01 febrero 2019
Víctimas de Las
Ramblas: "El Estado ha sido responsable 'in vigilando' al imán de
Ripoll"
Tras las nuevas revelaciones de cómo la Policía Nacional
controlaba al cerebro de los atentados del 17-A hasta poco antes de la masacre
yihadista de 2017, la Unidad
de Atención y Valoración de Afectados por el Terrorismo, personada como
acusación popular en la causa, considera que "se están confirmando las
sospechas de que se cometió algún tipo de error estratégico en la
vigilancia de Abdelbaki Es Satty", pero el Gobierno lo oculta declarándolo
"materia reservada".
A medida que se conocen nuevos hechos sobre la vigilancia
policial a la que fue sometido el imán de Ripoll hasta muy poco antes de los
atentados de Barcelona y Cambrils, más claro queda que las fuerzas de seguridad
del Estado tenían controlado hasta el último momento al cerebro de la matanza, en
la que perecieron 17 personas –incluidos dos niños pequeños– y un centenar
sufrieron graves heridas.
Así que muchas de esas víctimas, como el padre de Xavi
–asesinado con sólo 3 años mientras paseaba por Las Ramblas–, se han indignado
al descubrir ahora algo que se mantenía oculto en el secreto del sumario: la
Policía Nacional
acudió en tres ocasiones a la Comunidad Islámica
Annour de Ripoll para interesarse por Abdelbaki Es Satty, el imán que estaba en esos momentos
organizando el grupo de terroristas y fabricando el arsenal de explosivos que
acabó estallando en Alcanar, falleciendo él mismo en la deflagración.
Y la indignación se ha extendido en numerosos ámbitos
catalanes porque esa revelación se produce menos de una semana después de que
la secretaria de Estado de Seguridad, Ana María Botella, evitase
responder a las preguntas del senador del PDeCAT Josep
Lluís Cleries sobre las
relaciones entre el imán de Ripoll y el Centro Nacional de Inteligencia (CNI),
alegando que eso está clasificado como "materia reservada".
Botella alegó que el director de los servicios secretos,
general Félix Sanz Roldán, ya había dado explicaciones –a puerta cerrada– en
marzo ante la Comisión
de Secretos Oficiales del Congreso, donde admitió que el
CNI mantuvo contactos con el imán cuando estaba terminando de cumplir condena
en la prisión de Castellón, en 2014. Según esa versión, el CNI se limitó
a cumplir "los protocolos antiterroristas" de interrogar a todo el
que admite haber mantenido contactos con yihadistas, como alegó Es Satty en su
defensa –adujo que le forzaron a llevar un alijo de droga– tras ser detenido en
2010 por tráfico de hachís.
"Esto de que es materia reservada nos retrotrae a hace
30 años, tras el atentado de Hipercor, cuando se constataban graves
errores de los cuerpos de seguridad pero el Gobierno se negó a admitirlo
durante los casi ocho años que tardamos en conseguir
que la Justicia
condenase al Estado como responsable civil subsidiario de la matanza
terrorista", subraya Robert Manrique Ripoll, asesor de la Unidad de Atención y
Valoración de Afectados por el Terrorismo, que se ha personado como acusación
popular en la causa de los atentados de Las Ramblas y Cambrils.
Manrique, él mismo víctima en Hipercor, recuerda:
"Tuvimos que ser 13 víctimas, que ni siquiera nos conocíamos antes,
los que nos organizásemos para emprender acciones judiciales y el
Estado no colaboraba, igual que no lo hace ahora, ni siquiera a la hora de
facilitarte los datos de los afectados".
Porque "lo de que es materia reservada es volver a las andadas en España.
Tanto en Francia, como en Alemania o Inglaterra, países que han padecido
atentados yihadistas, se han emprendido de inmediato comisiones de investigación
parlamentarias para averiguar los fallos de seguridad e inteligencia que llevaron
a las matanzas, y todos han colaborado", explica Manrique.
"Aquí, en cambio, se prohíben investigaciones, se ocultan
datos, se impide la formación de una comisión de investigación en el Congreso.
Es muy duro para nosotros asumir ese comportamiento del Estado, cuando aquí en
Catalunya el Parlament ha puesto en marcha una comisión de investigación. ¿Tan
difícil es que el Estado español intente averiguar si se ha hecho algo
mal?"
El testimonio del
secretario de la
Comunidad Annour
Ha sido, precisamente, en el marco de los trabajos de esa
comisión de investigación del Parlament donde Hamid
Barbach, secretario de la
Comunidad Islámica Annour de Ripoll, reveló a preguntas de
los diputados: "Recuerdo que dos veces, poco antes de los
atentados, nos visitaron dos policías [en el centro islámico]. Preguntan por
Abdelbaki es Satty, si está aquí, cómo está la cosa, cómo estamos"…
Los parlamentarios que se desplazaron hasta Ripoll para
interrogar a Barbach descubrieron así que la
Brigada de
Información del Cuerpo Nacional de Policía de Girona estaba vigilando el
comportamiento del imán yihadista y
verificando si tenía los papeles en regla. La primera visita de los
policías al centro islámico fue sin avisar; la segunda mediante cita
previamente concertada.
En una tercera ocasión, la Policía Nacional
llamó a través de “un número de teléfono oculto” y avisaron de que querían ver
el registro de la entidad. Esa llamada consta en el sumario porque la
investigación de los Mossos averiguó que el
Cuerpo Nacional de Policía llamó a la Comunidad Annour
para pedir los estatutos de la entidad y la documentación de Es Satty.
Pero el día que la policía propuso ir a buscar esos papeles los responsables
del centro tenían una reunión concertada en la mezquita de Manlleu y se
limitaron a dejar la documentación solicitada en el buzón de la entidad para
que la recogieran los agentes.
