24 octubre 2017
Reflexión sobre una viñeta
No hace mucho escribí que seguiría la recomendación de
algunos amigos periodistas en el sentido de expresar opiniones sin tener que
esperar a responder a la información que previamente se hubiera publicado. Y es
cierto que en los momentos que estamos viviendo últimamente en cuanto a la
situación política hay ocasiones para hablar sobre muchísimas cosas.
No cometeré el error que algunos, en nombre de asociaciones
o fundaciones de víctimas están cometiendo en el sentido de publicar opiniones
o informaciones como si fueran las oficiales de un colectivo. Ya he superado la
etapa en la que leer algunas revistas que hablan en nombre de “las” víctimas y
confundirlas con los órganos de expresión de algún partido es la norma. Ya he
superado también el hecho de ver cómo algunos personajes explican situaciones,
heridas, vivencias y secuelas como si fueran las suyas propias. Ya he superado
la etapa en la que nadie, de los que se llaman defensores de la dignidad y de “las”
víctimas no se atreven a opinar cuando algunos juntaletras mienten al
(des)informar sobre la realidad de muchos temas de los que no conocen nada. Ya
he superado la etapa en la que algunos impresentables mezclan a “las” víctimas
con ataques a ciertos políticos con tuits, mensajes, wasaps… que no son mas que
infamias y mensajes partidistas
Todo eso ya está en la mochila del olvido.
Pero lo que no puedo entender es que ninguno de esos
supuestos defensores de “las” víctimas no hayan tomado partido todavía en
relación a lo que presento a continuación. Por mi parte he contactado con el
medio en el que me dicen que se ha publicado. Estoy esperando confirmación (o
no) por su parte.
Pero en esto, como en cualquier orden de la vida, no todo
vale.
Lo dejo a la interpretación de cada un@ de l@s lector@s.
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