01
mayo 2024
La
desinformación, una amenaza a la democracia
Josep
Caries Rius es presidente del Consell de la Informació de Catalunya.
“Os
vamos a triturar. Vais a tener que cerrar". Las amenazas y bulos contra
elDiario.es y El País proferidas por Miguel Ángel Rodríguez, el jefe de
gabinete de la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso, fueron, posiblemente,
la expresión más descarada de los ataques a la libertad de información en
España. La punta del iceberg de la estrategia sostenida en el tiempo de
sectores políticos y mediáticos de la derecha y de la ultraderecha. Y son el
reflejo del deterioro democrático que implica la importación a nuestro país del
trumpismo.
Donald
Trump aplicó en Estados Unidos la estrategia de los "hechos
alternativos". Es decir, la creación de una realidad paralela basada en
falsedades. Tenemos dos grandes precedentes. La acusación infundada de que
Saddam Husein disponía de armas de destrucción masiva para justificar la
invasión de Irak. Y las mentiras que siguieron a los atentados del 11-M y que
supuestos periodistas sin escrúpulos mantuvieron durante años. En ambos casos
aparece de fondo la figura de José María Aznar, el padre político de Miguel Ángel
Rodríguez (MAR) y de la estrategia del Partido Popular en los últimos años.
El
trumpismo atenta contra uno de los pilares de la democracia: la libertad de
información. Y no hay neutralidad posible. Ni silencios. Porque lo que está en
juego es la misma esencia de la democracia. El artículo 19 de la Declaración
Universal de los Derechos Humanos establece que "todas las personas
tenemos derecho a la libertad de expresión y opinión, que incluye el hecho de
investigar y recibir informaciones/opiniones y, si se quiere, difundirlas, sin
ningún tipo de limitación, por cualquier medio de expresión".
La
Declaración de Múnich de 1971, un texto que fue aprobado por las federaciones y
organizaciones de la prensa europea como carta deontológica, recuerda que
"los periodistas debemos ser garantes de una libertad que es de todos los
ciudadanos". Es un deber ético. El profesor Norbert Bilbeny, en su libro
Ética del periodismo (UB Edicions) es contundente: "El periodismo es una
profesión inseparable de la ética. Sin ella no hay veracidad, no hay
independencia, ni interés por el público, ni trato justo a las personas ni a la
sociedad en general. Nos quedamos solo con la técnica de la extracción y
transmisión de datos". Pero, además, el periodismo debe combatir la
mentira y la desinformación. Raúl Magallón, en su libro “Unfáking news. Cómo
combatir la desinformación” (Pirámide) explica que, frente al trumpismo, la
lengua inglesa dispone de términos precisos para reflejar la complejidad del
concepto de desinformación: misinformation (información errónea), disininformation
(información creada con una intencionalidad estratégica) y malinformation
(información que contorsiona parcialmente la realidad y se asocia más a nuestra
tradicional manipulación).
Los
seudomedios digitales que han irrumpido en los últimos años en el ecosistema
mediático madrileño manejan con maestría todas las acepciones del término. El
periodista Guillermo Altares publicó en 2023 un magnífico libro titulado “Los
silencios de la libertad”. Cómo Europa perdió y ganó su democracia (Tusquets).
En él viaja desde la Atenas clásica hasta el Holocausto y, al final, concluye:
"En este largo combate por la libertad, muchas cosas, más de las que
podemos pensar, dependen del camino que sigamos. Muchas decisiones nos superan,
a veces es imposible elegir, otras no se puede encontrar el valor suficiente.
Pero la lucha por la democracia se compone de millones de pequeños actos
individuales. Somos cada uno de nosotros los que podemos romper los silencios de
la libertad". Esta es la verdadera libertad que está en juego ahora en
España. Josep Caries Rius es presidente del Consell de la Informació de
Catalunya.
No hay comentarios:
Publicar un comentario