viernes, 9 de febrero de 2018

09 febrero 2018 (2) El Mundo del Siglo XXI (opinión)

09 febrero 2018



50 años de terrorismo en 75 fotografías
Una exposición muestra, entre otros asesinatos, la atmósfera que envolvió la muerte de Pagazaurtundua

Hacía frío ayer en un Andoain encapotado. Una humedad heladora como la que envolvió a Josefa Pagazaurtundua el sábado 8 de febrero del 2003. cuando entró en el bar Daytona para tomarse un café y hojear los periódicos. El frío y el Daytona en ese barrio humilde del pueblo guipuzcoano en el que tan sólo tres años antes ETA había asesinado al columnista de El Mundo José Luis López de la Calle. Eduardo Nave y Maite Pagazaurtundua vivieron juntos en la mañana de ayer los recuerdos de aquel asesinato anunciado. El fotógrafo valenciano, tras concluir su trabajo de 75 imágenes sobre los asesinatos de la banda terrorista, colocó su cámara frente al Daytona y accionó el disparador.
«Ha sido un silencio de tres minutos y un estallido de emociones al tener tan cerca a Maite, la hermana de Joseba», recordaba horas después Nave, mientras ultimaba la colocación de la enorme fotografía que ya cuelga en las paredes del Museo de San Telmo de San Sebastián. El Daytona se incorpora así a las otras 75 fotografías que realizó entre 2008 y 2013 con su proyecto A la hora, en el lugar.
Arte para purificar porque, como aseguró ayer Maite Pagazaurtundua, quedan muchas cosas aún pendientes como la «condena explícita» del terrorismo etarra que no toda la sociedad vasca ha realizado. La hermana de Joseba, quien se comprometió ante él en sus últimos días de vida en el Hospital Donostia a cuidar de la familia y mantener su memoria, recordó que constituye una «obligación» mirar al pasado.
Pese a acumular momentos tremendos a lo largo de los últimos 15 años, Pagazaurtundua reconoció la enorme «emoción» en la que se mezclaba «algo de regeneración y algo de catarsis» por participar en silencio en el trabajo del fotógrafo valenciano, que también sufrió el impacto del terrorismo cuando, con 15 años, ETA mató al padre de uno de sus compañeros de clase. Desde ayer, el Daytona forma parte de la amplia exposición que recuerda los 50 años de terrorismo etarra en el Museo de San Telmo de San Sebastián.

Opinión:

Bueno, pues ya puestos, invitaría al señor Eduardo Nave a visitar la exposición “La ferida de Hipercor, Barcelona, 1987” que se está presentando en la Sala Espai Zero de Fabra i Coats de Barcelona… entre otras razones porque no hay ni una sola fotografía que sea ofensiva para las víctimas del atentado.
Estoy seguro que su trabajo habrá tenido la misma sensibilidad.


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