domingo, 17 de marzo de 2024

17 marzo 2024 (11.03.24) (2) publico.es

 

 

17 marzo 2024 (11.03.24) 


 

 

Así castigó el PP a Pilar Manjón y a las víctimas de su asociación por haber perdido el gobierno tras el 11M

La mayoritaria Asociación 11M Afectados del Terrorismo no recibió subvenciones del Ejecutivo de la Comunidad de Madrid hasta ocho años después de la matanza yihadista, mientras que otra entidad, con muchas víctimas menos y que se hizo eco de los postulados del PP, ha copado el grueso de las ayudas. 

El mismo día que Pilar Manjón, madre de un hijo asesinado en los atentados del 11M, y expresidenta de la Asociación 11M Afectados de Terrorismo, hizo llorar a una inmensidad de españoles cuando en el Congreso de los Diputados interpeló a los políticos por usar a las víctimas como arma arrojadiza, otro damnificado del terrorismo, Francisco José Alcaraz, por entonces presidente de la Asociación Víctimas del Terrorismo (AVT), aludió en el Congreso a sus dos sobrinas, dos niñas fallecidas en el atentado de ETA de la Casa Cuartel de Zaragoza, en 1987. 

Sucedió el 15 de diciembre de 2004, en la comisión de investigación sobre el 11M.  Se aventuraba así, con el discurso de Alcaraz --hoy diputado de Vox--, plagado de alusiones a ETA, que la crispación iba a sacudir a la sociedad española los meses y años venideros, azuzada por los intereses partidistas de un PP rabioso por haber perdido el gobierno en las elecciones inmediatas a los atentados de marzo, en las que los electores mostraron su repulsa por las mentiras sobre la autoría de la matanza. 

La AVT con Alcaraz al frente se convertía en uno de los brazos ejecutores del Partido Popular. Las críticas internas debido al autoritarismo que se había instalado en la asociación propició que abandonara la misma en 2008. En la actualidad preside Voces contra el Terrorismo. 

El PP se enrocó en la teoría de la conspiración. "Fue ETA la verdadera autora de los atentados"; "ETA participó con los yihadistas"; "ETA proporcionó los explosivos". Los lemas se sucedían a diario en muchos de los medios sintonizados con el PP, en especial El Mundo, Libertad Digital, la Cope  y Telemadrid. 

Pese a que la Justicia no dejó lugar a dudas, en 2007, sobre la autoría yihadista de los atentados, que provocaron 192 muertos y 1.900 heridos, el PP ha hecho distinciones entre las víctimas de ETA y las víctimas del terrorismo yihadista. "Nuestra asociación es una asociación maldita para el PP", dice a Público Eulogio Paz, el actual presidente de la Asociación 11M Afectados de Terrorismo, expareja de Pilar Manjón. 

Manjón, con una sobriedad sobrecogedora, dijo en aquel discurso memorable en el Congreso, sin citar expresamente al expresidente José María Aznar y su posible responsabilidad en la comisión de los atentados por haber mandado tropas españolas en la invasión de Irak, en 2003: 

"Hablaremos en nombre de las familias, tanto de los heridos como de los asesinados; testigos también de este horror que apelan a su conciencia; una conciencia, por lo que hemos oído estos días, empeñada en la auto exculpación, bien blindada y entrenada para que la realidad no encuentre un resquicio por el que filtrarse. Ojalá alguna noche, aunque sea en sueños, ese blindaje al horror ceda y sean conscientes ustedes y quienes a ustedes les mandan por un solo instante del sufrimiento que pudieron provocar con sus decisiones o que no lograron evitar". 

El Partido Popular nunca pudo perdonar a Manjón sus mensajes sobre la responsabilidad política de los atentados yihadistas encarnada en el expresidente Aznar. 

