13 mayo 2017
Persiguiendo a un
fantasma del Barça
El estafador de mujeres, que fingía ser miembro del cuerpo
técnico del club, fue detenido en la Ciutat Esportiva
Los Mossos que lo buscaban descubrieron que Gómez
Manzanares no vivía en el mundo real
Francisco
Gómez Manzanares, el camaleónico estafador que se inventa vidas
para engañar a sus víctimas -acumula ya 24 denuncias-, en su última etapa
'profesional' se esmeró en fingir que era un miembro del equipo
técnico del F. C. Barcelona. Continuamente barnizaba su
impostura con nuevas mentiras. "Llegaré tarde porque saldré a correr con Luis Enrique",
le dijo a una de sus víctimas. "Hablaba de Pep Guardiola y
de su mujer como si fueran amigos íntimos", recuerda. A todas las
mujeres les regaló prendas y balones firmados por Messi, Neymar y Suárez (las firmas, las hacía él). Iba
siempre vestido con ropa oficial de entrenamiento, se hacía ‘selfies’ dentro
del campo y se grababa vídeos accediendo al estadio. A ninguna de las víctimas
con las que ha contactado este diario pareció impresionarle lo más mínimo su
relación con el equipo blaugrana. Y el F. C. Barcelona, consultado por EL
PERIÓDICO, no piensa tomar cartas judiciales
en este asunto, por un posible delito de usurpación, porque tiene "temas
judiciales" más urgentes que atender. A él sí parecía importarle formar
parte del Barça. Y eso facilitó su detención.
Sin
vínculos con el mundo real
El cabo Ricardo Sáez, de la Unidad de Investigación
Básica de los Mossos d'Esquadra de
Sant Feliu de Llobregat, cree que alguna cosa tiene que fallar en una persona
cuando "no tiene ningún contacto con el mundo real". Gómez Manzanares
vivía completamente "aislado". No tenía nada a su nombre, ni un
coche, ni una casa, ni una cuenta corriente… nada. "No he conocido a
ningún delincuente así".
La primera
vez que el cabo Sáez oyó hablar de él fue a finales de octubre del 2016,
cuando, casualmente, presenció cómo Esther -nombre
ficticio de la cuarta víctima catalana de este timador voraz- presentaba su
denuncia en Sant Feliu. La vio tan "asustada"
y "avergonzada" que,
a partir de ese instante, comprendió que aquello no iba simplemente de dinero
perdido, iba de un hombre peligroso que hacía "mucho daño" a las mujeres.
Buscar un fantasma
Gracias a la matrícula que le dio Esther, los Mossos
llegaron hasta el nombre de la madre de Gómez Manzanares. A través de las
bases policiales compartidas, supieron que su hijo Francisco había sido
condenado por estafa en tres ocasiones. Y la propia Esther, al ver la fotografía, confirmó que era él. El problema, sin
embargo, era encontrarlo, porque era como "perseguir un fantasma".
Junto a dos
compañeros de la Unidad ,
comenzaron a buscarlo. Investigaron si el coche había pasado la ITV y encontraron otra cosa:
acababa de cambiarse de vehículo. La compraventa se había llevado a cabo en un
concesionario de vehículos de gama alta de Barcelona.
Charlie Reixach en el
banco
Los policías visitaron el concesionario poco después de que
Gómez Manzanares dejara un A5 y se llevara un BMW X6, previo
pago de 20.000 euros. El responsable del negocio se acordaba de
él. Los dos habían ido juntos al banco porque pretendía pagar esa cantidad en
efectivo. También a él, el estafador le soltó "el rollo del F. C.
Barcelona", subraya Sáez. "¿Qué necesidad tenía de hacer eso?",
se pregunta el policía. Ninguna. Y además, aquel día, le salió mal.
Al entrar en el banco coincidieron con Carles Reixach,
antiguo entrenador del Barça y un histórico trabajador del club. "¡Mira,
es Charlie Reixach, salúdalo!", le propuso el vendedor. Gómez Manzanares
se quedó rígido, y se negó a hacerlo. El vendedor se olió allí mismo que algo
fallaba. Anécdotas al margen, contactar con el concesionario permitió a los
Mossos saber que el estafador había cambiado de coche: ahora tenían que buscar
un BMW X6, de color plata.
