17
noviembre 2018
Indignación
entre las víctimas catalanas por el protagonismo de Otegui
La
familiaridad con Torra contrasta con la incomodidad que suscitaba hace años
Al
independentismo catalán se le ha acusado históricamente de «vasquitis», una
suerte de fascinación por el nacionalismo vasco que en los últimos años, con el
proceso soberanista en Cataluña tomando la vanguardia, parecía haber remitido.
En el espejo vasco, incluso en su vertiente más criminal en forma de
terrorismo, se miraba el independentismo catalán cuando este apenas era una
corriente minoritaria.
El
«procés» amplió la base del secesionismo al mismo tiempo que la «vasquitis»
parecía quedar circunscrita a la
CUP y a los sectores más radicales, una tendencia que ahora
vuelve a invertirse a medida que las tesis más unilateralistas y menos pausadas
se han instalado en el Palau de la Generalitat. Como un símbolo de lo que está
sucediendo, la presencia y protagonismo en Cataluña del coordinador general de
EH Bildu, Arnaldo Otegui, es cada vez mayor. Si hasta ahora eran los sectores
de la CUP , o de
ERC, los que más jaleaban y buscaban la foto con Otegui, ahora es hasta el
presidente de la
Generalitat , Quim Torra, el que se reúne y escucha a Otegui,
en una imagen de cercanía que hasta el propio Carles Puigdemont había evitado.
Ahora
es lo contrario, una familiaridad con Otegui que incomoda, molesta e indigna a
las víctimas del terrorismo. «La foto de Torra y Otegui esta semana en San
Sebastián es una vergüenza», explica a ABC José Vargas, presidente de la Asociación Catalana
de Víctimas del Terrorismo (Acvot). «Es un insulto, no solo a las víctimas sino
al conjunto de la ciudadanía. Abrazos y palmaditas en el espalda a una persona
que fue dirigente de ETA. Se me revuelven las tripas», añade Vargas.
No
hace muchos años, la figura de Otegui incomodaba. En mayo de 2016, invitado por
la CUP , el
dirigente de EHBildu visitó el Parlamento de Cataluña. Puigdemont evitó hacerse
la foto con Otegui, del mismo modo que en la Diada de ese mismo año el dirigente vasco también
solicitó verse con el presidente catalán. De nuevo, y de manera discreta, se
rechazó la invitación.
Blanqueamiento
Más
templado en sus apreciaciones, Robert Manrique, expresidente de la Acvot e incansable defensor
de los derechos de las víctimas ahora ya fuera de esta organización, reconoce
que el protagonismo actual de Otegui «choca» y no resulta agradable. «¿Nos
gusta lo que sucede? No. ¿Es un partido legal? Pues poco más podemos decir»,
concluye resignado en declaraciones a este diario.
La
presencia de Otegui es recurrente y previsiblemente irá a más: habitual de TV3
y Catalunya Ràdio, la posible alianza electoral de EHBildu y ERC para las
elecciones europeas volverá a convertir al dirigente abertzale en una figura
más de la política catalana. «Están lavando su imagen, es vomitivo», añade
Vargas con respecto a un blanqueamiento que el nacionalismo catalán extiende
también a exintegrantes de Terra Lliure como Carles Sastre, dirigente del
sindicato Intersindical.
Opinión:
Ante
la información publicada solo me gustaría hacer una matización, la misma que
llevo años diciendo… el uso del artículo determinado femenino plural “LAS”
implica una generalización que, evidentemente, no es la correcta. Me consta que
entre el colectivo de víctimas del terrorismo y en referencia al tema de Otegi
hay tres opciones: a quien
le incomoda, a quien no le incomoda y a quien le es absolutamente indiferente.
Por lo tanto, no se debe generalizar con esa cuestión.
También
se podría decir que a “las” víctimas les incomoda saber que hay quien le da la
mano y le regala un libro al autor de 24 asesinatos pero eso sería erróneo
porque, al menos, deben haber dos a quien no les molesta. Por lo tanto, podría
decirse que hay “muchas”, “algunas, “varias” o “pocas” a las que les incomoda o
les gusta o les disgusta o lo que sea cualquier situación.
Pero
a “LAS”, no.
Ah,
y ya puestos, también comenté que nunca entendí aquella reunión de 11 de
diciembre de 1998 entre Arriola, Martí Fluxá y Zarzalejos (enviados por el
entonces presidente Aznar) para entrevistarse con la cúpula de HB (¿recordamos
que entonces HB era lo mismo que ETA?) en Ibeas de Juarros. Cuidado, diciembre
de 1998, en plena tregua de la banda terrorista ETA… pero de eso ya nadie se
acuerda.
Bueno,
unos pocos sí… ya estábamos en aquella época haciendo la misma labor que
hacemos ahora…
No hay comentarios:
Publicar un comentario