Una asociación odiada y otra respetada

Por aquel entonces, cuando compareció en la asamblea, Pilar Manjón y otros mil afectados por el 11M se habían unido en una asociación, Asociación 11M Afectados de Terrorismo, que arrancó tras el verano de 2004, solo tres meses después de la matanza. Muy poco tiempo después, en octubre, nacía otra entidad, Asociación de Ayuda a las Víctimas del 11M, presidida por Ángeles Domínguez, superviviente de los atentados. Esta entidad gozó desde el primer momento de la simpatía y el reconocimiento de la presidenta madrileña de entonces, Esperanza Aguirre

El motivo de la sintonía pudo ser la coincidencia de las tesis sobre los atentados. De hecho, la asociación de Domínguez interpuso una querella, en julio de 2009, contra el comisario Sánchez Manzano, jefe de la Unidad Central de Desactivación de Explosivos de la Policía cuando se produjo la masacre del 11M; también, contra la perito del laboratorio Tedax, por encubrimiento, falso testimonio y
omisión del deber de perseguir delitos
. La querella, que obedecía a los postulados conspiranoicos sobre la presencia de ETA en la masacre del 11M, fue archivada por la Audiencia de Madrid.

Asfixia económica

El castigo a la asociación de Pilar Manjón llegó por parte del PP en forma de negación de fondos públicos. El gobierno de la Comunidad de Madrid no le otorgó subvenciones hasta pasados ocho años de su fundación. Fue en 2012 la primera vez que la Asociación 11M Afectados de Terrorismo recibía dinero de las arcas públicas madrileñas, 3.000 euros. 

En 2016 y 2017, la asociación recibió 30.000 euros anuales. En 2018 y los sucesivos, 40.000. En 2023, percibió 44.630. La Asociación 11M Afectados de Terrorismo sí pudo acceder desde el principio a las subvenciones del Ministerio del Interior, igual que el resto de las entidades que representan a víctimas del terrorismo.

En cambio, la asociación minoritaria de víctimas del 11M, la dirigida por Ángeles Domínguez hasta hace pocos años, ha copado tradicionalmente en estas dos últimas décadas el grueso de las ayudas públicas del gobierno regional de Madrid. En 2009 recibía la mayor subvención de la Comunidad de Madrid, 169.371 euros. Además, esta entidad ha contado siempre con un local cedido por el Gobierno regional, mientras que la de Manjón nunca ha logrado esa ayuda. 

Si en ese año, 2009, la asociación de Pilar Manjón contaba con 1.035 miembros, todas ellas, víctimas reconocidas por el Ministerio del Interior, la de Domínguez aducía contar con 500 miembros y hoy dobla la cifra, según la propia entidad.

La Asociación de Ayuda a las Víctimas del 11M, que años después de su nacimiento cambió de denominación por la de Asociación de Víctimas del 11M, ha anunciado su disolución este 15 de marzo debido a "la falta de medios económicos así como de personas que quieran continuar como junta directiva", como anuncia en su página web.

Aznar, dirigentes del PP y Vox dan alas a la teoría de la conspiración del 11M dos décadas después

A pesar de haber pasado 20 años del sangriento atentado y de haberse acreditado que fue obra de comandos yihadistas, la FAES de Aznar, Vox y algunos destacados periodistas persisten en sembrar dudas, mientras dirigentes del PP se resisten a mencionar la verdadera autoría

Dos décadas después, las derechas mantienen viva la teoría de la conspiración que cuestiona los hechos juzgados sobre la masacre yihadista del 11 de marzo de 2004. Este lunes, Madrid conmemoró el 20 aniversario del mayor atentado terrorista sufrido en España, en el que murieron 192 personas y provocó más de 2.000 heridos. Y un año más sectores de PP y Vox dieron alas a la tesis que trata de vincular a ETA con el ataque. Todo ello en un momento en el que, además, las derechas utilizan constantemente a la banda terrorista ya desaparecida para tratar de desacreditar al Gobierno progresista y a la izquierda en general.

