martes, 1 de junio de 2021

30 mayo 2021 El Correo

30 mayo 2021

 


«Los jóvenes deben saber que el terrorismo no sólo ocurrió en países lejanos»

El Memorial de las Víctimas, dirigido por Florencio Domínguez, será inaugurado el martes en un acto en el que estarán los Reyes, Pedro Sánchez e Iñigo Urkullu

Es un espacio pequeño. Un cubí- culo en el que uno apenas podría ponerse de pie. Solo al verlo la sensación ahoga. A la mente viene un recuerdo de lo que sucedió hace ya 25 años. De cómo una banda terrorista torturó durante 532 días a José Antonio Ortega Lara. Es la recreación del zulo en el que estuvo secuestrado el funcionario de prisiones y antes que él Julio Iglesias Zamora. Forma parte de la historia trágica de Euskadi. De un lado oscuro que parte de la sociedad vasca quiere olvidar por diferentes motivos. El Centro Memorial de las Víctimas del Terrorismo será inaugurado este martes para mantener vivo el recuerdo de algo que nunca debió ocurrir y, sobre todo, para que no vuelva a pasar. El propio industrial guipuzcoano ha sido una de las personas que de forma más nítida ha colaborado en lo que debe ser el significado de este espacio. Frente a las dudas, a la posibilidad de que fuese excesivo, de que se cayese en el morbo, Iglesias Zamora lo tuvo claro y prevaleció la «capacidad pedagógica». «No solo nos apoyó. Nos insistió en que tenía que ser visitado por el público», subraya Florencio Domínguez, director del centro. «Cuando entras te preguntas cómo una persona ha podido vivir tanto tiempo ahí. Pero al final te queda la sensación de que es una visita, de que no te vas a quedar y de que nunca vas a poder sentir lo que sintieron aquellos que tuvieron que permanecer encerrados durante meses».

Con su efectismo, el zulo es solo una parte de un proyecto mucho más amplio. Ubicado en el edificio del antiguo Banco de España de Vitoria, en pleno corazón de la ciudad, el Memorial quiere ser un espacio para la reflexión, asentado sobre cuatro principios: verdad, memoria, dignidad y justicia. Y eso pasa, en gran medida, por situar a las víctimas en el centro del discurso. De todas las víctimas del terrorismo. Ese es uno de sus elementos clave: la inclusividad. Porque aunque ETA fue a que derramó más sangre –más de 850 asesinados–, también se recuerda y se escucha a los damnificados por el terror aplicado por los Grapo, los GAL, Batallón Vasco Español, grupos yihadistas...

Su testimonio impregna todo el edificio. Pero hay un espacio muy concreto en el que se escucha su voz. La última sala. Como señalan los responsables del centro, «si el Memorial tiene algún sentido es para que ellos nos expliquen en primera persona sus experiencias». «Las víctimas tienen un papel importante a la hora de combatir el discurso del odio».

 

«Lealtad absoluta»

 

La tarea no ha sido sencilla. Su puesta en marcha nace a partir de una ley aprobada en 2011. Pero no será hasta este martes cuando arranque de forma oficial en un acto en el que está prevista la presencia de los Reyes, del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y del lehendakari, Iñigo Urkullu. Ahí hay otro dato que destaca Domínguez, la colaboración institucional. «Ha habido una lealtad absoluta».

El Memorial hace un recorrido por la historia del terrorismo en España, analiza cómo se construye la estigmatización del otro, la respuesta que se dio a la violencia por parte de la sociedad, de grupos como Gesto por la Paz o Denon Artean.

Se lanzan preguntas: «¿Cómo pudo pasar?». Y no tanto para obtener una respuesta, sino para evitar que algo parecido pueda darse en el futuro y diluir los dos mayores peligros que sobrevuelan sobre lo que sucedió en Euskadi. La querencia por una parte de la sociedad vasca a pasar página y el riesgo de que todo quede en el olvido. «Es necesario que, sobre todo los jóvenes, tengan claro que el terrorismo no es algo lejano que ocurrió en otros países, sino algo que condicionó la vida de muchas personas en Euskadi y en el resto de España», señala Domínguez, quien añade: «El no tener vivencias sociales de los atentados dificulta saber qué fue el terrorismo». La idea es que en un futuro próximo grupos de escolares pasen por el centro.

Lo de tener claro qué fue el terrorismo es importante. No sólo es que ETA matase a más de 850 personas, es que «hemos tenido terrorismo de todos los colores». Los Grapo parecen la prehistoria, pero su último asesinato fue de 2006. «Y mataron a más gente que las Brigadas Rojas italianas».

¿Pero está la sociedad vasca interesada? Domínguez recuerda una encuesta de hace tres años en la que se señalaba que un 44% de los consultados quería pasar página y un 43% decía que no se podía olvidar. Pero esa tendencia parece que empieza a cambiar. «Ahora existe un mayor interés por conocer lo que supuso el terrorismo». Y a eso quiere ayudar el Memorial.

 

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