12 junio 2021
Gaizka Fernández Soldevilla: "La mayoría de los ciudadanos estaban en contra de ETA, pero no lo demostraron"
El responsable del archivo, investigación y documentación del nuevo Centro Memorial de las Víctimas del Terrorismo desnuda de todo romanticismo la historia de ETA
Pregunta.– Partamos de un mito. En tu libro señalas que cada vez es más habitual escuchar que ETA dejó de matar a causa del rechazo unánime de la sociedad vasca. Defines esta imagen como hermosa, pero falsa. ¿Cuál es el origen de esta idea y por qué va imponiéndose como el diagnóstico sobre el final de la banda terrorista?
Respuesta.– Se trata de una idea autocomplaciente. Parte de la sociedad vasca y sus representantes se han autoconvencido de que se enfrentaron al terrorismo de manera activa, constante y pública. Y no es cierto. Aunque la mayoría de los ciudadanos estaban en contra de ETA, no lo demostraron en la calle. Si repasamos la hemeroteca, comprobamos que quien hacía frente al terrorismo era una exigua minoría. Al margen de momentos puntuales, como el asesinato de Miguel Ángel Blanco, sólo un puñado de valientes de grupos como Gesto por la Paz, Denon Artean, el Foro de Ermua o ¡Basta Ya! desafiaron a ETA y a sus cómplices. No se debe pasar página sin leerla entera y hacer autocrítica.
P.– ¿Hasta qué punto este mito también puede convertirse en un problema para entender, como apuntas en tu último libro, El terrorismo en España. De ETA al Dáesh, que los principales artífices del final de ETA son el Estado de derecho y las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado (FCSE)?
R.– ETA, que es culpable de 853 asesinatos y 2.632 heridos, puso sus primeras bombas en 1959 y no se detuvo hasta 2011. Las movilizaciones contra el terrorismo sirvieron para ir presionando al nacionalismo radical, pero a la banda la derrotó el CNI,
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