04 diciembre 2019
Expertos reclaman "urgentemente" un
baremo específico de daños sanitariosDurante el segundo encuentro REShE
organizado por Sham han coincidido en que sería "sumamente útil"
Expertos en el ámbito del Derecho Sanitario
reclaman por unanimidad y con carácter de urgencia la entrada en vigor de un
baremo específico de daños sanitarios, dado que el sector emplea, desde su
aprobación en 1995, el Sistema para la Valoración de los Daños y perjuicios causados a
las personas en accidentes de tráfico. El nuevo baremo de datos sanitarios debe
recoger algunas de las especifidades de la actividad sanitaria que el sistema
de valoración vigente no contempla, por eso se solicita la creación de uno
propio en sanidad.
“La aplicación del baremo del automóvil supone
problemas, evidentemente, y a pesar que en los últimos años se ha ido
ampliando”, ha explicado el abogado José Luis Consuegra durante la mesa,
moderada por Daniel Estévez, técnico de siniestros de Sham, que ha abordado la
cuestión del nuevo baremo sanitario durante el segundo encuentro de la Red Externa de Sham en
España (REShE) organizado por Sham.
Una de las ampliaciones más relevantes del baremo
sobre accidentes de tráfico ha sido a través de la ley 9/2004 que aumentó el número
de secuelas. Más adelante, entró en vigor la ley 35/2015, que señala que este
baremo “se aplicará para los heridos por asistencia sanitaria”. Consuegra ha
lamentado durante su intervención que cuatro año después “aún no existe ningún
baremo que recoja la responsabilidad civil sanitaria”.
Las principales dificultades que surgen de la
aplicación de este baremo es que “no es específico” del sector. Por ello, el
abogado ha insistido en que la entrada en vigor de uno propio para daños
sanitarios sería “sumamente útil”, al tiempo que ha aprovechado para poner
sobre la mesa algunas sugerencias: “que su aplicación sea menos farragosa y que
tenga en cuenta el estado previo del paciente, dado que en las reclamaciones no
se tiene en cuenta”.
Una cuestión urgente
Enrique Domínguez, médico perito del Servicio
Andaluz de Salud (SAS), ha coincidido con Consuegra en la urgencia de tener un
nuevo baremo sanitario y, además, ha considerado que su aplicación sea de tipo
"obligatorio". No obstante, ha reconocido que “sin el baremo de
tráfico nuestro día a día sería incluso peor”, aunque ha insistido en que “no
es suficiente porque no contempla las características propias de la actividad
sanitaria”.
Asimismo, ha enumerado cuáles son los cuatro
aspectos fundamentales que debe aportar el nuevo baremo sanitario:
consideración del estado previo del paciente ante una reclamación, inclusión de
la doctrina de la pérdida de oportunidad, secuelas no contempladas hasta el
momento -como las prótesis oculares y mamarias, o la extirpación de órganos
como el esófago o las trompas de falopio- y el daño moral por la vulneración
del derecho a la información.
Por su parte, el abogado Gonzalo Iturmendi del
Bufete G. Iturmendi y Asociados, ha considerado que cuando se alcance un baremo
sanitario en España deberá regirse por el principio compensatorio de la
reparación integral del daño que impera en el país, con influencia progresiva
de los remedios no compensatorios y excepcionalmente punitivos.
Apesar de que en nuestro país hay un consenso generalizado
en la doctrina y la jurisprudencia que afirma que no hay daños punitivos, es
decir, que más allá de resarcir al afectado buscan penalizar al causante del
daño de manera “ejemplarizante”, sí que existen “escenarios excepcionales” en
los que sí que se ha aplicado, como es el caso de los atentados el 11-M, según
ha explicado Iturmendi.
En este caso, la justicia española concedió
indemnizaciones punitivas a víctimas del terrorismo tras considerar que este
tipo de crímenes contiene un “plus estigmatizante” para los afectados. Además,
un atentado “por sí solo genera una afectación social y psíquica que no se da
en otros delitos”.
El nuevo baremo sanitario
Por último, Ignacio Boj, abogado de Lexmor, ha
cerrado la mesa hablando del nuevo baremo sanitario que está en fase de
desarrollo y el cual se basa, precisamente, en el principio de reparación
integral del daño, aunque sin valorar adecuadamente el impacto económico en
indemnizaciones ni la tipología de los daños sanitarios. Los tres principios
básicos en los que se está fundamentando el nuevo baremo son garantizar la
seguridad jurídica, salvaguardar la sostenibilidad del sistema y proveer
indemnizaciones justas.
Durante su intervención también ha hecho balance
del impacto económico que tiene para las aseguradoras de responsabilidad civil
sanitaria el uso del baremo de accidentes de tráfico. El dato llamativo es que
los fallecimientos sólo suponen el 0,3 por ciento de los casos, pero, a pesar
de ello, supone el 50 por ciento del gasto total de las compañías aseguradoras
en indemnizaciones. O, por ejemplo, más equilibrado está el caso de las
lesiones permanentes, que son el 23,7 por ciento de los casos y consumen el 35
por ciento de las compensaciones.
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