26 septiembre 2014
Lasa y
Zabala, material sensible
El cineasta Pablo Malo presenta su
filme sobre los dos etarras asesinados por el GAL
Pablo Malo es consciente de que, a partir de
ahora, tendrá que dar explicaciones por haber dirigido una película llamada Lasa y Zabala. «Me
da pena», nos aseguraba
este jueves el director donostiarra tras la presentación del filme en el festival de San Sebastián, fuera de competición. «Parece
que si haces una película sobre dos etarras asesinados por los GAL te estás
posicionando del lado de la izquierda aberzale, y si haces una sobre Miguel
Ángel Blanco te posicionas del lado del PP». Malo ha querido blindarse contra las
suspicacias tomando como referente el sumario que se siguió en la Audiencia Nacional
contra los responsables de los hechos, y siguiéndolo casi al pie de la letra. «A
medida que lo investigaba me di cuenta de que era materia prima idónea para un thriller político apasionante».
Partiendo
de esa base, la película recrea cómo Joxean Lasa y Joxi Zabala fueron
secuestrados en Bayona en 1983 por un grupo de guardias civiles, y luego
torturados y asesinados, según órdenes del entonces coronel del cuartel de
Intxaurrondo en San Sebastián, Enrique Rodríguez Galindo. «En todo momento he sabido que estaba
manejando un material muy sensible», indica
el director. «Pero lo mires como lo mires esas
muertes fueron una barbaridad. Hay gente que me dice cosas como: '¿y a cuánta
gente habrían matado Lasa y Zabala de no haberlos matado a ellos?' A mí ese
planteamiento me parece un horror».
Las víctimas
En
cualquier caso, la película ha recibido algunas críticas que le achacan cierta
falta de contextualización respecto a la época en la que se desarrolla, los
años 80, cuando la actividad terrorista de ETA
era
particularmente virulenta. «Probablemente esos crímenes requerirían
una película en sí mismos», se
justifica Malo, que en todo caso admite haber tomado partido por los dos
jóvenes. «Me he puesto del lado de las víctimas, y habría
hecho lo mismo de haber rodado una película
sobre el atentado de Hipercor».
Ante
todo, el director de Lasa y Zabala espera que el filme estimule el
diálogo. «Y precisamente lo que ha faltado en el País Vasco
ha sido diálogo. En la película hay un momento en el que Rodríguez Galindo
dice: 'Yo solo he llevado el Todo por la Patria hasta sus últimas consecuencias', y yo
creo que ambos bandos han caído en ese mismo error». En cualquier caso, considera «saludable» la eclosión de cine sobre ETA que ha tenido lugar desde que la banda
terrorista anunciara el cese definitivo de la actividad armada. «Está
bien que desdramaticemos, siempre y cuando lo hagamos con respeto», explica.
«En el País Vasco todos tenemos a personas alrededor
que han muerto, o que están en la cárcel. Yo fui compañero de colegio del hijo
de Enrique Casas, veía a Gregorio Ordóñez pasear por lo Viejo cuando era niño», afirma en referencia a algunas víctimas de la
violencia. «Es hora de que reconozcamos que todo
esto ha sido un gran error, y que no ha servido más que para que todos lo
hayamos pasado muy mal».
Opinión:
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