20 octubre 2020
Víctimas y partidos llaman a combatir el olvido tras nueve años sin violencia de ETA
El Gobierno vasco alerta sobre la necesidad de que los jóvenes conozcan lo ocurrido para que «nadie anteponga ninguna causa a la dignidad humana»
Nueve años después de que ETA anunciase que dejaba de asesinar –en su comunicado con el que ponía fin a 40 años de violencia hablaba de «cese de la actividad armada»–, las principales asociaciones de víctimas, la mayoría de los partidos, así como los gobiernos central y vasco instaron ayer a no caer en el olvido, reconocer el papel de las víctimas y exigir a la izquierda abertzale que condene el terrorismo.
El comunicado lanzado por tres encapuchados el 20 de octubre de 2011 en la BBC supuso un punto de inflexión en la historia de la banda. Enseguida se dio por bueno, a pesar de que no anunciaba una disolución definitiva que no llegó hasta 2018. El recuerdo de sus más de 860 asesinatos sigue en la memoria, pero algunas señales alertan sobre el riesgo de que se olvide su historia.
Este pasado lunes, un estudio de GAD3 señalaba, por ejemplo, que un 70% de los españoles no saben quién es José Antonio Ortega Lara. Las cifras de desconocimiento entre los jóvenes son todavía mayores. De ahí que la mayoría de las voces pidan que se haga un esfuerzo por mantener viva la memoria. «Nuestros jóvenes tienen que conocer lo que ha ocurrido en Euskadi para que, nunca más, nadie anteponga ninguna causa a la dignidad humana y al derecho a la vida», afirmó ayer la consejera de Igualdad, Beatriz Artolazabal. El aniversario, además, llega en un momento muy delicado, cuando se suceden las series y documentales sobre ETA y se ha intensificado 'la batalla del relato'
Las llamadas en ese sentido fueron constantes. Entre ellas, las de José Antonio Rodriguez Ranz, viceconsejero de Derechos Humanos, Memoria y Cooperación del Gobierno vasco. En unas jornadas celebradas en San Sebastián, defendió la necesidad de acompañar a las víctimas, «sin falsas equidistancias, pero sin cerrar los ojos a todas y cada una de las vulneraciones de Derechos Humanos cometidas». Rodríguez Ranz también lamentó «no haber sido más firme en la defensa de algo tan básico como es el derecho a la vida».
En el mismo acto, la presidenta de la Asociación de Víctimas del Terrorismo, Maite Araluce, alertó de que la banda terrorista «no mata, y eso es bueno para todos, pero en cierta manera sigue matando conciencias». Puso la alerta en un punto muy concreto. En la responsabilidad de la izquierda abertzale y su entorno. «Hacen manifestaciones, homenajes y a las víctimas cada vez les cuesta más sensibilizar a la sociedad», lamentó, porque para Araluce «la verdad de las víctimas del terrorismo es la única que vale para construir el relato».
El papel de los damnificados por la violencia de ETA también fue destacado por los responsables políticos. «No caben ni humillaciones a las víctimas, ni desmemoria ni olvido», afirmó Idoia Mendia. La vicelehendakari y líder del PSE, a través de las redes sociales, recalcó que ese es el mensaje a destacar nueve años después del fin de la violencia, aunque algunos traten «de torcer la verdad». La dirigente socialista también recordó a los «resistentes», a las Fuerzas de Seguridad, la Justicia, a la colaboración internacional y a los gobiernos socialistas de Euskadi y Madrid. Cuando ETA hizo ese anuncio en La Moncloa estaba José Luis Rodríguez Zapatero y en Ajuria Enea, Patxi López.
«Escenario distinto»
La «dignidad» de las víctimas también fue alabada por el ministro del Interior, Fernando Grande Marlaska, mientras que Pedro Sánchez aseguró que aquel 20 de octubre de 2011 «España dio un paso adelante hacia la reconciliación, la convivencia y el encuentro».
Desde el PP vasco, el partido que más sufrió el azote del terrorismo, su secretaria general, Laura Garrido, afirmó que «estamos en un escenario distinto que nos permite tener a todos una vida más tranquila», pero ello «no nos tiene que llevar a dar carpetazo, porque todavía hay que trabajar mucho la convivencia en el País Vasco». Garrido recalcó que, «a día de hoy, desgraciadamente, la izquierda abertzale no ha condenado el terrorismo y eso es una asignatura pendiente».
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