07 noviembre 2017
Revilla, a sus
secuestradores de ETA: “No les puedo perdonar”
El empresario visitó
en 2011 en la cárcel a su captor Urrosolo Sistiaga a petición del exmiembro de
ETA
El empresario soriano Emiliano Revilla confesó ayer que no
puede perdonar a los miembros de ETA que durante 249 días lo tuvieron
secuestrado en un zulo, ubicado en una casa de Madrid, en 1988, aunque afirmó
que durante ese tiempo se sintió bien tratado por ellos.
Revilla asistió a la inauguración de la exposición Víctimas
del Terrorismo, organizada por la Guardia Civil dentro de la programación de la
vigésimo tercera edición de Soria Saludable, organizada por la Fundación Científica
Caja Rural (FCCR). El empresario olvegueño recordó que los etarras, al día
siguiente de secuestrarle, le dijeron que se “habían equivocado”, por lo que
decían en toda España sobre él, y añadió que le trataron bien.
Aseguró además que, de hecho, Joseba Urrosolo Sistiaga, el
jefe del comando Madrid que le secuestró, le pidió que le visitara en la cárcel
de Nanclares de Oca (Araba) porque “tenía necesidad” de hablar con él, algo a
lo que finalmente accedió veintitrés años después de su secuestro, en 2011. El
empresario soriano explicó que Urrosolo Sistiaga –preso que se apartó de ETA
tras un ejercicio de autocrítica con la banda y la utilización de la violencia–
le pidió perdón y le dio una carta para su familia. Ese fue el único contacto
que ha tenido con quienes le secuestraron, señaló el empresario.
“Estuve en un
claustro, de dos metros de largo por uno de ancho. Y ahí estaba la cama y el
retrete. 249 días sin salir de ahí a ninguna parte”, rememoró Revilla. A sus 89
años, reconoció que no ha podido perdonar a sus secuestradores, aunque sí dijo
que se sintió bien tratado durante el prolongado cautiverio. “Son dos cosas
diferentes: una cosa es cómo se han portado conmigo, pero yo no les Emiliano
Revilla. puedo perdonar”, resaltó.
Opinión:
Desde 2012 he tenido un interés muy especial en seguir la
trayectoria del SEÑOR Emiliano Revilla… el hecho de que accediera a un
encuentro con el terrorista que le destrozó la vida nos hace coincidir en la
misma decisión. Y entiendo perfectamente que diga que no les puede perdonar.
Desconozco si el SEÑOR Revilla también hizo lo mismo que yo: mantenerse a una distancia
prudencial del individuo que nos destrozó la vida y escuchar sus preguntas y
explicaciones con varios metros de separación…
Otra víctima me consultó mi opinión cuando recibió la propuesta
de mantener un encuentro con el terrorista que también le había destrozado la
vida y mantuvimos una muy enriquecedora conversación sobre las consecuencias
personales… al final también aceptó.
En cambio, consta información de que otra “víctima” accedió
incluso a saludar a un asesino terrorista dándole la mano al conocerle y al
despedirse, además de regalarle un libro… para luego intentar disimular y
esconder esa actitud con la excusa de “la educación y la urbanidad”.
Qué razón tenía
aquel (o aquella) que dijo que de todo hay en la viña del Señor…
SEÑOR Revilla, reciba mi más cordial reconocimiento.
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