26 diciembre 2021
¿Es Bildu heredera de ETA? ¿Son “filoetarras”? Seis analistas relevantes reflexionan en ElPlural.com sobre este tema
Robert Manrique, víctima de ETA; los periodistas Landaburu y Gastaca; el hispanista Gibson; el diputado de Cs, Guillermo Díaz y el analista Andrés Villena debaten sobre si Bildu es “filoetarra"
El apoyo parlamentario que en determinadas ocasiones recibe el Gobierno de la formación Euskal Herria Bildu (EH Bildu) así como su participación en las decisiones políticas, para unos significa un paso muy importante para la normalización pero para otros, en este caso las fuerzas de la derecha (PP, Cs y Vox), es una batería de argumentos para el ataque y la erosión política del Ejecutivo que preside Pedro Sánchez. Un tema tan sensible como son las víctimas de ETA y el daño que esta organización terrorista produjo, sigue agitándose en beneficio partidista.
El debate de si EH Bildu sobre si son o no “herederos de ETA” o sus miembros “filoetarras”, lejos de cerrarse sigue dividiendo a la sociedad en función de qué lado de la política se sitúen los receptores de este mensaje. Con el ánimo de clarificar este delicado tema hemos recabado la opinión de cinco expertos, dos de ellos víctimas de ETA.
Se trata de Robert Manrique, exdelegado en Catalunya de la AVT (Asociación Víctimas del Terrorismo). También el veterano periodista, Gorka Landaburu, quien sufrió el zarpazo asesino provocándole secuelas que aún perduran. Otro periodista vasco, Juan María Gastaca, exsubdirector de ABC y exdelegado de El País en el País Vasco, nos aporta sus serias reflexiones sobre este asunto. El hispanista e historiador hispano-irlandés, Ian Gibson, conocedor del terrorismo del IRA así como de la realidad política española, tiene importante espacio en este debate. El diputado de Ciudadanos, Guillermo Díaz, polémico debatiente de este tema desde la tribuna del Congreso, nos aporta su visión desde el campo del centroderecha. Cierra el capítulo de opiniones relevantes el profesor de la facultad de Ciencias de la Información, el sociólogo Andrés Villena. Tras contactar con representantes de Bildu, éstos han declinado su participación tras considerar que su formación no entra en esta polémica.
Para entrar a fondo en este poliédrico debate hay que partir de la base de que Bildu no es un único partido sino la confluencia de distintas formaciones y escisiones en el País Vasco y Navarra junto a independientes sin origen partidista. Bildu se define como “la fuerza de la izquierda vasca para la soberanía cuyo objetivo es lograr un País Vasco basado en una justicia social independiente… garante básico para lograr un escenario de paz y normalización democrática”. Dentro de la coalición conviven distintas formaciones desde quienes se autodenominan como “izquierda abertzale”, el sector político afín a Sortu y al anterior partido ilegalizado Batasuna y Eusko Alkartasuna y Alternatiba.
Creación de Bildu
Sus orígenes se basan en la coalición electoral que conformaron Eusko Alkartasuna y Alternatiba para acudir a las elecciones municipales, a las Juntas Generales del País Vasco y al Parlamento de Navarra de 2011 con el objetivo de aglutinar el voto soberanista y de izquierdas. Asimismo, junto a otros independientes, en Bildu también participaban el colectivo navarro Herritarron Garaia y Araba Bai, escisión alavesa de Aralar. En Castilla y León, Bildu presentó lista en las elecciones municipales del Condado de Treviño.
Sortu
Sortu significa en euskera 'nacer', 'surgir' o 'crear'. Desde su constitución forma parte de Bildu. Su ámbito de actuación es el País Vasco y Navarra aunque con presencia en el País Vasco francés. Creado en febrero de 2011, ideológicamente se adscribe a la corriente del nacionalismo vasco conocida como izquierda abertzale y desde su presentación ha sido considerado heredero de la ilegalizada Batasuna. Recoge el bagaje y el capital político de la izquierda abertzale organizada históricamente en otros partidos como HB, Euskal Herritarrok o Batasuna. En el País Vasco francés forma parte de Euskal Herria Bai.
