domingo, 14 de mayo de 2017

13 mayo 2017 El Periódico de Catalunya (opinión)

13 mayo 2017



Persiguiendo a un fantasma del Barça
El estafador de mujeres, que fingía ser miembro del cuerpo técnico del club, fue detenido en la Ciutat Esportiva
Los Mossos que lo buscaban descubrieron que Gómez Manzanares no vivía en el mundo real

Francisco Gómez Manzanares, el camaleónico estafador que se inventa vidas para engañar a sus víctimas -acumula ya 24 denuncias-, en su última etapa 'profesional' se esmeró en fingir que era un miembro del equipo técnico del F. C. Barcelona. Continuamente barnizaba su impostura con nuevas mentiras. "Llegaré tarde porque saldré a correr con Luis Enrique", le dijo a una de sus víctimas. "Hablaba de Pep Guardiola y de su mujer como si fueran amigos íntimos", recuerda. A todas las mujeres les regaló prendas y balones firmados por Messi, Neymar y Suárez (las firmas, las hacía él). Iba siempre vestido con ropa oficial de entrenamiento, se hacía ‘selfies’ dentro del campo y se grababa vídeos accediendo al estadio. A ninguna de las víctimas con las que ha contactado este diario pareció impresionarle lo más mínimo su relación con el equipo blaugrana. Y el F. C. Barcelona, consultado por EL PERIÓDICO, no piensa tomar cartas judiciales en este asunto, por un posible delito de usurpación, porque tiene "temas judiciales" más urgentes que atender. A él sí parecía importarle formar parte del Barça. Y eso facilitó su detención.

Sin vínculos con el mundo real

El cabo Ricardo Sáez, de la Unidad de Investigación Básica de los Mossos d'Esquadra de Sant Feliu de Llobregat, cree que alguna cosa tiene que fallar en una persona cuando "no tiene ningún contacto con el mundo real". Gómez Manzanares vivía completamente "aislado". No tenía nada a su nombre, ni un coche, ni una casa, ni una cuenta corriente… nada. "No he conocido a ningún delincuente así".
La primera vez que el cabo Sáez oyó hablar de él fue a finales de octubre del 2016, cuando, casualmente, presenció cómo Esther -nombre ficticio de la cuarta víctima catalana de este timador voraz- presentaba su denuncia en Sant Feliu. La vio tan "asustada" y "avergonzada" que, a partir de ese instante, comprendió que aquello no iba simplemente de dinero perdido, iba de un hombre peligroso que hacía "mucho daño" a las mujeres. 

Buscar un fantasma

Gracias a la matrícula que le dio Esther, los Mossos llegaron hasta el nombre de la madre de Gómez Manzanares. A través de las bases policiales compartidas, supieron que su hijo Francisco había sido condenado por estafa en tres ocasiones. Y la propia Esther, al ver la fotografía, confirmó que era él. El problema, sin embargo, era encontrarlo, porque era como "perseguir un fantasma".
Junto a dos compañeros de la Unidad, comenzaron a buscarlo. Investigaron si el coche había pasado la ITV y encontraron otra cosa: acababa de cambiarse de vehículo. La compraventa se había llevado a cabo en un concesionario de vehículos de gama alta de Barcelona.

Charlie Reixach en el banco

Los policías visitaron el concesionario poco después de que Gómez Manzanares dejara un A5 y se llevara un BMW X6, previo pago de 20.000 euros. El responsable del negocio se acordaba de él. Los dos habían ido juntos al banco porque pretendía pagar esa cantidad en efectivo. También a él, el estafador le soltó "el rollo del F. C. Barcelona", subraya Sáez. "¿Qué necesidad tenía de hacer eso?", se pregunta el policía. Ninguna. Y además, aquel día, le salió mal.
Al entrar en el banco coincidieron con Carles Reixach, antiguo entrenador del Barça y un histórico trabajador del club. "¡Mira, es Charlie Reixach, salúdalo!", le propuso el vendedor. Gómez Manzanares se quedó rígido, y se negó a hacerlo. El vendedor se olió allí mismo que algo fallaba. Anécdotas al margen, contactar con el concesionario permitió a los Mossos saber que el estafador había cambiado de coche: ahora tenían que buscar un BMW X6, de color plata.

