25 septiembre 2021
«Lo que exijo a los presos de ETA es que digan que lo que hicieron estuvo mal»
Beatriz Artolazabal Consejera de Igualdad, Justicia y Políticas sociales del Gobierno vasco Considera «intolerable» la actitud violenta de algunos jóvenes y a una semana de asumir Prisiones no teme una fuga de funcionarios LORENA GIL
Es el de la consejera Beatriz Artolazabal (Vitoria, 1970) un macrodepartamento «complejo» por «las materias sensibles» que maneja. Cuestiones tan de actualidad como, entre otras, la construcción de la memoria, la deslegitimación del terrorismo y los delitos de odio, pero también la política penitenciaria y la Justicia, polémicas incluidas. Es quizás una de las ‘sailburu’ (del PNV) que más se expone del Gabinete de Iñigo Urkullu –quitando a la titular de Salud–.
Esta semana ha presentado el nuevo Plan de Convivencia y Diversidad, un texto ya definitivo mucho más crítico con quienes ejercieron o ampararon la violencia de ETA.
Han apostado por elevar la exigencia.
Debemos tener todo claro es que la situación política y social en Euskadi es muy diferente, afortunadamente, a la que hemos vivido. Decir que fue injusto es obligatorio. Quien apoyó, respaldó y no criticó la actividad de ETA tiene aún un camino que recorrer y espero que sean valientes.
Dan en la línea de flotación de la izquierda abertzale cuando afirman que «la violencia de ETA no fue consecuencia natural de un conflicto político, sino una decisión voluntaria y consciente de imponer por la fuerza un proyecto totalitario».
Nadie le otorgó la representatividad a ETA para defender al pueblo vasco. La libertad de Euskadi ellos la entendieron a su forma, nadie la comparte. No se puede utilizar la violencia para defender ninguna política. Es necesario aclarar de una vez por todas que lo que hicieron, apoyaron, no condenaron e incluso legitimaron no tuvo sentido, estuvo mal y fue injusto. Ese es el sentir del Gobierno, pero también el de la mayoría de la sociedad vasca. Incluso si preguntáramos a gente de la izquierda abertzale, si fuesen valientes, lo reconocerían. No valen medias tintas ni medias verdades.
¿Qué le ha dicho EH Bildu del contenido del plan?
Yo me quedo con que es un plan que ha sido contrastado con muchas asociaciones, víctimas, partidos y gente relevante del ámbito académico, y que se ha mejorado. Lo que teníamos claro es que no queríamos causar más dolor del ya sufrido. Cada uno verá si se ve reflejado y en qué modo.
¿Ve posible un acuerdo en Gogora alrededor de un nuevo ‘suelo ético’ entre todas las fuerzas políticas con ese nivel de exigencia? Hasta ahora ha encallado precisamente por eso.
Yo soy positiva. Nosotros llevaremos una voluntad constructiva, pero sin renunciar a unos principios básicos, unos mínimos éticos. Veremos cuál es la actitud del resto. Y quien no esté en ese acuerdo, tendrá que explicar por qué. Nosotros hemos condenado todas las violencias. Otros tienen aún que dar ese paso. Y no vale ya utilizar verbos que parece que es lo mismo, pero no lo es. Es muy sencillo: aquello estuvo mal, no tiene que volver ocurrir y lo condeno. No hay más.
Que se agreda a jóvenes por ser militantes del PP, ¿a qué le recuerda?
Es un paso atrás. En Euskadi por pensar diferente se han hecho barbaridades, y que jóvenes que desconocen lo que ocurrió puedan amenazar o agredir a una persona por tener una ideología diferente no se puede más que condenar de forma rotunda. Es intolerable. Es cierto que la sociedad vasca ha cambiado, pero nos queda mucho por recorrer.
¿Y cómo ha visto los reiterados ataques a la Ertzaintza?
Es un problema de falta de respeto a la autoridad y de unos valores que se están perdiendo. La Ertzaintza y las policías locales tienen encomendado proteger a los ciudadanos y preservar el orden público. Una cosa es irse de fiesta y otra distinta aprovechar la fiesta y decir que como el covid me ha obligado, como al resto de la población, a estar confinado... No, no todo vale. Como tampoco valen otros argumentos peregrinos como los que han utilizado algunos para justificar los ataques. Yo tengo dos hijos adolescentes con los que se tienen esas tensiones porque ellos quieren socializar, es normal. Pero hay que explicarles que esto es una responsabilidad individual que afecta al interés general. Todo el mundo necesita relacionarse, pero eso no justifica los hechos que hemos vivido. Es algo tan sencillo como el respeto.
¿Es una cuestión de medios, de valores o del modelo neoliberal?