Eusko Alkartasuna
A Eusko Alkartasuna se la puede calificar como el vehículo que facilitó el tránsito de la izquierda abertzale desde la ilegalidad hasta la actual coalición EH Bildu. Este partido nació en 1986 tras la escisión del PNV. Su presidente y fundador fue Carlos Garaikoetxea, el primer lendakari del Gobierno Vasco tras la promulgación del Estatuto de Gernika (1980), cargo que ocupó hasta 1985. En 1999 se retiró de la política activa. En junio de 2010 tuvo lugar en el Palacio Euskalduna la firma del Acuerdo estratégico entre Eusko Alkartasuna y la izquierda abertzale, al que siguió el acuerdo Euskal Herria ezkerretik ('Euskal Herria desde la izquierda') el 16 de enero de 2011, que también fue suscrito por Alternatiba.
Alternatiba
Nació en 2009 por una escisión de Izquierda Unida-Verdes (Ezker Batua-Berdeak). Forma parte de Euskal Herria Bildu y ha sido miembro de las coaliciones electorales Bildu y Amaiur. Referente de Izquierda Unida desde su fundación en 1986 hasta 2011, momento en el cual se consumó una ruptura entre dos sectores enfrentados. En mayo de 2008, un sector crítico encabezado por el entonces parlamentario Oskar Matute y otros miembros de la posterior plataforma Alternatiba Eraikitzen se postuló para la dirección del partido, recibiendo el apoyo de otras corrientes internas.
Aralar
Aunque su creación está ligada al abogado navarro y dirigente de Herri Batasuna, Patxi Zabaleta, Aralar rechazó la lucha armada para conseguir la independencia. El propio Zabaleta se mostró en desacuerdo con algunas actuaciones de Batasuna y de ETA en numerosas ocasiones. La formación surgió en el año 2000 por parte de independientes y de disidentes de Herri Batasuna contrarios al terrorismo. La formación fue disuelta en 2017, por lo que ya no se encuentra dentro de EH Bildu, aunque algunos de sus antiguos miembros siguen en el partido como independientes.
Acusaciones e impugnación de candidaturas
Ya, previamente a su nacimiento, se acusaba a Bildu de ser un “truco” de la izquierda abertzale ilegalizada para “colar” a sus miembros en listas electorales. Esto siempre fue negado por los dirigentes de Bildu. Argumentaban que la formación ya estaba prevista antes de la presentación de los estatutos de Sortu. Además la coalición exigió a todos los candidatos firmar personalmente un decálogo de conducta elaborado por la coalición que “llevaba aparejado la oposición, por todos los medios que legítimamente tenga a su alcance, a cualquier acto o actividad que suponga agresión o violación de cualquier derecho humano y al uso de la violencia para lograr objetivos políticos”. En abril de 2011 el informe de la Policía para la Abogacía del Estado y la Fiscalía concluía que Bildu y sus candidaturas estaban impulsadas por Batasuna y diseñadas por ETA. En mayo el Tribunal Supremo anuló todas las candidaturas presentadas por Bildu.
Revocación de la anulación por el Tribunal Constitucional
La coalición recurrió al Constitucional alegando que el Supremo privaba a la coalición del derecho colectivo de participación política de las dos formaciones legales que la integran. En mayo de 2011 el recurso fue debatido en el Pleno del TC que decidió que Bildu concurriera a los comicios. Según el Constitucional, el Supremo vulneró el derecho a la participación política de la coalición. Para los magistrados, el pacto soberanista que culminó en Bildu surgió de la propia Eusko Alkartasuna y solo se consumó porque la izquierda abertzale, tras un debate de cinco meses, rechazó la violencia terrorista. La sentencia recogía una diferenciación entre Batasuna ilegalizada en 2003 y la izquierda abertzale, y afirmaba que "la izquierda abertzale como expresión ideológica no ha sido proscrita de nuestro ordenamiento ni podría llegar a serlo".
Amaiur
El Partido Popular rechazó la sentencia advirtiendo que estarían "vigilantes" para sacar de las instituciones "como sea" a Bildu. El Congreso de los Diputados rechazó una propuesta presentada por PP, UPyD y UPN que planteaba "extremar" la vigilancia sobre Bildu. Finalmente el nombre que adoptó la coalición de la izquierda abertzale con Aralar, Eusko Alkartasuna y Alternatiba fue Amaiur.
