20 noviembre 2019
Las muertes por terrorismo decrecen y
repuntan los ataques de ultraderecha
Las muertes producidas por terrorismo se redujeron en el
mundo un 15,2 % en 2018 frente a 2017, mientras que en Europa occidental,
Estados Unidos y Oceanía aumentaron los incidentes terroristas de grupos de
extrema derecha, según el último Índice Global de Terrorismo (GTI).
De acuerdo con este estudio, realizado en 163 países y
presentado hoy en Londres por el Instituto para la Economía y la Paz (IEP), las muertes por
atentados decayeron por cuarto año consecutivo el pasado año, cuando se
totalizaron 15.952.
"El hallazgo más importante que se desprende es que
vemos una continuidad de la tendencia del retroceso de muertes por
terrorismo", destacó Thomas Morgan, del IEP, en unas declaraciones a Efe.
Frente al pico de 2014, las muertes por terrorismo son
ahora un 52 % más bajas.
El experto consideró que "en general" se trata de
un índice "alentador", especialmente porque "la bajada en
muertes ha sido sostenida durante varios años".
No obstante, "el hecho de que el terrorismo continúe
extendido refuerza la creencia" de que es un problema "global que no
va a desaparecer pronto", advirtió.
Según el GTI, que evalúa el impacto de esta forma de
violencia en base al número de víctimas y otros factores, pese al decrecimiento
en el número total de muertes por atentados, la cifra de países afectados por
esa lacra continúa siendo elevada.
En este sentido, 71 países registraron el pasado año al
menos una muerte por atentado.
IRAK DEJA DE SER EL PAÍS MÁS AFECTADO POR EL TERRORISMO
DESDE 2003
El documento revela también que, por primera vez desde
2003, Irak no fue el país más afectado por el terrorismo sino que lo fue
Afganistán, que sufrió el mayor deterioro, registrando en 2018 un total de
7.379 muertes por esa causa, un aumento del 59 % frente a 2017.
Irak y Somalia acusaron las mayores caídas en ese sentido,
un dato que se atribuye principalmente a la menor actividad del grupo terrorista
Estado Islámico (EI) en Irak y Al Shabab en Somalia.
De hecho, el declive del EI continuó por segundo año
consecutivo y las muertes provocadas por esa organización cayeron un 69 %,
mientras que los ataques se redujeron un 63 %.
SITUACIÓN EN ESPAÑA
Sobre la situación de España, Morgan comentó que su
posición en el índice -en el puesto 59- experimentó una "mejora" en
2018 -al bajar 9 posiciones- si bien su situación es ahora
"particularmente volátil" por los "incidentes violentos
registrados en Cataluña" en los últimos años.
"Pero eso no incrementa necesariamente el riesgo a que
se produzca un ataque terrorista", añadió.
IMPACTO ECONÓMICO DEL TERRORISMO A NIVEL GLOBAL
Por otro lado, el informe cifra en 33.000 millones de
dólares (29.900 millones de euros) el impacto global económico del terrorismo
en 2018, lo que supone una reducción del 38 % frente a los niveles registrados
en 2017.
TENDENCIAS DESTACADAS
Se destaca como "una de las tendencias más
preocupantes" el repunte de incidentes de este tipo acometidos por grupos
de extrema derecha en los últimos cinco años: particularmente en Europa
occidental, Norteamérica y Oceanía.
En concreto, el número total de episodios de este cariz
aumentó en un 320 % en los últimos cinco años y las muertes producidas por esas
organizaciones ultraderechistas subieron un 52 %, totalizando 26.
A finales del pasado septiembre, 77 muertes se vincularon a
esos grupos, si bien el terrorismo de ultraderecha sigue constituyendo una
pequeña fracción frente al de todo el mundo.
Morgan indicó que esos terroristas son en muchos casos
"personas que se han radicalizado online y que no están afiliadas a
ninguna organización, lo que hace que ese tipo de ataque sea particularmente
difícil de abortar o prever".
Otro dato de interés apunta a que el conflicto es el
principal impulsor de actividad terrorista. En 2018, el 95 % de muertes por
terrorismo se dieron en países que sufrían conflictos violentos.
En otro apartado se destaca la creciente participación de
mujeres en actividades terroristas. No obstante, se trata de un pequeño
porcentaje en todos los ataques registrados.
Entre 1985 y 2018 hubo 300 atentados suicidas -que mataron
a más de 3.000 personas- en los que al menos estaba involucrada una mujer.
La mayor parte de ese incremento se asocia con el grupo
Boko Haram, pues casi el 80 % de sus atentados cometidos en los últimos cinco
años fueron perpetrados por mujeres.
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