La Ertzaintza es una policía integral que ha demostrado ser capaz de atender las necesidades de la sociedad vasca. En cuanto al modelo liberal... Creo que esas excusas no sirven para justificar ningún tipo de violencia. Aquí la violencia es violencia y a un acto vandálico hay que llamarlo por su nombre. Pero sí creo, al igual que lo dijo el lehendakari, que es necesaria una reflexión como sociedad sobre qué queremos y hacia dónde queremos llegar para evitar situaciones que no son de recibo. Hablo de la escuela, pero también de los padres, del entorno social... Es un trabajo que debemos hacer entre todos.
El euskera «como un arma»
El 1 de octubre llegará a Euskadi la gestión de Prisiones. ¿Qué fue lo que más le molestó de lo que se llegó a decir cuando se anunció la transferencia?
Sabiendo de lo sensible de esta materia, me pareció que las cosas que dijeron partidos que incluso han tenido responsabilidad de Gobierno fueron injustas y no acordes a la verdad. Calificativos como «resort», decir que iban a salir todos a la calle... Me dolieron personalmente y como Gobierno. Eso es no entender nada de lo que es la justicia restaurativa. Las políticas serán iguales para todos los presos y dependerán de la actitud individual de cada uno. No soy ingenua, sé cuáles son las aristas, pero nuestro compromiso es con las personas y no vamos a hacer nada que no esté contemplado en la ley. Todo el mundo tiene derecho a una segunda oportunidad.
Ha aumentado el número de funcionarios que se han acogido al concurso de traslados.
¿Teme una fuga?
Lo que han hecho en una solicitud, veremos si finalmente se producen los traslados. Yo entiendo que para algunos igual es su última posibilidad de concursar, por una simple cuestión de edad. La media es de unos cincuenta años. Y entiendo también que quien quiera acercarse a su lugar de residencia, lo pida. Luego hay que ver también cuántos solicitan su traslado a Euskadi. El concurso lo resolverá el Ministerio del Interior sobre la primavera de 2022, pero lo que tiene que quedar claro es que el servicio se va a seguir ofreciendo con la misma calidad. Sinceramente, no espero una estampida. Las condiciones de jornada, horario y sueldo se van a mantener al menos durante dos años. Y el complemento por antigüedad lo equiparamos a la administración vasca, ya solo por eso mejoran sus condiciones. Esto es una carrera de fondo y nuestra mano siempre está tendida.
¿El euskera será un problema?
No lo será. Alguien está interesado en usar el euskera como un arma para generar un conflicto. Somos una comunidad bilingüe y trabajaremos en un plan de euskaldunización, pero se hará con rigor, paciencia y viendo cómo está la plantilla. Además, la función pública vasca te deja exento a partir de los 45 años de la acreditación del perfil lingüístico si la plaza no está perfilada. Y sus plazas no lo están. Creo que este problema se ha inflado artificialmente. No vamos a imponer nada de una manera brusca, sabemos de dónde partimos.
A la reinserción se refirió durante el acto por las víctimas de Henri Parot. Dijo que
existen unas «condiciones ineludibles»: «la autocrítica por el daño causado, el reconocimiento de la injusticia perpetrada y la asunción de la ilegitimidad de la violencia para conseguir objetivos políticos». ¿Un mensaje a navegantes?
Absolutamente. Es necesario avanzar, y para eso hay que reconocer lo que se ha
hecho y hacer una autocrítica.
¿No es contradictorio que un preso que por escrito haya dado ese paso sea homenajeado en su pueblo al salir de prisión?
La exaltación de la militancia en la violencia es incompatible con la convivencia democrática. Entiendo que un preso cuando vuelva a su casa sea recibido en su entorno privado, lo que no comparto es que se haga un acto que reconozca que lo que hicieron estuvo bien. Nada aporta. Al contrario, revictimiza a las víctimas. Lo que yo exijo a los presos de ETA es que digan que lo que hicieron estuvo mal.
¿Qué mensaje traslada a las nuevas generaciones que EH Bildu apoye los ‘ongi etorris’?
Los ‘ongi etorris’ habían casi desaparecido y de repente este verano hemos visto varios actos. No sé si obedece a un cambio de estrategia. Yo pido a la izquierda abertzale que piense que lo único que hacen es generar más dolor a unas víctimas que han sido muy generosas y que ya han sufrido mucho durante toda su vida.
LAS FRASES AUTOCRÍTICA DE SORTU «No vale ya usar verbos que parecen lo mismo y no lo son. No tuvo que ocurrir y lo condeno. Ya está»
TRABAJADORES DE PRISIONES «Las condiciones de jornada, horario y sueldo se van a mantener al menos durante dos años»
POLÉMICA CON EL TSJPV «No se atacó a ningún juez. A veces ves otros autos ante los mismos hechos y te hacen reflexionar»
No hay comentarios:
Publicar un comentario