10
marzo 2020
Comunicado Asociación “11-M
Afectados por Terrorismo”
Discurso
que el presidente de la
Asociación 11-M Afectados del Terrorismo, Eulogio Paz
Fernández, tenía previsto hacer en el Acto en ATOCHA, conmemorativo del XVI
aniversario de los atentados del terrorismo yihadista del 11 de marzo de 2004
Buenos
días: Vaya por delante mi recuerdo a todas las víctimas del terrorismo en este
“Día Europeo en memoria de las víctimas del Terrorismo”, fecha elegida por el
Consejo Europeo a raíz de los atentados del 11 de marzo de 2004, el mayor
atentado en España y en suelo europeo. Ese día, diez bombas fueran
explosionadas por terroristas yihadistas en cuatro trenes de cercanías de
Madrid, en las estaciones de Santa Eugenia, El Pozo y Atocha, y junto a la
calle Téllez.
Por
no hablar sólo de Europa y por resumir, los datos a nivel mundial nos dicen que
en lo que va del 11 de marzo de 2019
a este 11 de marzo de 2020 se siguen produciendo
atentados del terrorismo yihadista y que ha incrementado su actividad el terrorismo
de extrema derecha.
Volviendo
de nuevo al por qué estoy, estamos, hoy aquí, o sea a los atentados del 11 de
marzo de 2004, una vez más insistimos en que VERDAD, JUSTICIA, REPARACIÓN,
MEMORIA Y PAZ son los enunciados que vertebran el nacimiento, la actividad y la
historia de nuestra Asociación. El cuidado de las víctimas en sus realidades
médicas, psicológicas, sociales y jurídicas es uno de los ejes de nuestra tarea
diaria. Lo es también la concienciación y la construcción de la narrativa
respecto de los diferentes atentados terroristas sufridos por las víctimas que
componemos la Asociación.
Un
año más, hemos ido modelando nuestro trabajo según la realidad, los recursos y
las posibilidades, tratando de ofrecer a las víctimas la mayor cobertura
posible ante sus necesidades. Las demandas atendidas durante el año 2019 han
aumentado debido a:
•
La notificación de la aprobación de los proyectos que presentamos,
•
La personación de afectados de los atentados de Cataluña para que sea
reconocida su condición de víctima. En cuanto al juicio de estos atentados de
Cataluña pendiente de celebrar, hemos planteado recursos para sostener la
acusación de que al menos dos de los procesados, Driss Oukabir y Houli Chemlal,
respondan de los asesinatos terroristas consumados y los que se produjeron en
grado de tentativa, así como de las lesiones causadas a las víctimas y de los
daños materiales ocasionados.
•
La solicitud de las indemnizaciones al amparo de la Ley para la Protección ,
Reconocimiento y Memoria de las Víctimas del Terrorismo de la Comunidad de Madrid. A
fecha de hoy, la Comunidad
de Madrid tiene pendiente de abonar cerca de 900 indemnizaciones. También hemos
puesto recurso ante las solicitudes que nos han sido denegadas por los
requisitos de la ley respecto al empadronamiento, pues los consideramos
injustos, discriminatorios e infundados, y lesiona derechos fundamentales.
En
cuanto a la Memoria
del 11-M, vamos a trabajar para que no se produzcan actuaciones como la llevada
a cabo por el Ayuntamiento de San Agustín de Guadalix con el traslado y
modificación del monumento “HOMENAJE A LAS VÍCTIMAS DEL 11 DE MARZO”, que
consideramos que es una usurpación de un monumento del 11-M que desvirtúa la Memoria del 11-M. En esta
línea, trabajaremos porque se lleve a cabo la realización de la sede del Centro
Memorial en Madrid dedicado a las Víctimas del Terrorismo Yihadista, conforme
al compromiso acordado en el 2014 por el Gobierno de España presidido por
Mariano Rajoy, corroborado este pasado mes de febrero por el
Gobierno
de España presidido por Pedro Sánchez. En esta misma línea, nos oponemos
frontalmente al intento de VOX de cargarse este monumento de Atocha, dado el
significado que tiene de recuerdo a las víctimas, al ser la estación de Atocha
uno de los cuatro lugares donde los trenes fueron atacados. De hecho, se están
realizando las obras que acordamos en su día y este lunes pasado, el
Ayuntamiento de Madrid nos convocó a presenciar las pruebas de iluminación del
exterior del monumento. Con la misma fuerza que nos oponemos al intento de
eliminar este monumento, denunciamos los ataques y destrozos realizados en el
monumento de El Pozo, y en breve solicitaremos una reunión con el Ayuntamiento
de Madrid y ADIF para que se concrete el mantenimiento de este monumento.
Tenemos que agradecer la rápida actuación de la Junta Municipal
del Distrito de Puente de Vallecas, que desde el primer momento informó de
estos actos vandálicos y se prestó rápidamente a la reparación. También con la Junta Municipal
del Distrito Retiro, venimos trabajando desde hace tres años para que en la
calle Téllez se haga un monumento o espacio dedicado a las víctimas del 11-M.
