23 octubre 2020
‘Compañero del metal’ recuerda, a través de veinte «mirades dispares», al periodista y destaca su compromiso con la «visibilización» de las víctimas de ETA
«En los libros de Calleja las víctimas veían que por primera vez eran tratadas como seres humanos y no como simples números»
En el País Vasco, Denis Itxaso, presentó ayer en Donostia ‘Compañero del metal. Miradas a la figura de José María Calleja’, un libro en elque veinte personas del mundo periodístico, universitario, político y víctimas del terrorismo dibujan el perfil del periodista fallecido en abril a causa del Covid y alque rinden homenaje por su “innegable contribución a la libertad, al pluralismo y a la memoria de las víctimas del terrorismo etarra”.
Su aportación a la memoria histórica y su defensa de la lucha de las mujeres por la igualdad y contra la violencia machista son algunas de «las aristas y las facetas» de Calleja que se reflejan en el compendio de textos que aportan, entre otros, el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, la presidenta de Covite, Consuelo Ordóñez, o el exdirigente del PP vasco Borja Sémper. «Se trata de un reconocimiento en el que se utiliza la palabra para recordar a quien, con las palabras, las ideas, se enfrentó a la sinrazón», destacó Itxaso.
El encargado de coordinar la obra ha sido el periodista Luis Rodríguez Aizpeolea, quien ha reunido a un elenco «muy transversal» de personas que, a excepción de una de ellas, conocieron y trataron al periodista en distintas etapas de su vida. Todas ellas, reconocen el espíritu vanguardista de Calleja hacia las víctimas. «Fue pionero en esta faceta y en el compromiso que vinculó a la exigencia de su independencia respecto a los intentos de instrumentarlas políticamente contra los que se rebeló con la misma pasión que las defendió», subrayó Rodríguez Aizpeolea en la presentación del libro.
«Cambio de paradigma»
En el acto también participaron el historiador Gaizka Fernández Soldevilla y la periodista Eva Orúe. El primero puso en valor que ‘Contra la barbarie’, el libro «rompedor» que Calleja publicó en 1997, supuso un «cambio de paradigma» en el tratamiento a las víctimas del
terrorismo porque desde ese momento «nadie volvió a escribir de ETA de la misma manera, se puso en el foco en las víctimas».
Fernández Soldevilla recalcó además que los libros de Calleja tuvieron una «función reparadora» para las víctimas que «por primera vez veían que eran tratadas como seres humanos y no simple como números».
Orúe, por su parte, se centró en el compromiso «sincero» de Calleja con la lucha feminista y su defensa de la obligación periodística de contar, al igual que con ETA, los actos de violencia machista, que «no deben ser tratados como sucesos»
Opinión:
Solo agradecer que alguien haya tenido el enorme detalle de escribir un homenaje público a Jose Mari.
Y agradecer también que se reconozca una realidad escondida durante mucho tiempo: que hubo quien nos ayudó a las víctimas que siempre nos hemos rebelado por los intentos de utilizarnos políticamente.
Frente a los que se han dedicado a aprovecharse del dolor ajeno incluso para “escribir” libros con la información que víctimas confiades les hemos transmitido, por parte de José Mari siempre tuve su respaldo y su repseto en ese aspecto y en esa lucha que junto a unos pocos más siempre fue nuestro objetivo.
Le estaré eternamente agradecido por ello.
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