miércoles, 18 de noviembre de 2020

18 noviembre 2020 (2) Diari Mes

18 noviembre 2020

 


Mossos y bomberos que estaban en la segunda explosión de Alcanar el 17-A todavía sufren secuelas auditivas

Un policía y un bombero están incapacitados y varios agentes no han sido reconocidos como víctimas del terrorismo

Cerca de una veintena de mossos d'Esquadra y dos bomberos de la Generalitat que sufrieron la segunda explosión en el chalet de Alcanar el 17 de agosto del 2017 han explicado este martes en la Audiencia Nacional cómo sucedieron los hechos y las secuelas que han sufrido desde entonces. Todos han explicado que poco después de que una excavadora se pusiera a quitar grandes bloques de piedra aquella tarde, se produjo una gran explosión que afectó decenas de personas que trabajaban en la zona. La mayoría sufrieron daños en el oído, y algunos no han sido reconocidos como víctimas del terrorismo.

Al inicio de la segunda semana del juicio, los mossos que han declarado, de seguridad ciudadana, información, investigación o policía científica, han explicado que la tarde del 17 de agosto, poco después de llegar, y cuando la excavadora llevaba dos o tres paladas, se produjo una gran explosión que los dejó a todos aturdidos. La mayoría han explicado que tienen secuelas en el oído, con acúfenos y pérdida auditiva, además de haber sufrido estrés posttraumático y ataques de ansiedad. El mosso herido más grave tiene reconocida la invalidez total permanente. A pesar de haber sido reconocidos como víctimas del terrorismo, algunos todavía no han cobrado todas las indemnizaciones por las lesiones sufridas. Además, varios de los agentes heridos no han sido ni reconocidos como víctimas del terrorismo por parte del Ministerio del Interior.

Uno de los bomberos que ha declarado ha explicado que las secuelas en el oído le han impedido formar parte del grupo subacuático del cuerpo, ya que la inmersión podría ser peligrosa para su salud. El otro bombero sufrió lesiones importantes en una mano y ha sido declarado incapacitado total.

Otro de los mossos que ha declarado ha explicado que él fue el encargado de contar y cargar en un camión las bombonas de gas butano que había en aquel laboratorio de explosivos de la célula yihadista de Ripoll, el mayor descubierto nunca en Europa. En total encontró 94 bombonas llenas y siete vacías.

Los mossos han explicado también que encontraron entre los restos de la casa de Alcanar diversa documentación como los carnets de conducir de Abdelbaki Es Satty y de Mohamed Houli y un contrato de trabajo de Younes Abouyaaqoub, entre otros documentos otros miembros de la célula, cinco de los cuales fueron abatidos por los mossos en su ataque en Cambrils.

Vecinos de Alcanar interrogados por los Mossos d'Esquadra han declarado que no sospecharon que las personas que vivían en la casa de este municipio que explotó el 16 de agosto de 2017 estaba ocupada por los terroristas que atentaron el día siguiente en Barcelona y Cambrils.

 

 

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