Todo esto se va sabiendo gracias a las pesquisas del
Parlament, pero nada parecido ocurre en Madrid porque en marzo la Mesa del Congreso vetó la
petición conjunta de Esquerra Republicana (ERC) y del PDeCAT para crear una comisión de
investigación sobre la relación entre el CNI y el imán de Ripoll.
Los diputados catalanes argumentaron que no era suficiente
la comparecencia de Féliz Sanz a puerta cerrada porque "es preciso ir
mucho más allá del director de inteligencia y poder interrogar a los agentes
encargados de controlar al confidente, a las autoridades de fronteras que no le
impusieron ningún control, a los agentes encargados de las comunicaciones
interdepartamentales que no avisaron al Cuerpo de los Mossos d'Esquadra de que tenían un presunto terrorista
en su territorio, etc".
Porque la trayectoria de Es Satty desde que entró en España
procedente de Marruecos tiene todos los ingredientes de una trama de espionaje: ya a
finales de 2002 fue detenido en el puerto de Ceuta por intentar pasar la
frontera a un individuo que viajaba con pasaporte falso, y al año
siguiente fue condenado por ello a seis meses de prisión y una multa.
En 2005, la Comisaría General
de Información intervino su teléfono durante un mes con la autorización del
entonces juez Grande-Marlaska por su relación con miembros de
Ansar Al Islam y del Grupo Islámico Combatiente Marroquí, ambos vinculados a Al
Qaeda y a los atentados del 11-M. En 2006 fue investigado por el sumario
Chacal, pero no llegó a ser procesado pese a aparecer implicado en la célula
yihadista del carnicero maroquí Mohamed Mrabet en Vilanova i la Geltrú , que según la Audiencia Nacional
enviaba yihadistas a Irak –aunque el Supremo anuló esa sentencia al invalidar
unas escuchas telefónicas sin la suficiente motivación judicial–.
En 2008, un informe de la Guardia Civil
desestimó que Es Satty tuviera "relación directa" con Mrabet, a pesar
de que tres
de los imputados le habían identificado como cómplice e incluso al mismo nivel
que el líder de la célula.
Capturado en 2010 con el alijo de droga, fue condenado a
cuatro años de prisión y mientras estaba en
la cárcel mantuvo "cuatro entrevistas policiales" con dos guardias
civiles y dos agentes del CNI, según un informe de Instituciones
Penitenciarias que consta en la instrucción del Juzgado Central 4 de la Audiencia Nacional.
Y, al cumplir su condena, iba a ser expulsado de España –como es normal en
casos así– pero el juez anuló esa orden de Subdelegación del Gobierno,
aduciendo arraigo en el país. La
Abogacía del Estado no recurrió esa sentencia.
a instalado en Ripoll como imán –sin
que todavía haya quedado claro cómo logró las recomendaciones para alcanzar ese
puesto con semejantes antecedentes policiales y penales–, viajó desde
allí libremente por Europa y eligió Vilvoorde, la localidad belga famosa por
albergar una comunidad islamista muy activa y desde la que más yihadistas
partían para combatir en Siria, tratando de asentarse allí.
Tan conspicua era su actitud que levantó
sospechas en la Policía
belga y uno de sus inspectores se puso en contacto por e-mail con un colega de
los Mossos al que había
conocido en una convención antiterrorista internacional, solicitándole
información sobre Es Satty. El mosso buscó en la base de datos de la Policía autonómica
catalana, en la que no había ningún dato sobre el imán, por lo que respondió
que no les constaba ningún antecedente yihadista de Es Satty.
En aquellos momentos, la base de datos de los Mossos no estaba
conectada con la del Centro de Inteligencia contra el Terrorismo y el Crimen
Organizado (CITCO) que dirigía José Luis Olivera, pese a las
continuas solicitudes previas cursadas por la Generalitat. El
Ministerio del Interior de Rajoy acabó finalmente conectando la base de datos
de los Mossos a la red central antiterrorista veinte días antes de los
atentados de Las Ramblas y Cambrils.
"Las víctimas exigen y merecen
respuestas",
clama Manrique, repasando todos estos antecedentes. "Es
preciso desentrañar qué relaciones tenía Es Satty con las fuerzas y
cuerpos de seguridad, cuáles eran sus relaciones con el CNI –que están ya
constatadas–, y a partir de ahí decidiremos si se deben pedir responsabilidades
civiles subsidiarias al Estado. Pero no cabe duda de que, al menos in vigilando a Es Satty, el Estado es responsable
de un gravísimo fallo de inteligencia".
"Para nosotros, una de las cuestiones
prioritarias –aparte de asesorar y ayudar a las víctimas– es averiguar qué
ocurrió y por qué no se impidieron los atentados. Ahora se están confirmando
las sospechas de muchas víctimas de que se cometió algún tipo de error
estratégico en la vigilancia de Es Satty. Y, si es así, lo menos que se puede pedir es que se depuren
responsabilidades".
Opinión:
Moleste mas o moleste menos, lo importante es que todo
cuanto se escriba o se diga tenga fundamentos y la suficiente coherencia. Por ello
es un honor saber que hay cientos de entradas cada día en este humilde blog
porque es una muestra de confianza en la información y las opiniones
publicadas.
Pero lo que me llena más de orgullo es que hayan sido mas
de 50 las víctimas que en solo 48 horas me hayan agradecido la labor que desempeñamos
desde UAVAT, incluyendo la de ser su “caja de resonancia” para hacer llegar al
público lo que muchísimas de ellas piensan a cada momento.
Y como les digo siempre cuando comentamos sobre estos temas…
que lástima no haber tenido la misma ayuda cuando durante décadas atrás
sufrimos tantos atentados en Catalunya. Al menos ahora saben que no están solos…
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