años de juez
y había que variar.
—¿Le llegó a saturar la Audiencia Nacional ?
—¡No, no, no! Con todos
sus defectos, que los tiene es un órgano imprescindible en un estado avanzado.
—¿Cuándo quedará atrás
de verdad el 11-M? ¿Es una etapa que le va a acompañar toda su vida?
—La gente te identifica
con el 11-M y lo hará siempre. Fue una experiencia maravillosa, humanamente
buenísima, con los abogados del turno de oficio, con las familias de las
víctimas... pero también fue durísima. Hubo 192 compatriotas muertos y dos mil
heridos... Que me acompañe ese recuerdo, si es para bien porque los ciudadanos
piensan que hicimos un buen trabajo, pues perfecto. Yo no soy el 11-M, era un
tribunal en el que los funcionarios, la Policía Nacional
y la Guardia Civil
hicieron un trabajo espectacular. No fueron los cuatro meses y medio de juicio,
hubo más.
—Lo que sí está claro
es que el tiempo le dio la razón en la teoría de la conspiración ¿no?
—En el mundo del
derecho y del crimen teorías puede haber mucho. La única pregunta es si son
teorías bien o malintencionadas. Han pasado ya diez años y veo a España
tranquila, calmada y aunque la gente piense unos una cosa y otros otra, la
justicia ha hecho su trabajo.
—¿Tiene relación con
Eloy Velasco?
—¡Claro, claro!
Teníamos el despacho el uno al lado del otro y además es una persona a la que
aprecio mucho. El trabajo de todos los magistrados de la Audiencia Nacional
es muy peculiar por intenso, por difícil y por duro. No quiere decir esto que
seamos los mejores jueces. La práctica totalidad de los jueces del país
trabajan mucho. Lo que pasa es que a los de la Audiencia Nacional
les llegan una serie de asuntos muy llamativos para la opinión pública que
parece que somos los únicos que estamos aquí. En el caso de Eloy, lleva muchos
años con una carga de trabajo tremenda.
—En su último paso por
León, él dejó la teoría de que quizá es el propio Gobierno quien menos interés
tiene en que la justicia funcione. ¿Lo comparte?
—Sobre esto hay un gran
mito. Es verdad que la justicia es mejorable, pero también lo es, por ejemplo,
el Ministerio de Hacienda. La queja sempiterna de que no hay medios no la
comparto. Falta racionalizar el uso de los medios que hay y profesionalizar los
cuerpos. No podemos tener unos cuerpos funcionariales con idéntico perfil para
todos los órganos judiciales. No tiene sentido. Donde faltan medios es en las
pequeñas poblaciones y en las capitales pequeñas. Pero en los grandes
tribunales, los hay.
—¿Está igual la
justicia francesa que la española?
—Es muy similar a la
española y desde luego la nuestra no es en absoluto peor que la de ellos. Salir
al extranjero debería ser obligatorio para los estudiantes españoles. Sería una
forma de valorar más lo que tenemos.
—¿Queda mucho camino
para combatir la amenaza terrorista?
—Ese es un camino que
no tiene fin. Primero fue el anarquismo, que asesinó a tres o cuatro
presidentes de Gobierno si no rercuerdo mal. Ahora es la ciberdelincuencia, que
une el delito al miedo a lo desconocido. Sigue siendo delincuencia, solo que se
usan otros medios, pero los fines son idénticos. Antes se usaban puñales, luego
pistolas, después bombas y ahora ordenadores.
—Del caso del Yak 42
opina que..
—... que no tengo nada
que decir. Que hubo una sentencia sobre las identificaciones y que expreso mi
cariño hacia las familias..
—¿Desde su punto de
vista, la etapa de ETA está finalizada?
—Yo no sirvo para
ponerme de perfil. ETA ha terminado y no me vale decir aquello de «la ETA que conocimos». Si mañana
surge otro grupo terrorista etno-nacionalista pues... Pero la sociedad vasca ha
cambiado y me parece imposible. Es una sociedad que vive en paz y eso se ha
acabado gracias a Dios. Además que las ideas que decían que defendían, se
pueden defender democráticamente. La mejor prueba de que mentían es que
cometían actos de terrorismo justificando algo que se podía defender
perfectamente en las instituciones sin cometer un solo delito. Es la prueba del
ocho de que el terrorismo es absolutamente estúpido.
Opinión:
Siempre es un placer tener noticias del Juez Javier Gómez
Bermúdez, y más desde su nuevo cargo como Magistrado de Enlace entre España y
Francia. Desde que tuve la oportunidad de conocerle en profundidad como Juez por
el juicio de los atentados del 11 de marzo de 2004 siempre le he considerado
una excelente persona… lo pude comprobar personalmente cuando, tras la lectura
de la sentencia, accedió a mi propuesta de acudir a la sala subterránea donde
se encontraban casi 300 víctimas y aclararles todas las dudas que le
plantearon. Tras 15 años acudiendo a la Audiencia Nacional
era la primera ocasión en la vi que un juez decidía compartir con las víctimas
el tiempo necesario para argumentar todas las respuestas a las preguntas que le
hacían llegar.
Solo le deseo a Gómez Bermúdez que en su nuevo cargo tenga
los mismos éxitos que ya dejó en la calle Génova (y me refiero a la Audiencia Nacional ,
no a otra dirección…)
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