La tesis difundida en los últimos 20 años y que critican desde entonces la mayoría de las víctimas sostiene que no se conoce “toda la verdad” de lo sucedido en aquellos trenes cargados de bombas. De hecho, el Gobierno del momento, encabezado por José María Aznar –que salió de la Moncloa tras perder las elecciones solo tres días después del atentado–, siempre sostuvo que detrás de la masacre estaba ETA, pese a que pocas horas después del atentado las numerosas pruebas recogidas por la Policía Nacional y el propio Ministerio del Interior –dirigido entonces por Ángel Acebes– apuntaban ya en la dirección de comandos yihadistas. Fue, de hecho, una célula yihadista la condenada por la masacre. Y en su sentencia, la Audiencia Nacional descartó en todo momento cualquier vinculación del ataque con ETA.

Este lunes, la Fundación FAES, una de las referentes de la dirección del PP y dirigida precisamente Aznar, difundía una nota justificando que su Gobierno defendiera hace 20 años que había sido ETA pese a los datos que manejaba y que apuntaban a la autoría yihadista. “Nunca jamás llegó a manos del Gobierno ningún documento oficial que descartase definitivamente la autoría etarra y afirmara sin titubeos la responsabilidad yihadista”, señala el texto.

FAES acusa al PSOE de “mentir” por defender los hechos juzgados y de intentar tapar casos de “corrupción” o la aprobación de la ley de amnistía, que en Génova consideran también “corrupción”. “Podemos lamentar que lo polémico prime sobre lo institucional; el espíritu de división sobre la concordia; la manipulación mendaz sobre la crítica rigurosa”, afirma la fundación. Pero, en su opinión, hay “ciertas terminales mediáticas de la izquierda” que buscan el “calentamiento” de la luctuosa efeméride para “tapar vergüenzas rigurosamente actuales”. “Ni callamos hechos ciertos ni aceptamos mentiras reiteradas”, sentencia FAES.

El equipo de Feijóo, Ayuso y Almeida cierran filas con Aznar

La dirección del PP se apresuró a cerrar filas con Aznar. La secretaria general del partido, Cuca Gamarra, aseguró que este lunes no era “el día” para “atacar a quien en aquel momento estaba al frente del Gobierno de España, y con ello a todos aquellos que tuvieron que afrontar esos días”. Además, el partido de Alberto Núñez Feijóo se sigue resistiendo a decir públicamente que los atentados del 11M fueron perpetrados por terroristas yihadistas.

En los actos y homenajes a las víctimas organizados este lunes ni la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, ni el alcalde de la capital, José Luis Martínez-Almeida, pusieron nombre y apellidos a los autores de la masacre, juzgados y encarcelados por la Audiencia Nacional. Ambos se limitaron a calificar el 11M como “el mayor atentado de la historia de España” y lanzaron un sentido reconocimiento a las víctimas, a sus familiares, a los servicios de emergencias, al personal sanitario y a los ciudadanos que las auxiliaron de una forma u otra. 

“Nada ni nadie pueden condicionar nuestro camino por medio de la amenaza, el miedo o el chantaje”, apuntó Ayuso en el acto celebrado este lunes frente a la Real Casa de Correos, sede del Ejecutivo autonómico. A su juicio, “la libertad se defiende ejerciéndola cada día y en cada circunstancia. 

Desde Vox, en cambio, abrazaron la teoría de la conspiración sin sutilezas. El partido de extrema derecha que preside Santiago Abascal es de los que siguen poniendo en duda la autoría de la matanza del 11M. En un post publicado por la mañana en su perfil de X, la formación enviaba un “recuerdo a las víctimas y a sus familias” del “peor atentado que ha sufrido España”, para lamentar después que llevan “20 años queriendo saber toda la verdad de lo que ocurrió”, y pidiendo, “por favor”, conocerla. 