Guardias de fin de
semana
Los
policías escudriñaron las pistas que daban las mujeres que le habían conocido.
A Esther la citó la primera vez en una cafetería de la Ciutat Esportiva de Sant Joan Despí.
A otra la llevaba a comer a un restaurante chino de
las afueras. Optaron por montar guardias en el restaurante. Nunca apareció.
Eligieron trasladar las guardias a la Ciutat Esportiva
del Barça. Aunque estas tendrían que hacerse durante el fin de semana, cuando
había partidos del futbol base.
La mañana
del sábado 11 de marzo, Sáez y su compañero, tras casi medio año imaginando
lugares en los que podría estar Gómez Manzanares, entraron en el
aparcamiento de Sant Joan Despí y se cruzaron con un BMW X6 plateado. Cuando
las ventanas de ambos coches se alinearon, reconocieron la cara de Gómez
Manzanares, con las gafas de sol y el pinganillo del teléfono en la oreja.
Esperaron a que aparcara, salieron del coche y, finalmente, pudieron ponerle las esposas.
"No se resistió, fue como si tuviera asumido que tarde o temprano lo
detendrían", recuerda Sáez.
En la
comisaría de Sant Feliu, el cabo entró para interrogarlo. Había transcurrido
muy poco desde su detención. Pero en ese tiempo, el estafador "ya no era
el mismo" que conducía vanidoso el BMW X6, ahora se notaba que usaba
"tinte para el pelo" y parecía "más viejo".
El silencio
Durante el breve interrogatorio, "fue muy
amable". Pero Sáez entendió pronto que no iba a sacarle nada. Ni siquiera
saber a qué cerradura pertenecían las llaves que guardaba en el bolsillo.
"Quizá dentro de un tiempo algún propietario entre en un piso que le
alquiló a Gómez Manzanares y encuentre un montón de billetes de 50 euros en el
armario", explica Sáez para tratar de descifrar dónde está el dinero que
estafaba. En el último año, por lo menos, había amasado casi 300.000 euros. Si
no lo tiene escondido, "tiene un cómplice que aun no ha aparecido",
concluye.
En el maletero del BMW X6 de Gómez Manzanares,
actualmente encarcelado por quebrantamiento de condena, aparecieron una caja de
botellas de la bodega de Andrés Iniesta, varios balones del Barça firmados por los
jugadores (que habría firmado él mismo), ropa deportiva y un neceser, también
del F. C.Barcelona. Dentro de este había una muda de ropa interior y lo básico
para solventar una primera noche fuera de casa. Un fantasma, aunque sea del
Barça, no necesita nada más.
Opinión:
Curiosa la descripción de este individuo y más aun su forma
de vida y de autoengaño que, al parecer, le reportaba diverso beneficios
personales. Podrá parecer que la noticia no tiene relación con la temática de
este blog pero ¿se ha parado alguien a pensar si existen ciertos personajes que
dicen ser “víctimas del terrorismo” pero que no pueden demostrar que estuvieran
en el lugar del atentado en el momento del atentado? ¿Tiene alguien que pruebe
fehacientemente que se encontraban en el lugar donde ocurrió el atentado? Algunos
casos ya se descubrieron en lo ocurrido el 11S o incluso en el 11M … pero ¿podrían
haber algunos relacionados con otros atentados?
El tal Francisco Gómez convencía a la gente con camisetas o
con pelotas firmadas por él mismo… del mismo modo que cabe sospechar que otros
y/u otras han podido conseguir indemnizaciones o pensiones mensuales gracias a
la buena voluntad (y por qué no decirlo, abusando de la confianza) de algún
miembro de las CFSE de alguna comisaría cercana relatando historias y problemas
que han oído por boca de las víctimas reales.
¿Algún día se sabrá toda la verdad?
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