Guardias de fin de semana

Los policías escudriñaron las pistas que daban las mujeres que le habían conocido. A Esther la citó la primera vez en una cafetería de la Ciutat Esportiva de Sant Joan Despí. A otra la llevaba a comer a un restaurante chino de las afueras. Optaron por montar guardias en el restaurante. Nunca apareció. Eligieron trasladar las guardias a la Ciutat Esportiva del Barça. Aunque estas tendrían que hacerse durante el fin de semana, cuando había partidos del futbol base.
La mañana del sábado 11 de marzo, Sáez y su compañero, tras casi medio año imaginando lugares en los que podría estar Gómez Manzanares, entraron en el aparcamiento de Sant Joan Despí y se cruzaron con un BMW X6 plateado. Cuando las ventanas de ambos coches se alinearon, reconocieron la cara de Gómez Manzanares, con las gafas de sol y el pinganillo del teléfono en la oreja. Esperaron a que aparcara, salieron del coche y, finalmente, pudieron ponerle las esposas. "No se resistió, fue como si tuviera asumido que tarde o temprano lo detendrían", recuerda Sáez.
En la comisaría de Sant Feliu, el cabo entró para interrogarlo. Había transcurrido muy poco desde su detención. Pero en ese tiempo, el estafador "ya no era el mismo" que conducía vanidoso el BMW X6, ahora se notaba que usaba "tinte para el pelo" y parecía "más viejo".

El silencio

Durante el breve interrogatorio, "fue muy amable". Pero Sáez entendió pronto que no iba a sacarle nada. Ni siquiera saber a qué cerradura pertenecían las llaves que guardaba en el bolsillo. "Quizá dentro de un tiempo algún propietario entre en un piso que le alquiló a Gómez Manzanares y encuentre un montón de billetes de 50 euros en el armario", explica Sáez para tratar de descifrar dónde está el dinero que estafaba. En el último año, por lo menos, había amasado casi 300.000 euros. Si no lo tiene escondido, "tiene un cómplice que aun no ha aparecido", concluye.
En el maletero del BMW X6 de Gómez Manzanares, actualmente encarcelado por quebrantamiento de condena, aparecieron una caja de botellas de la bodega de Andrés Iniesta, varios balones del Barça firmados por los jugadores (que habría firmado él mismo), ropa deportiva y un neceser, también del F. C.Barcelona. Dentro de este había una muda de ropa interior y lo básico para solventar una primera noche fuera de casa. Un fantasma, aunque sea del Barça, no necesita nada más.

Opinión:

Curiosa la descripción de este individuo y más aun su forma de vida y de autoengaño que, al parecer, le reportaba diverso beneficios personales. Podrá parecer que la noticia no tiene relación con la temática de este blog pero ¿se ha parado alguien a pensar si existen ciertos personajes que dicen ser “víctimas del terrorismo” pero que no pueden demostrar que estuvieran en el lugar del atentado en el momento del atentado? ¿Tiene alguien que pruebe fehacientemente que se encontraban en el lugar donde ocurrió el atentado? Algunos casos ya se descubrieron en lo ocurrido el 11S o incluso en el 11M … pero ¿podrían haber algunos relacionados con otros atentados?
El tal Francisco Gómez convencía a la gente con camisetas o con pelotas firmadas por él mismo… del mismo modo que cabe sospechar que otros y/u otras han podido conseguir indemnizaciones o pensiones mensuales gracias a la buena voluntad (y por qué no decirlo, abusando de la confianza) de algún miembro de las CFSE de alguna comisaría cercana relatando historias y problemas que han oído por boca de las víctimas reales.

¿Algún día se sabrá toda la verdad?

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