Actualmente, Bildu continúa en su intento de desvincularse de la banda terrorista, a pesar de los resquicios que algunas fuerzas políticas aprovechan para volcar sobre él todas las críticas y ante la evidencia de que una parte de su entramado, aunque minoritario, tiene un pasado asociado a las formaciones vascas más radicales.
Bildu no opina
Tras contactar con representantes de Bildu, estos han declinado su participación en este reportaje.
Y aquí las opiniones y reflexiones sobre este debate que ElPlural.com ha recabado.
Roberto Manrique
Manrique trabajaba como carnicero en el Hipercor de Barcelona el 19 de junio de 1987 cuando ETA hizo estallar una bomba. Fue el atentado más mortífero de la banda terrorista. Murieron 21 personas y dejó heridas a 45. Roberto Manrique fue una de ellas. En junio de 2012 aceptó entrevistarse en prisión con uno de los etarras que puso la bomba.
Durante años Manrique fue la voz de las víctimas de Hipercor, a las que representó desde la Presidencia de la AVT en Cataluña. Nos comenta que “hay quien olvida aquellos duros y complicados años en los que asistir a otras víctimas del terrorismo era una inversión absoluta del tiempo, que se le hurtaba a la familia o a las actividades de ocio. Pero estar en activo ya en aquella época aportó a algunos una experiencia y una documentación que otros querrían que continuara escondida. Y va a ser que no”.
Pone como ejemplo la declaración en octubre de 1998 del entonces Presidente del Gobierno, José María Aznar, en la que decía que "siempre es mejor tomar posesión de un escaño que de una pistola. Ahora lo que hay que evitar es que se intente compatibilizar ambas cosas".
Manrique reconoce que “costó años de dolor. Muchos años pero ahora ya tienen escaños en lugar de pistolas. La banda terrorista ETA ya no destrozará más familias y muchos que jaleaban aquellos actos han desaparecido del mapa. Otros ya hacen política”.
“Si revisamos la actividad de Bildu podemos ver que en 2011, para ir en listas electorales, se oponían al uso de la violencia. En 2015, rechazaban y condenaban la violencia, incluida la de ETA. Sus estatutos se basan en el Estatuto de Gernika y aportan frases como ‘compromiso a renunciar al uso de la violencia’ o ‘un escenario de no violencia con garantías de normalización política progresiva’.
Y finaliza nuestra conversación con la siguiente reflexión: “Si nos hubieran dicho el 19 de octubre de 2011 que llegaríamos a la situación actual ¿nos lo habríamos creído? Solo puedo decir que muchas víctimas de la banda terrorista ETA, compartiendo el objetivo de que nadie más sufra lo mismo que nosotros, entendemos que la situación ha variado. Y mucho. Y para bien de todos”.
Juan María Gastaca: la continuidad de algunos dirigentes como problema
Gastaca tiene una relevante trayectoria a sus espaldas como periodista y analista político. Fue subdirector nacional del diario ABC y, posteriormente, Delegado de El País en el País Vasco. Actualmente es consultor privado y participa en debates de distintos medios vascos. Considera que “EH Bildu, como organización, no son herederos de ETA porque es una organización política, legalizada y que incluye a partidos como Eusko Alkartasuna y Alternatiba (Aralar ya se ha extinguido como formación) que siempre han condenado la violencia y el terrorismo de ETA. Diputados como Jon Iñarritu (ex de Aralar) u Oskar Matute (Alternatiba, y anteriormente IU) siempre han criticado a ETA”. Tras esta reflexión en la que subraya las dos ocasiones en las que ha pronunciado el adverbio “siempre”, matiza que “ahora bien, en el partido dominante de EH Bildu, que es Sortu, hay una voluntad política de no desligarse con rotundidad de la historia macabra de ETA, especialmente porque no quieren romper su cordón umbilical con los presos encarcelados”.
