09 febrero 2023 ABC

 

 

09 febrero 2023 

 

El Tedax concluye que las seis cartas bomba de Pompeyo estaban listas para explotar

Eran artefactos «potencialmente lesivos» y el daño dependía de la apertura

Los seis paquetes enviados por Pompeyo G. P., de 75 años, al presidente del Gobierno, a la ministra de Defensa, a las embajadas de Ucrania y Estados Unidos en Madrid, a la empresa Instalaza y al centro de satélites de la base aérea de Torrejón estaban listos y aptos para explotar, según ha podido confirmar ABC.

Como cita este medio, esta es la principal conclusión del informe elaborado por el Tedax de la Policía Nacional sobre el contenido de las cartas bomba, que acaba de remitir al juez de la Audiencia Nacional José Luis Calama. El magistrado estaba a la espera de conocer de forma pormenorizada el potencial lesivo de cada artefacto, según ha podido saber ABC.

Potencialmente lesivos

Los expertos detallan en el citado informe que son artefactos postales de activación mecánica con carga explosiva de nitrocelulosa, en algunos paquetes, y cabezas de cerilla, en otros. Da igual que fuera un material o el otro porque ambos sirven para su fin. «Todas las cartas contenían los elementos necesarios para la formación de un artefacto explosivo viable con emplazamiento adecuado para un correcto funcionamiento pudiendo, por lo tanto, ser potencialmente lesivos», explican los especialistas.

Es decir, que los seis paquetes tenían capacidad de hacer daño. Según el Tedax, dichos daños habrían sido de distinta consideración «en función del modo de apertura» y de los órganos afectados de la persona que los hubiera abierto. Hay que recordar que un empleado de la Embajada de Ucrania resultó herido de carácter leve.

Seis delitos de terrorismo

Esos daños los habría ocasionado no solo la metralla expresamente introducida en los paquetes (pequeñas postas de acero), sino también «los perfiles metálicos del continente del explosivo». La conclusión a la que llegan es que cada artefacto estaba diseñado y preparado para explotar y dañar dependiendo esa capacidad lesiva, en gran medida, del modo de apertura de los paquetes. «Llevaban metralla y tuvieron mucha manipulación hasta llegar a su destino, por lo que el resultado era imprevisible», indican fuentes de la investigación.

Calama atribuye al jubilado de Burgos seis delitos de terrorismo, dos de ellos agravados (por los envíos a Sánchez y Robles) y sostiene que el autor de los envíos pretendía «alterar gravemente la paz pública» y «obligar a los poderes públicos de nuestro país a abstenerse del apoyo mostrado a favor de Ucrania frente a la agresión rusa».

Taller artesanal de bombas

El pasado 27 de enero, tras ser detenido en su piso de Miranda de Ebro por agentes de la Brigada de Información de Madrid y de la Comisaría General, el magistrado decretó su ingreso en prisión. Pompeyo está internado en la enfermería de la cárcel de Soto del Real debido a su edad, según fuentes penitenciarias.

Como informó ABC, los agentes hallaron en el centro de su salón un taller artesanal de bombas y numerosos elementos que corresponden con el material de los artefactos: cilindros usados en el pistón incendiario, tornillería de todas clases, muelles similares al percutor de los artefactos y taladros con brocas de precisión que también son del mismo tipo. El kit completo del taller del Unabomber burgalés, que adquirió de forma autodidacta los conocimientos a través de Internet. Además, se encontró un dron con un dispositivo de carga y transporte que iba a acoplar al aparato supuestamente con intención de lanzar un artefacto más potente.