miércoles, 1 de diciembre de 2021

30 noviembre 2021 El Periódico (opinión)

30 noviembre 2021 


 

Los presos de ETA renuncian a los 'ongi etorris' y prometen recibimientos más "discretos"

Anuncian que pedirán limitar los homenajes a los encarcelados al ámbito privado

Las víctimas celebran el anuncio tras contar 181 "actos de culto al terrorista"

El colectivo de presos de ETA (EPPK) hizo pública ayer su intención de poner fin a los recibimientos en la calle a excarcelados por finalización de la condena, y de limitar a actos «discretos» y privados las recepciones y homenajes, los ongi etorri (bienvenidas).

Así lo recoge un comunicado enviado a los diarios Berria y Naiz.info. En el manifiesto, el EPPK hace un reconocimiento sin precedentes entre presos de ETA fuera de la vía Nanclares de arrepentimiento.

«Entienden» que las víctimas puedan sentirse «heridas» por los homenajes callejeros y por eso piden a su red de apoyos sociales: «EPPK traslada a nuestros familiares, amigos y compañeros, y a la sociedad vasca, que desea que los recibimientos que se nos hacen al salir a la calle se produzcan de modo privado y discreto, siguiendo el camino emprendido en general en estos últimos meses», dice el comunicado. La nota es resultado de un debate entre los presos de ETA del que tenían conocimiento analistas de Interior, confirman fuentes de ese ministerio, si bien ni Instituciones Penitenciarias ni el departamento que dirige Fernando Grande-Marlaska han sido informados previamente de la emisión del comunicado, indican estas fuentes.

Los presos admiten que «hay personas que han expresado honestamente que sienten dolor con los ongi etorri públicos». Quienes se sienten humillados «son personas damnificadas a consecuencia de las acciones de nuestra militancia del pasado y comprendemos que puedan sentirse dolidas», dicen, si bien piden el derecho a «recibir el abrazo de los allegados» tras «largos años y condiciones durísimas de prisión».

«Nuestro deseo es aliviar todo sufrimiento y abrir nuevas opciones, ir sanando heridas y fortalecer la convivencia», explican los reclusos. El manifiesto sigue la línea retomada por la izquierda abertzale en el 10º aniversario del anuncio de ETA del cese de sus atentados; incluso usa con el mismo énfasis la palabra «dolor». El EPPK tilda su anuncio de «aportación individual y colectiva» a «la paz y al reconocimiento del sufrimiento de los demás», y admite a una inoportunidad política de los ongi etorri. «Ciertos agentes y partidos» los utilizan, dice, para buscar «irresponsablemente la confrontación en vez de la convivencia».

Las víctimas celebran el anuncio tras contar 181 «actos de culto al terrorismo» desde 2016

«Es una buena noticia, lo que llevamos pidiendo desde 2016», dice Consuelo Ordóñez, presidenta del Colectivo Víctimas del Terrorismo (COVITE). «Pero que lo celebremos no significa que debamos darles las gracias –matiza–, cuando hemos estado sufriendo toda la vida cómo rendían honores por todo lo alto a los asesinos de nuestros familiares».

Para Ordóñez, «la izquierda aberzale hace esto y todo lo demás por pura estrategia. Sienten presión social y política». COVITE cuenta 181 «actos de culto al terrorista» desde 2016. Este año cuentan 25 enaltecimientos de miembros de ETA, de los que dos, uno en Francia y otro en el barrio bilbaíno de Santutxu, han sido recepción a excarcelados. El de Bilbao agasajó con un pasacalles a Agustín Almaraz, autor de cuatro asesinatos.

Opinión:

Son muchas las llamadas recibidas para ofrecer mi opinión sobre esta noticia y aprovecho el blog para redirigir las llamadas que reciba una vez esté publicada.

Tengo muy claro que el paso ofrecido es una buena noticia porque se van cumpliendo algunos de los objetivos que muchas víctimas (asociadas o no en siglas) tenemos marcados: que nadie pase nunca más por el mismo dolor que ya hemos pasado otros.

Dicho esto, hay que recordar que unas pocas víctimas ya denunciábamos hace muchos años los actos de enaltecimiento a terroristas que salían de prisión, especialmente en aquellos años en los que iban saliendo gracias al Código Penal franquista de 1973. Con el tiempo se han ido añadiendo a estas reclamaciones más víctimas y haber conseguido que los propios terroristas hayan llegado a esta decisión en, indiscutiblemente, motivo de satisfacción.

Lo que ya no me agrada tanto es que un asunto tan delicado como el que nos ocupa siga siendo motivo de enfrentamiento entre siglas políticas. Pero, desgraciadamente, es la tónica que algunos han decidido tomar y no cambiarán.

Pero hay algo que no admite ningún género de duda: si hace al menos una década nos hubieran dicho que llegaríamos a esta situación, muy pocos, poquísimos, habríamos creído que fuera posible. Y sabiendo que son unos 190 los terroristas presos en cárceles en territorio español y una veintena los que están en Francia, es lógico pensar que antes de tomar esta decisión lo han tenido que consensuar entre todos... y eso habrá traído mucho trabajo a su entorno.

Por cierto, el porcentaje de víctimas con las que he comentado el tema y compartimos el mismo criterio es cercano al 90% y ninguna, repito, ninguna, ha solicitado atención psicológica.

 

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