Derivado de ello mantiene Juan María Gastaca que “el principal problema en el paso al frente democrático de Bildu/Sortu es la continuidad de algunos dirigentes que durante años y décadas apoyaron a ETA, jalearon la lucha armada y solo cuando vieron que el terrorismo tenía fecha de caducidad…se pasaron a la otra orilla”. Es decir, “mientras Otegi, Joseba Permach, Arkaitz Rodríguez, etc… sigan al frente de la izquierda abertzale se hará muy difícil que se acepte la sinceridad de su apuesta democrática. Mertxe Aizpurua, portavoz de EH Bildu en el Congreso, jaleó a ETA en su columna durante muchos lunes en sus años de periodista, utilizando seudónimo, por ejemplo. Eso sí, una vez que estos líderes sean sustituidos y que las cárceles se vayan vaciando de presos, el potencial electoral de EH Bildu aumentará exponencialmente y se abrirá una enorme probabilidad de que en Euskadi pueda gobernar un tripartito de izquierdas, que desbanque al PNV”.
Ian Gibson: “ETA, al principio, fue valiente al oponerse con las armas a la dictadura genocida de Franco”
El escritor e hispanista de origen irlandés, nacionalizado español y especialista en historia contemporánea española, Ian Gibson, tras contactar con él me advierte de no es “especialista en la materia” pero aún así accede a darnos su opinión, algo propio en un hombre que, como él, jamás rehúye ningún debate por muy comprometido que este sea.
Afirma Gibson: “No conozco a nadie, creo, de Bildu. Me gustaría, pero no puedo estar en todo. Hace poco leí, fascinado, la novela de mi amigo Adolfo García Ortega, Una tumba en el aire. Nos mete de lleno dentro del odio irrefrenable que motivaba a los etarras. La recomiendo. Por otro lado entiendo que, al principio, ETA fue valiente al oponerse con las armas en la mano a la dictadura genocida de Franco. No oigo a nadie de la oposición decir esto, por supuesto, pero tampoco al liderazgo del PSOE. Otra cosa es lo que pasó una vez en marcha la llamada Transición”.
Analiza como los terroristas una vez dentro de la organización se meten en un agujero sin salida: “Estoy, a diferencia de infinidad de sedicentes cristianos, en contra de la pena de muerte, sobre todo la impuesta por los estados. Ello no me impide reconocer que a veces es lícito utilizar la violencia. Sé, por lo que vi en su momento del IRA, y por mis conversaciones con algunos exetarras, que, una vez en marcha la máquina de matar, hay quienes son incapaces de salir del círculo infernal, o lo encuentran muy difícil. Por ello habría que elogiar los esfuerzos de los que lo intentan".
Guillermo Díaz, diputado de Ciudadanos
Guillermo Díaz es diputado por Málaga de Ciudadanos y un parlamentario muy conocido y popular al haber protagonizado distintos y fuertes enfrentamientos desde la tribuna del Congreso, muy especialmente en asuntos ligados al terrorismo, a Bildu o al separatismo catalán.
Díaz me comenta tajantemente que no va a dar una opinión sino que va a exponer hechos. Y esta es su reflexión y sus opiniones al respecto: “A lo largo del último año hubo 192 homenajes a terroristas en los que participaba Bildu. De hecho, Bildu defiende los homenajes a terroristas por ser ‘actos humanitarios’".
Prosigue señalando que “EH-Bildu tiene cargos públicos condenados por terrorismo o por su relación con una banda terrorista”. Continúa el diputado afirmando que “Bildu está presidido por un hombre condenado por terrorismo y secuestro” añadiendo que “Bildu no condena el terrorismo y equipara a las víctimas de un lado y de otro, poniendo en plano de igualdad a terroristas y a quienes les combatían”.
Para finalizar, el parlamentario naranja nacido en Melilla dice que “Otegi dijo hace unas semanas ‘tenemos 200 presos’ utilizando la primera persona del plural para referirse a los etarras que están en cárceles. Y esa primera persona del plural la usó reunido con la cúpula de Bildu”. Concluye Díaz que “estos son hechos, en base a ellos, se puede opinar si son herederos de ETA o no. Yo no tengo ninguna duda”.
Gorka Landaburu
Nació en París en 1951 debido al exilio familiar. Con 21 años y tras estudiar periodismo regresó al País Vasco. Periodista crítico con la banda y activista contra ETA, sufrió un atentado con una bomba en su casa que casi lo mata. A pesar de ello, decidió quedarse en el País Vasco y continuar su combate en busca de la paz con su activismo en el Grupo Vasco de Víctimas del Terrorismo. Landaburu ha apoyado firmemente todo el proceso de paz.
