25 noviembre 2017
El calvario de la
víctima que aprendió a no sentarse nunca de espaldas a una puerta
Dos tuiteros que la insultaron en redes han sido juzgados,
pero Pilar Manjón ha sufrido muchos más insultos y vejaciones, incluso en la
vía pública
Esta semana, la Audiencia Nacional
juzgaba a dos tuiteros que lanzaron insultos a través de dicha red social hacia
la expresidenta de la
Asociación 11M Afectados por el Terrorismo Pilar Manjón, para
quienes la Fiscalía
pide condenas de hasta dos años de cárcel por enaltecimiento del
terrorismo. Se trata de Tomás S. y Fernando R., quienes en 2014
escribieron en sus cuentas de Twitter comentarios "a sabiendas de que con
ello ofendían gravemente y ocasionaban una pública humillación" a Manjón,
que dejó la presidencia de la asociación de víctimas el año pasado después de
12 años al frente.
Tomás S., para quien el fiscal solicita dos años de cárcel
y otros 15 de inhabilitación absoluta, escribió comentarios como "A Pilar Manjón le tocó la
lotería cuando le reventaron al hijo" o "Imagino
que el padre del hijo de la
Manjón no dice nada porque no sabe quién es". En ellos, también la llegó a llamar "puta
prototerrorista". Por su parte, Fernando R., para
quien el fiscal pide un año y medio y 10 más de inhabilitación, escribió un único
comentario objeto de acusación: "¿Qué
se puede esperar de una mala madre que hace negocio apoyando la impunidad de
los asesinos de su hijo?".
No solo dos tuiteros
Lamentablemente, estos son solo algunos de los insultos que
Manjón ha tenido que soportar todos estos años. En la mayoría de los casos, con
total impunidad a la expresidenta de la Asociación 11M Afectados por el Terrorismo le han llegado a poner “puta” en
su vehículo particular, le han mandado mensajes diciendo que su hijo “está bien
muerto”, o le han acusado en la vía pública de ser una “roja” o una “hija de
puta”.
Todo ello a raíz de alzar la voz contra la “utilización”
que a su juicio, el Partido Popular hace de las víctimas del terrorismo, así
como las mentiras que la ‘caverna mediática’ ha fabricado en torno a la ‘teoría
de la conspiración’ desde aquel fatídico 11 de marzo de 2004.
Desde entonces, Manjón ha tenido que soportar escenas como
la relatada a elplural.com en junio de 2015: “Estoy en mi coche parada.
De repente, desde el vehículo de delante sale un energúmeno, pega unos golpes
en el cristal y me dice que me va a matar”.
Insultada y sin escolta
Así se pronunciaba entonces la expresidenta de la Asociación 11M
Afectados por el Terrorismo: “Cuando el otro día agredieron a Gaspar
Llamazares, pensé que a mí también me iba a pasar eso. Me van a agredir. Estoy
convencida. Estoy harta de locos. Hartísima de locos (…) Cada día tengo más claro que van a
ir por mí. En cualquier momento. Han azuzado mucho a los yihadistas,
diciéndoles que yo soy la que les obliga a expatriarles de España cuando salen
de la cárcel. Esto debería ser secreto de sumario, pero lo hacen público. Ahí
están los yihadistas, y por otra parte la derecha y la ultraderecha”.
Consciente del peligro que asumía, de la indefensión que
padecía por parte de las instituciones, y en base al gran número de incidentes
que sufría con asiduidad por parte de muchos desalmados, Manjón ha aprendido en todos
estos años a tener mucho cuidado.
“Casi
siempre miro para atrás. Sigo haciendo lo que me enseñó la policía (cuando
tenía escolta), como no sentarme nunca de espaldas a una puerta”,decía la expresidenta de la Asociación 11M Afectados
del Terrorismo pocos meses después de que el Partido Popular le quitara la
escolta excusándose en que ETA ya no mataba.
Los desprecios del
PP
A parte de quedarse sin escolta, Manjón ha sufrido a lo
largo de los últimos años muchos otros desprecios por parte del Partido
Popular. Por
ejemplo, en agosto de 2015, el exministro del Interior reconoció haberse
reunido con Rodrigo Rato al estar muy preocupado por su seguridad, pero nunca lo hizo con la víctima del terrorismo.
Similar actitud tuvo el PP, que no movió un dedo -ni
Interior tampoco-, cuando Luis Gutiérrez, secretario de Organización de las
Nuevas Generaciones del Partido Popular de Majadahonda le dedicó, tal vez, el
mayor insulto que podía hacerle a Manjón, al dudar de que su hijo fuera en uno
de los trenes del 11-M.
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