27 julio 2020
Unos 50 presos de ETA, trasladados al
País Vasco por el Gobierno de Sánchez
El Ejecutivo avanza en la concesión de terceros grados y
aprueba el traslado de condenados por delitos de sangre
Medio centenar de presos de ETA han
sido acercados a cárceles
próximas al País Vasco, e incluso de la propia comunidad
autónoma y Navarra, durante los dos años de Gobierno de Pedro Sánchez.
Se trata de reclusos que, al menos en su mayoría, cumplen los requisitos
exigidos de haberse desmarcado de la violencia, haber reconocido el daño
causado y asumir la legislación penitenciaria. Además, al menos nueve de ellos
han accedido en este tiempo al tercer grado penitenciario o de
semilibertad.
El Ejecutivo socialista cumple así su compromiso de
modificar la política
penitenciaria que mantuvo el Gobierno de Mariano Rajoy, si bien
la izquierda abertzale lo juzga "insuficiente". "Da la impresión
de que hay cierto movimiento, pero no se puede hablar de una nueva política
penitenciaria. No hay un cambio efectivo", subrayan fuentes del entorno de
los presos, que denuncian que en los últimos meses se les haya excluido de las
excarcelaciones para combatir la propagación del coronavirus en las cárceles.
Todo lo contrario opinan las asociaciones de víctimas, que
afirman que el ministro del
Interior, Fernando Grande-Marlaska, "ha dado un salto no
solo cuantitativo, sino cualitativo" durante su mandato, y especialmente
en este 2020, al haber "acelerado" los acercamientos, incluir en
ellos a reos con delitos de sangre y haber trasladado a presos en segundo grado
a las cárceles de Pamplona y Martutene, "incumpliendo sus compromisos con
las víctimas", denuncia la
AVT.
Política
penitenciaria
Tras un primer año de Gobierno en el que se produjeron en
torno a 25 acercamientos, siguieron seis meses sin apenas movimientos
coincidiendo con la crisis política en España y la repetición electoral.
En diciembre de 2019, el anuncio del traslado de Joseba Arregi
Erostarbe Fiti de Alicante a Asturias, y la concesión del tercer grado a Gorka Fraile y su
desplazamiento a Pamplona, materializados ambos en enero,
abrieron una nueva fase de movimientos que se ha intensificado a partir de
mayo, una vez superada la fase más dura del confinamiento.
En este tiempo, se han aprobado cerca de una treintena de
traslados y progresiones de grado. Se han producido además algunos hechos
destacados, como el primer acercamiento de un condenado por delitos de sangre,
el mencionado Arregi
Erostarbe, al que luego han seguido al menos otros tres.
Junto a esta medida, se ha normalizado la concesión de
terceros grados. De los nueve aprobados en la era Sánchez, siete lo han sido
entre abril y julio. Los otros dos, reconocidos en 2019, ya están en libertad.
El resto de presos cumple la fase final de sus condenas en el País Vasco.
Opinión:
En el verano de 2018 se publicó esta noticia: "En la última
época del gobierno de Rajoy, Interior recogió una amplia información en las
cárceles sobre el grado de reinserción de los reclusos y diseñó un plan para el
acercamiento de etarras. El resultado de esta información está siendo ahora
utilizado por el Ministerio de Interior socialista para
decidir qué presos se verán favorecidos por el acercamiento".
Es muy cansino tener que estar desmarcándose de informaciones que repercuten en
el daño ya sufrido. ¿Por qué no dejan de intercambiar información de una
puñetera vez y ofrecen los datos veraces y contrastados?
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