Nos comenta que en este tema hay que partir de una premisa como es que “EH Bildu no es un partido político. Es una coalición, eso sí, independentista, pero una coalición formada por varios partidos como Eusko Alkartasuna -partido de Carlos Garaikoetxea-, Alternatiba proveniente de Izquierda Unida y creo que de lo que queda de Aralar. Estos tres partidos y sobre todo EA siempre han condenado la violencia y a ETA. Por eso, el error que se comete a menudo y sobre todo en Madrid por parte de la derecha, es confundir a EH Bildu con Sortu, que si proviene de la antigua e ilegalizada Herri Batasuna, brazo político de ETA”.
Tras esta definición matiza algunos aspectos sobre Sortu. “Es cierto, también, que Sortu es el partido mayoritario y el que manda en la coalición y que la mayor parte de sus dirigentes, como Arnaldo Otegi, provienen de HB. Ahora bien, Sortu fue legalizado hace unos años, al renunciar expresamente a la violencia y formar la coalición para presentarse con más fuerza a las distintas elecciones, obteniendo resultados más que relevantes en todos los comicios y convirtiéndose, a pesar de todo, en la segunda fuerza política en Euskadi”.
Profundiza sobre el abandono de la violencia de este partido. “Desde la desaparición de ETA tanto EH Bildu como Sortu jamás han utilizado la violencia para sus propósitos políticos. Todo lo contrario su objetivo es hacer política sin renunciar a sus principios e incidir en el ámbito de los distintos parlamentos donde tienen representación, Euskadi, Navarra y en Madrid. Decir que son los herederos de ETA, es una burda calificación. Sería como decir que Alianza Popular y después el PP son herederos del franquismo. Es evidente que ha habido conexión en el pasado y en los dos casos, pero hoy no la hay porque ETA desapareció hace 10 años”.
“O bombas o votos”
Continúa su relato el veterano periodista: “Durante años y en los más duros del acoso terrorista, les exigimos y rogamos que abandonaran su apoyo al terrorismo y que defendieran sus ideas en la política. “O bombas o votos” Ahora que por fin y tarde han elegido las vías democráticas, se sigue demonizándoles por simple interés partidista como el PP y VOX. Veamos como ejemplo palmario las sesiones de los miércoles de control en el Parlamento. Además de una irresponsabilidad es de un agravio inadmisible en cualquier democracia. Lo peor es que también utilizan a las víctimas como comodín de sus intereses. Un hecho que muchas víctimas seguimos denunciando. Todo esto no impide que exijamos a la izquierda abertzale que haga una autocrítica de todo su pasado y, que de las buenas intenciones como suprimir los ongietorris se pase de las declaraciones a los hechos. Ese mundo radical tiene todavía que descargar la mochila pesada que lleva. Lo tienen complicado porque renunciar a toda su historia es la prueba y la confirmación de su inmenso fracaso. Espero que con el tiempo lo hagan…Seguiremos insistiendo”.
Por último Gorka nos comenta que existe otro factor a tener en cuenta cómo es que “los que apostamos por la convivencia; es la convivencia con memoria. Esa convivencia y repito con memoria, es primordial e insustituible si queremos cicatrizar todas las heridas aun abiertas por esta tragedia. A menudo y cuando me dirijo a toda esta gente, sea en la radio, televisión o en cualquier tertulia; les suelo apuntar que son bienvenidos al club de la democracia. Pero que se pongan a la cola sin empujar porque algunos llevamos tiempo en ese club.
Concluye con un deseo para el futuro inmediato: “El tiempo ira poniendo a cada cual en su sitio. Sin embargo y otro de los objetivos a alcanzar, es que jamás se vuelva a repetir, una historia trágica, cruel y de horror que desgraciadamente hemos vivido. Por eso todos estos mensajes de convivencia, memoria y respeto han de ser dirigidos con prioridad a las nuevas generación”.
