18 septiembre 2014
Presidente de
los obispos de la UE
dice en Madrid que los católicos deben sensibilizar en la defensa de la vida
El presidente de la Comisión de las
Conferencias Episcopales de la UE
(COMECE), el cardenal Reinhard Marx, considera que los católicos europeos
tienen la tarea de sensibilizar sobre la defensa de la vida desde su inicio
hasta el final, no solo ante el aborto sino también ante la eutanasia y, junto
al aborto, considera, entre otros, importantes temas como familia o la cuestión
de la homosexualidad o el aborto.
Durante la presentación de las II Jornadas Sociales
Católicas por Europa, Marx ha coincidido con el vicepresidente del Consejo de
Conferencias Episcopales Europeas (CCEE), el cardenal Angelo Bagnasco, en que la Unión Europea no
debe adoptar decisiones sobre asuntos que derivan de la responsabilidad de los
estados miembros.
Por su parte, el obispo auxiliar de Madrid Juan
Antonio Martínez Camino ha asegurado que espera que la Ley del aborto sea
"reformada para una mejor tutela del derecho a la vida" y de la
maternidad pues, a su juicio, el Estado debe tutelar la vida de cualquier ser
humano.
"Esperamos que la legislación española, que ha
sido denunciada por la
Conferencia Episcopal varias veces como gravísimamente
injusta, sea reformada para una mejor tutela del derecho a la vida y al mismo
tiempo de la maternidad y los derechos de las mujeres", ha subrayado.
Preguntado por la decisión del Gobierno de posponer
la aprobación del proyecto de Ley para la protección de la vida del no nacido y
de los derechos de la mujer embarazada, ha advertido de que "no se puede
poner la vida de un ser humano como medio para ninguna otra cosa" pues
"la vida de un ser humano, aunque tenga unas horas de existencia es un fin
en sí mismo que el Estado debe tutelar".
Camino se ha remitido al comunicado publicado por
los obispos este jueves en el que defienden la vida de los más débiles en el
contexto de las marchas por la vida convocadas para este fin de semana, aunque
no ha revelado si acudirá o no a la
Marcha por la
Vida de este domingo. "Como ha dicho el Papa, el aborto
no es progresista, no es defender a los débiles", ha insistido.
Además, ha precisado que "no se puede
contraponer el derecho a la vida y la libertad de la mujer" y que hay que
apoyar esta libertad "para que las mujeres puedan ser madres sin
condicionamientos negativos". A su juicio, "la legislación española
debe avanzar en esta dirección".
Opinión:
Desde el respeto que me merecen
todas y cada una de las personas que profesan su pertenencia a confesiones
religiosas e incluso aquellos que no tienen ninguna, vuelvo a recordar que hay
situaciones que me parecen, cuanto menos, surrealistas.
Me plantea serias dudas sobre la
condición humana el ver a tanta gente protestar ante la problemática social y
legislativa que se ha creado con la aprobación o no de la llamada Ley del
Aborto (en realidad, Ley para la protección de la vida del no nacido y de los
derechos de la mujer embarazada). Y digo
que me plantea serias dudas no porque no pueda comprender las razones que
lleven a tales protestas (incluso puedo hasta compartirlas), pero lo que no es coherente
es que quien desde la altura política plantea tal legislación luego sea capaz
de denegar el reconocimiento como víctimas del terrorismo a aquellos fetos que
no llegaron a nacer al ser la madre gestante uno de los objetivos de los
terroristas.
Pondré el dedo en la llaga de una
santa (y nunca mejor dicho) vez:
¿qué han hecho las entidades que
se denominan pro-vida para solucionar tal situación?
¿Alguna de ellas se ha preocupado
de conocer a esas familias? Y digo conocer porque lo de representarlas ya ni me
lo planteo.
Las entidades que llenaron las
ciudades con carteles publicitarios usando las imágenes de un feto en el
interior de la madre ¿se han preocupado por estas familias?
¿Ha hecho lo mismo cualquiera de
los políticos que constantemente acuden a esas manifestaciones?
¿Podría deberse a una razón
puramente de ahorro de indemnizaciones?
¿Le pedimos los fondos económicos
a Bárcenas, a Pujol, a los de la
Gurtel , a los de los ERES…? Seguro que muchos son antiabortistas
y hasta algunos de misa diaria…
Y de los representantes eclesiásticos
ya ni pregunto.
Hablo constantemente con las
familias afectadas y su respuesta a estas preguntas es un NO como una catedral
(y nunca mejor dicho, por segunda vez). Y la pregunta es ¿hasta cuándo?
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