09 noviembre 2021
Covite carga contra el Gobierno vasco por «falsear» el papel de la sociedad contra ETA
El Colectivo de Víctimas del Terrorismo, Covite, cargó ayer contra el Gobierno vasco por «falsear –a su juicio– el papel de la sociedad vasca en la lucha contra ETA». La entidad que preside Consuelo Ordóñez considera que «si el terrorismo duró tantos años, fue precisamente porque tuvo apoyo social y la mayoría de la población vasca no se opuso a él». La polémica surge en vísperas de del Día de la Memoria, que vuelve a celebrarse con diferentes convocatorias. Mañana, en San Sebastián, el Gobierno vasco y el Instituto de la Memoria Gogora homenajearán a «todas las personas que os comprometisteis con la paz», en alusión a los movimientos ciudadanos, como Gesto por La Paz y otras asociaciones, que se manifestaron contra el terrorismo.
Este último enfoque no gusta a Covite, que asegura que «es un ejercicio de cinismo» porque «se recurre a unas pocas asociaciones para adulterar el verdadero papel que tuvo la sociedad vasca en general ante el terrorismo etarra». Ordóñez lamentó que «no se ha invitado a representantes de plataformas ciudadanas como ‘¡Basta Ya!’ o el ‘Foro de Ermua’, que fueron decisivas en la respuesta cívica contra ETA y tampoco a representantes de Covite».
Un portavoz oficial del Gobierno vasco, que prefirió no responder a las acusaciones, declaró que «sí han sido convocados». Al parecer han sido «invitados al acto como todos los años» pero no incluidos entre los movimientos sociales homenajeados. «No se debe ignorar que, si el terrorismo de ETA duró tantos años, fue precisamente porque la resistencia social a él fue mínima en la gran mayoría de los casos. Fueron muy pocos los ciudadanos valientes que se opusieron a él», denunció Consuelo Ordóñez. Con dureza, señaló que «el objetivo del Gobierno vasco con este acto es caer en la autocomplacencia y ocultar dónde estuvo realmente la mayoría mientras ETA mataba: o bien mirando para otro lado o bien justificando los crímenes o directamente colaborando con los terroristas».
Opinión:
Recuerdo cuando a principios de los años 90 del siglo pasado era la antigua AVT la que daba la cara por el mayor número posible de víctimas del terrorismo, de las víctimas a las que íbamos localizando a través de, por ejemplo, las páginas amarillas de Telefónica.
También recuerdo aquellos momentos en los que, en ocasiones, compartíamos algún proyecto con entidades como Gesto por la Paz, Denon Artean o Bakea Orain… momentos complicados, cuando manifestarse contra la banda terrorista ETA en el País Vasco era arriesgado.
Por otro lado, me consta la existencia de muchísimas personas a las que he tenido el honor de conocer que, sin militar en ninguna entidad pacifista, también ofrecieron su colaboración con muchas víctimas y creo que es importante que se reconozcan esos méritos.
Y ya puestos, habría estado bien que se reconociera la excelente labor efectuada por Celia Bech y Leonor Regaño como delegadas de la antigua AVT en el País Vasco. Para quien no las conozca, ahí van un par de datos. Por cierto, no he sido capaz de encontrar esta información en la web de la actual AVT. Por suerte, aún conservo las revistas que publicábamos en aquellos años tan duros. Un honor transcribir sus palabras publicadas en el número especial de la revista “LA RAZON” con motivo del XV aniversario de la antigua AVT (segundo trimestre de 1996)
En Guipúzcoa residen cincuenta y cuatro familias pertenecientes a la AVT que han padecido la huella del terror. En esta provincia ETA ha asesinado a un total de 293 personas, le sigue Vizcaya con 205 víctimas mortales y Alava con 41, lo que hace un total de 539 personas fallecidas en tierra vasca. Aunque el País Vasco es la Comunidad de España donde se han registrado un mayor número de víctimas de ETA, la mayoría de ellas no eran naturales de esta región, sino provenientes de otras provincias.
Leonor Regaño, delegada de la Asociación en Vizcaya desde 1993, quedó viuda con dos hijos de corta edad el 24 de mayo de 1989. Su marido Manuel Jódar Cabrera, policía nacional especialista en desactivación de explosivos (TEDAX) falleció en el barrio bilbaíno de Zorroza, víctima de un atentado etarra. En el mismo acto moría también el policía José María Sánchez y el ertzaina Luis Hortelano.
Leonor Regaño: “Habéis conseguido que la AVT sea una familia. Cuando conocí a la AVT no pensé lo que mas tarde significaría para mi. Acudí a la primera asamblea en 1991 y quedé tan contenta que, desde entonces, he asistido a todas las que he podido. Con el tiempo, fui participando más activamente. Así he conseguido llenar una parte del vacío que nos queda dentro, haciéndome sentir el punto de unión entre aquellas familias que seguimos viviendo en esta tierra y la central de Madrid. Vosotros también sois lo que, cuando me vengo abajo, me transmitís ese sentimiento de cariño y ánimo para recuperar las ganas de seguir adelante. Gracias a vosotras pioneras que un día decidisteis crear esta Asociación, sin tener nada en las manos, sólo vuestros deseos de haceros oír. Podéis sentiros orgullosas de que vuestro trabajo y sacrificio haya logrado que la Asociación sea ahora la familia que es, con sus muchas virtudes y algún defecto, que seguro hay, pero que entre todos trataremos de subsanar. Os deseo que continuéis adelante con ese entusiasmo que os caracteriza”
Celia Bech desempeña el papel de delegada de la Asociación Víctimas del Terrorismo en Guipúzcoa desde 1988. Celia, madre de tres hijos, reside en Irún, lugar donde falleció su marido José Giménez Mayoral, guardia civil de profesión, en un atentado etarra, el nueve de octubre de 1982. El trabajo que realiza nuestra delegada en esta comunidad se centra principalmente en la atención directa a los damnificados, ofreciéndoles el apoyo y soporte necesario para aliviar la presión que viven las víctimas en este lugar de nuestra geografía.
Celia Bech: “Sin la asociación estaríamos desamparados. La Asociación Víctimas del Terrorismo hace posible que tengamos quien nos represente para poder hacer vales nuestras reivindicaciones. Sin ella estaríamos completamente desamparados, ya que nunca podríamos llegar donde ellos llegan. No lo tienen nada fácil. Deben enfrentarse a toda clase de adversidades difíciles de resolver, pero es un grupo de personas tenaces y competentes que trabajan con mucha ilusión y empeño para que la Asociación sea cada día más conocida, escuchada y respetada. Sin embargo, también necesitan que todos colaboremos, les apoyemos y ayudemos en lo que esté a nuestro alcance. Gracias a todos por vuestro esfuerzo y buen hacer”.
Y eso se escribió en un lejano año de 1996...
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