El diputado nacional y portavoz de Vox en el Ayuntamiento de Madrid, Javier Ortega Smith, se abonaba a esas tesis y durante el homenaje organizado por la Comunidad de Madrid señalaba que se cumplen dos décadas de “la mayor traición a las víctimas que se haya podido hacer jamás”. Luego recordó que este lunes, con motivo de los 20 años del atentado, “prescriben los delitos” que “no deberían prescribir jamás”. “Hay quienes llevamos desde hace décadas exigiendo saber la verdad y que se sepan todas las incógnitas que no se lograron resolver en el procedimiento judicial”, agregaba.

También el hoy director de El Español, Pedro J. Ramírez, que fue quien durante años alimentó la “teoría de la conspiración” a través de editoriales e informaciones en su etapa al frente de El Mundo, lamentaba que vayan a prescribir los delitos. “Se consuma así el fracaso del Estado en el esclarecimiento de los hechos”, afirmó en su videoblog.

Uno de los promotores de la teoría de la conspiración, Luis del Pino, excolaborador de Federico Jiménez Losantos en la Cope y esRadio y ahora vinculado a El Toro TV –la antigua Intereconomía–, añadía en X: “Sobre el 11-M, mientras no asumáis que, después de la masacre, el PSOE y (una parte de) el PP se pusieron de acuerdo en encerrar a la opinión pública en el falso y estúpido debate de si fue ETA o Al Qaeda (cuando no fueron ninguno de los dos), no podréis entender qué pasó”.

Una crítica más que no faltó este lunes fue la de la presidenta de la AVT, Maite Araluce, muy cercana al PP. Durante el tradicional acto en el Bosque del Recuerdo del parque de El Retiro, Araluce cargó contra Pedro Sánchez y su Gobierno al que acusa de seguir “sin colaborar con la Justicia para los casos sin esclarecer, como el 11M”.

“Ni en desiertos remotos ni en montañas lejanas”

Fue el propio Gobierno de José María Aznar el que mantuvo desde el primer momento que la autora de la masacre era ETA. Tres días después del ataque, el domingo, 14 de marzo de 2004, se celebraban elecciones generales. Y a pesar de las dudas que a las pocas horas ya empezaba a haber sobre la autoría del brutal atentado, el Ejecutivo insistió esa misma jornada electoral en que “ETA buscaba una masacre en España”. Es más, tal y como recoge un informe secreto de la Ertzaintza publicado estelunes por eldiario.es, el Gobierno del PP movilizó al CNI para vincular a ETA con el 11M hasta que pasaran las elecciones. Frente a ello, miles de personas convocadas por mensajes a través de las redes sociales, acudieron masivamente a la sede del PP de la calle Génova la víspera de los comicios exigiendo a Aznar que no mintiera. “¿Quién ha sido?”, coreaban.

Pese a todas las evidencias, el entonces candidato del PP y secretario general del partido, Mariano Rajoy, dijo en una entrevista en El Mundo en esa misma jornada de reflexión: “Tengo la convicción moral de que fue ETA”. El PP perdió las elecciones y empezó una nueva legislatura gobernada por el socialista José Luis Rodríguez Zapatero, al que las derechas acusaron de ganar aprovechándose del dolor de las víctimas.

Lejos de admitir que el 11M fue autoría de terroristas yihadistas, como quedó probado en el juicio, el propio Aznar y buena parte del PP, así como tertulianos y periodistas afines a este partido, alimentaron durante años esa “teoría de la conspiración” en la que involucraban y siguen involucrando a la Policía Nacional, jueces, los servicios secretos (CNI), y al PSOE, al que ven detrás de las “pruebas falsas” que creen que hubo en la investigación.

La teoría continuó difundiéndose en la Comisión de Investigación abierta en el Congreso ese mismo 2004. El expresidente del Gobierno compareció en ella y sentenció que “los que idearon” la masacre del 11M no estaban “ni en desiertos remotos ni en montañas lejanas”.

 

 

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