Andrés Villena
Licenciado en Economía y en Ciencias de la Comunicación. Este malagueño afincado en Madrid es doctor en Sociología y profesor de Economía en la Facultad de Ciencias de Comunicación de la Universidad Complutense. Autor del libro Las redes de poder en España: Élites e intereses contra la democracia. También es analista y columnista habitual en distintos medios.
Para Villena, este debate “se trata de una formulación
hipócrita si se tiene en cuenta una serie de circunstancias y paradojas que han
jalonado la historia más reciente de nuestro país. Por ejemplo la fundación de
Alianza Popular (AP) en 1976 por siete ministros del franquismo no lleva al
conjunto de la sociedad española a sospechar que una de las refundaciones de
AP, la que dio origen al Partido Popular, sea “heredera del franquismo” o
“filofranquista”. Y ello pese a los pactos que el PP mantiene con la formación
de extrema derecha, Vox y a pesar de su rechazo a las leyes de memoria
histórica o a que su líder Pablo Casado haya sido visto en una misa franquista
el 20- N”.
Esta es el primer análisis que realiza. En segundo lugar cree “paradójico que a
día de hoy, cuando no hay muertos por terrorismo de ETA y la banda ha cesado en
su actividad -como así lo han verbalizado en multitud de ocasiones dirigentes
abertzales, o los presos han realizado declaraciones o encuentros- en este
contexto se mantiene la acusación constante de que Bildu sería una formación
filoetarra. Una consideración que se formula como paso previo a su
ilegalización pero sí hemos tenido un partido que era “filoetarra” (Herri
Batasuna) que fue legal desde el principio de la democracia cuando se producían
cien asesinatos al año. Entonces ¿qué se pretende con esto? Está la presión de
Vox, de la extrema derecha, y el comportamiento del Partido Popular que desde
el año 2003, con el apoyo del PSOE, ilegalizó HB pero que ha considerado que
ahora le resulta rentable mantener ese discurso. Creo que el PP, como partido
político democrático, debería de apartarse de esa estrategia y que lo que sí
debe de hacerse es que continúen las investigaciones y los juicios de los
asesinatos etarras que no han sido juzgados o esclarecidos y cuyos culpables no
han sido encontrados. Eso, reitero, si es algo que se debe hacer y que pase a
formar parte en un futuro de la memoria histórica de nuestra democracia”.
Por tanto considera el autor de libro Las redes de poder en España “que “Bildu no solo no es un partido filoetarra sino que no se debe considerar en sí mismo un partido. Sería como plantear que Izquierda Unida es un partido comunista. Bildu es una coalición en la que hay otros partidos como los miembros de la antigua Aralar que rompieron claramente con el terrorismo o la vía armada para alcanzar la independencia hace ya varias décadas. Como Eusko Alkartasuna donde existen bastantes miembros que son del Opus Dei, entre ellos un diputado de Amaiur que era numerario de la Obra. En esto hay cierta similitud con algunos militantes y dirigentes del Partido Popular. Este conjunto de circunstancias hace que no solo no sea conveniente considerar como filoetarras a Bildu sino que pienso que no es cierto”.
Preguntado por si al utilizar el PP este asunto como una especie de gancho electoral para que sus votantes más radicalizados dejen de irse a Vox e intentar por un lado atraerlos para que vuelvan y, por otro, fidelizarlos para que no se vayan con el partido de Abascal, se corre el riesgo de que acabe creyéndolo tanto las bases como el propio electorado y eso origine una fractura importante en el sentido de que la sociedad española no dé una oportunidad a la paz, cree Villena que “la paz para determinadas formaciones no es lo más importante ni tan siquiera el objetivo de triunfar en el País Vasco pues se considera territorio de apuesta perdida, lo que se pretende es fracasar en Euskadi a cuenta de reforzar victorias en Madrid, Castilla y León, Murcia… donde las cuentas le salen al PP, donde hay mayor número de liberados, más consejerías, más cargos públicos y, en definitiva, donde obtiene y hay más puestos de trabajo. Al final se trata del cortoplacismo en política.
Opinión:
Solo me gustaría hacerle saber al señor Guillermo Díaz qué opina sobre esta pancarta que se podía ver perfecta y ostentosamente en una manifestación convocada por su partido (a causa del referendum en Catalunya).
¿En serio se puede pensar eso?
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