miércoles, 3 de septiembre de 2014

02 septiembre 2014 Agencia Europa Press (opinión)

02 septiembre 2014


Caride Simón rompió con la banda y está acogido a la 'Vía Nanclares'
Conceden un permiso de salida de prisión de seis días a un disidente etarra condenado por el atentado de Hipercor
Es la quinta salida que autoriza la Audiencia Nacional desde diciembre y en este caso destaca su "evolución positiva"




La Audiencia Nacional ha concedido un permiso de salida de prisión de seis días para Rafael Caride Simón, condenado por el mayor atentado de la historia de ETA contra el Hipercor de Barcelona en el que fueron asesinadas 21 personas en 1987. Actualmente Caride Simón es uno de los presos acogidos a la denominada 'Vía Nanclares' tras romper con ETA y ser expulsado del colectivo de presos de la organización criminal.
  
"Dándose los requisitos legales y viendo su evolución positiva, es de justicia que se estime el recurso de queja interpuesto y por ende se conceda el permiso con iguales condiciones que las anteriores piezas de permiso y siempre y cuando se produzca sin incidencia negativa alguna", dice el auto firmado el 27 de agosto por el juez Central de Vigilancia Penitenciaria de la Audiencia Nacional, José Luis Castro, al que ha tenido acceso Europa Press.
  
El magistrado da así la razón al preso frente a la decisión adoptada el pasado 14 de mayo por la Junta de Tratamiento de la cárcel de Zaballa (Álava), que se opuso a dejarle salir. Aunque en el pasado este mismo juez se había manifestado en contra de dar permiso a Caride Simón, ahora se basa en que desde diciembre de 2013 se le han autorizado hasta cuatro salidas similares y que todas ellas fueron aprobadas por la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional en contra también de la Fiscalía.

Oposición de la Fiscalía
  
En esta ocasión y pese a que también se oponía el Ministerio Público, el juez de Vigilancia Penitenciaria decide atender a los precedentes y a la "evolución positiva" de Caride Simón para dejarle salir. Asimismo recuerda que el interno también cumple el resto de requisitos legales al haber cumplido la cuarta parte de su condena.

Es el artículo 154 del Reglamento Penitenciario el que establece que se podrán conceder, "como preparación para la vida en libertad", permisos de salida de hasta siete días de duración con un máximo de 36 días por año a los internos de segundo grado.
  
Caride Simón se encuentra en la cárcel desde el año 2000 y está condenado a una pena de cientos de años, aunque con un límite de cumplimiento de 30 años por lo que no saldría hasta 2030. Cumplió la cuarta parte de su pena en 2007 y está clasificado en segundo grado desde 2010. De 68 años de edad, se encuentra interno en un módulo de respeto donde ha realizado actividades de auxiliar de limpieza, cursos de informática y su última sanción consta en el año 2007 cuando participó en un plante colectivo junto con otros miembros de ETA, según los datos recogidos por Europa Press.

“No genera problemas”

"No genera problemas de convivencia con el resto de sus compañeros y se le puede considerar un interno abordable aunque algo reservado", relataba el Juzgado de Vigilancia Penitenciaria en un auto del pasado febrero en el que denegó su salida, en ese caso, argumentando su elevada condena.

Caride Simón y otro histórico etarra Jon Urrusolo Sistiaga firmaron una carta en la que acusaban a la izquierda abertzale de "bloquear" el acceso a beneficios penitenciarios de algunos reclusos. En el texto, ambos afirmaban que hay ciertos reclusos que "podrían salir ya a la calle, pero no se lo van a plantear porque los comisarios políticos que controlan el colectivo mantienen bloqueadas esas posibilidades".
  
La víctima de ETA Roberto Manrique --uno de los 45 heridos en Hipercor-- llegó a reunirse con Caride en la cárcel de Zaballa. En declaraciones a Europa Press recordó el momento como "algo importante" para colaborar después de "tantos años de trabajo en que nadie más sufra" lo que ha sufrido él y su familia. Destacó que la reunión con Rafael Caride Simón sirvió de ayuda para "sacar más información de la cárcel" y como una colaboración para "evitar más dolor".
  
Según dijo, fue el propio preso el que mandó una carta a Manrique para entrevistarse con él. En la misiva reconocía el daño y el sufrimiento que habían causado a personas como él durante su militancia en ETA. "Tuve oportunidad de preguntarle a los autores una serie de cuestiones y sentí una responsabilidad importante", ha reconoció.

Opinión:

Nada tengo que objetar al permiso concedido ya que la legislación así lo admite. Pero quiero aprovechar la ocasión para aclarar dos asuntos. Primero, no entiendo que haya que seguir informando sobre los permisos que se le conceden al “disidente etarra” cuando este ya es el sexto.
Segundo, y pese a quien pese, en ningún momento desde aquel 12 de junio quise que aquel encuentro y las noticias posteriores le parecieran a algún ignorante aprovechado un “circo mediático”. Es evidente que un servidor no puede coartar (ni lo he hecho desde 1987) la libertad de información que los medios quieran presentar. Al fin y al cabo, ya se sabe que no fue un servidor quien le dio la mano en dos ocasiones al asesino de 24 ciudadanos.

Pero en la familia Manrique-Ramos estamos contentos porque hemos colaborado en un objetivo: que nadie mas pase por lo mismo que otros ya hemos pasado... y no nos ha hecho falta inventarnos secuelas ni aprovecharnos de las secuelas de otros. Las sentencias ponen a cada uno en su sitio.



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