Es
también en este ámbito de la
Memoria del 11-M que quiero referirme a dos cuestiones
relevantes surgidas posteriormente a la conmemoración del 11-M del año pasado.
Como
creo que saben, Pedro J. Ramírez, uno de los adalides de las teorías de la
conspiración sobre el 11-M, salió de la dirección del periódico El Mundo en el
2014, cuando sus teorías conspirativas ya no daban más de sí. Le sustituyó en
la dirección del periódico su mano derecha, Casimiro García-Abadillo, que
también compartió con Pedro J. Ramírez dichas teorías conspirativas. Sólo
estuvo catorce meses y le sustituyó David Jiménez, quien sólo estuvo un año, de
mayo de 2015 a
mayo de 2016. Pues bien, en abril del pasado año 2019, David Jiménez, publicó
su libro “El Director”, que en las páginas 63 y 64, dice lo siguiente:
…Cuando
años después el terrorismo islámico provocó una masacre en Madrid, el 11 de
marzo de 2004, el equilibrio de nuestras virtudes y defectos se decantó del
lado de los segundos y nos llevó a cometer el error que marcaría a El Mundo
para siempre. El Gobierno del Partido Popular, al que nos habíamos acercado en
exceso –eran los días en que Jota jugaba al pádel con el presidente y acudía de
invitado a la boda de su hija–, intentó culpar del atentado a la banda
terrorista ETA. La decisión de participar en la guerra de Irak unos meses antes
había sido muy impopular y Aznar temió que una autoría islámica les haría
perder las elecciones, que se celebraban tres días después. Jota creyó la
versión del Gobierno y, cuando la realidad nos mostró que no era así, en lugar
de rectificar nos embarcamos en una huida hacia adelante que nos llevó a
publicar durante años supuestas investigaciones para reafirmar nuestra teoría
de una gran conspiración. Era difícil encontrar a alguien en la redacción que
pensara que lo que estábamos haciendo tenía algún sentido, pero más difícil era
encontrar a alguien que tuviera las agallas de decírselo al director. Todos,
unos desde las cercanías de El Despacho y otros, como yo, desde la comodidad de
una corresponsalía, callamos mientras el diario convertía coincidencias en
evidencias, se alimentaba de informaciones poco fiables de la facción policial
que degeneraría en Las Cloacas, exageraba cualquier elemento que ayudara a
defender su versión – y ocultaba datos que pudieran contradecirla–, se camelaba
a testigos para que defendieran nuestras informaciones y buscaba la destrucción
de la reputación de cualquiera, juez, policía o periodista, que no siguiera
nuestra estela. Quienes disintieron, como Sindo Lafuente y Borja Echevarría,
negándose a trasladar aquellas informaciones a la web del diario que dirigían,
fueron purgados. Los que se sumaron con más entusiasmo a las fantasías del
director fueron promocionados. Las desventajas de una dirección personalista y
sin una estructura de gestión, dependiente de los golpes de brillantez de una
sola persona, habían quedado en evidencia. Jota jamás lograría demostrar sus
teorías, decepcionando por igual a quienes las creyeron y a quienes nunca lo
hicieron. El Callado, nuestro jefe de Nacional, definiría en una reunión en la Pecera : “Quedamos atrapados
en una mentira y no importa que en su origen nos la creyéramos. Una vez dentro,
no supimos o no quisimos salir de ella”.
Una
década después esa mentira seguía persiguiéndonos y cada vez que iba a un foro
a hablar de la renovación del periodismo alguien me recordaba que éramos los
voceros de la conspiración nunca probada del 11M. Pensé pedir disculpas
públicas por aquello, en un intento de dejar atrás nuestro legado más oscuro,
pero no quería juzgar públicamente el trabajo de mis antecesores. Estaba
diciendo, eso sí, a que nunca volviéramos a hacer nada parecido. … La otra
cuestión es más reciente, de hace un poco más de un mes. El que fuera Ministro
de Asuntos Exteriores entre 2011 y 2016 siendo presidente del Gobierno Mariano
Rajoy, José Manuel García Margallo, ha publicado su libro “Memorias heterodoxas
de un político de extremo centro”. Con este motivo, el periódico El País
publicó un artículo sobre este libro de memorias y nos cuenta una cuestión
sobre el 11-M que ya sabíamos, pero no por el hecho de saberlo deja de ser
interesante que lo diga un político del Partido Popular. Dice así: El 11-M
entraron Pedro Arriola y Paco Villar y les pregunté: “¿Sabemos quién ha sido?”
“Todavía no –me respondieron–. Si ha sido ETA nos salimos del mapa, pero si han
sido los yihadistas nos vamos a casa”. Desde luego, no pudo estar más certero
en el diagnóstico.
Opinión:
Pue eso, ni mas ni menos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario