17 marzo 2024 (11.03.24)
Aznar insiste en sus mentiras sobre el 11-M
“Ningún documento afirmó la responsabilidad yihadista”, asegura el expresidente 20 años después
El expresidente del Gobierno, José María Aznar, ha defendido su gestión del 11-M, insistiendo en las mentiras de entonces. Así pues, Aznar, a través de la fundación Faes que preside, ha tratado de justificar la insistencia de su Ejecutivo en atribuir la autoría de los atentados a la banda terrorista ETA, negando la responsabilidad yihadista.
Veinte años después de los atentados del 11-M, el peor ataque islamista de la historia de Europa, José María Aznar, presidente del Gobierno por aquel entonces, ha tratado de justificar su reacción y la del Ejecutivo que presidía ante el atentado terrorista, que se cobró la vida de 193 personas. Tras lo ocurrido, Aznar trató de atribuir la autoría del incidente a ETA, descartando la implicación yihadista.
El expresidente ha utilizado la fundación Faes que preside para asegurar que, “nunca, jamás llegó a manos del Gobierno ningún documento oficial que descartase definitivamente la autoría etarra y afirmara sin titubeos la responsabilidad yihadista”. “Ni callamos hechos ciertos, ni aceptamos mentiras reiteradas”, insisten, añadiendo que, “ni al Gobierno de entonces le constaban las evidencias que se le reprocha ocultar; ni en su actuación dejó de atender a los indicios de que disponía en cada momento”.
A través de una nota difundida por Faes a los medios este lunes, aseguran que, “podemos lamentar que lo polémico prime sobre lo institucional; el espíritu de división sobre la concordia; la manipulación mendaz sobre la crítica rigurosa”, y acusan a “ciertas terminales mediáticas de la izquierda” de buscar un “calentamiento” del 11-M para “tapar vergüenzas rigurosamente actuales”.
Según recuerda la fundación, el mismo 11 de marzo de 2004, “responsables de las Fuerzas de Seguridad del Estado reunidos en el Ministerio del Interior informan al ministro de que el explosivo utilizado es Titadyn y que se ha empleado cordón detonador, lo que señala el modus operandi de ETA”. Ya por la tarde, “el CNI hace llegar al Gobierno una nota que analiza con detalle los elementos conocidos hasta entonces, para atribuir la autoría a ETA”.
Asimismo, Faes reconoce que el mismo día del atentado se halló una furgoneta en Alcalá de Henares (Madrid) con detonadores y “una cinta en árabe”, y añade que, “es cierto que abre una nueva línea de investigación”. En la nota, que obvia todas las comparecencias de los responsables del Gobierno durante el día del atentado y las jornadas posteriores, defendiendo que la responsable del atentado era ETA, se indica que, “el presidente vuelve a hablar con los medios para informar acerca del descubrimiento de la furgoneta y la valoración que se daba al hecho: el de abrir una nueva línea, manteniéndose la pista de ETA como prioritaria”.
Tampoco hizo cambiar el criterio del CNI, según Faes, la aparición de una mochila con explosivos en Vallecas, que no detonó por un fallo en el montaje. “En ese momento, el director del CNI seguía sin dar credibilidad a la reivindicación yihadista”, insisten desde la fundación, pese a que un día antes del hallazgo, un medio británico ya apuntaba al terrorismo islámico.
“Veinte años después, reiteramos que aquel Gobierno no ignoró ningún informe policial o de inteligencia que contradijese su actitud o su política de comunicación durante aquellas jornadas. La dirección del CNI desmintió en su día informaciones que le atribuían, ya para el jueves 11 o el viernes 12, un conocimiento sólido de la pista islámica. Nunca, jamás llegó a manos del Gobierno ningún documento oficial que descartase definitivamente la autoría etarra y afirmara sin titubeos la responsabilidad yihadista”, concluye Faes.
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