03 agosto 2022
Denis Itxaso Delegado del Gobierno en Euskadi
«El PP agita el espantajo de ETA porque Feijóo no tiene un proyecto serio»
Sostiene que «hablar de incumplir el Estatuto es hacer un drama donde hay trabajo leal y arduo entre gobiernos»
Denis Itxaso cierra el curso antes de las vacaciones de verano convencido de que el discurso social del Gobierno es una lluvia fina que acabará calando, pese a la «estrategia ruidosa de la derecha». En su opinión, «la idea de una España progresista y moderna se ha reforzado claramente en Euskadi en los últimos años».
–¿Se va a quitar la corbata?
–Eso es, aunque justo cuando ya me había acostumbrado a ponérmela, que no he sido yo muy de corbatas hasta que fui nombrado delegado del Gobierno.
–¿Estos gestos son eficaces?
–Está claro que cuando llevamos corbata los hombres pasamos más calor, pero además de eso yo lo veo como un gesto y un recordatorio de que es momento de adaptar algunos usos que no son imprescindibles para afrontar un tiempo de escasez y necesidad. Que se hable de la corbata permite aterrizar de manera sencilla y directa un problema de una enorme envergadura.
–La consejera de Gobernanza y Autogobierno, Olatz Garamendi, volvió a denunciar tras su última reunión el viernes con la ministra Isabel Rodríguez que el Gobierno no está cumpliendo sus compromisos y que no tiene voluntad política para completar el Estatuto. ¿Le preocupa que este mensaje esté calando?
–Hablar de incumplimiento de la palabra es hacer un drama donde no hay más que trabajo leal y arduo entre gobiernos. Se han transferido 11 materias al Gobierno Vasco en lo que ya es el avance más intenso al autogobierno de los últimos tiempos. Se seguirán transfiriendo competencias a medida que los equipos vayan alcanzando acuerdos. Hay que dejar a los equipos trabajar y evitar introducir tensiones innecesarias. La experiencia demuestra que se termina por llegar a pactos satisfactorios. Hay un relato agónico y victimista sobre el autogobierno vasco que no comparto. Estamos al borde de tocar techo en el desarrollo del Estatuto, que es de primera generación y presenta complicaciones jurídicas para acomodar algunas materias. Yo también insisto: 11 competencias transferidas con acuerdo y seguridad jurídica. Y con rigor, trabajo y confianza, llegarán más.
El estatuto de Gernika
«Hay un relato agónico y victimista sobre el autogobierno vasco que no comparto, estamos al borde de tocar techo»
–¿No teme que el PNV se termine de cansar de esta denuncia y se termine yendo con Feijóo?
–Ya se aliaron con Aznar e incluso con Rajoy, y eso que no transfirió ninguna materia al Gobierno Vasco, cero patatero. En todo caso es algo que corresponde a ellos medir, pero dudo que se entendiese en Euskadi. No parece un gran negocio en clave vasca aliarse con un partido que tiene una representación testimonial. Todo sea que la sociedad vasca se canse antes de determinadas letanías.
–¿Tiene la sensación de cambio de ciclo a favor del PP?
–Las tendencias de voto han de ser validadas en unas elecciones. Estamos a año y medio de los comicios, no hay clima electoral y la de ahora es una foto fija en las circunstancias más adversas para los gobiernos, por las consecuencias socioeconómicas de la guerra en Ucrania. No hay más que ver cómo han caído Johnson y Draghi, los apuros de Macron y Scholz... Pero haría mal el PP en vender la piel del oso. Quien crea que este Gobierno se va a rendir es que no conoce a Pedro Sánchez.
–¿Por qué le cuesta tanto al Gobierno PSOE-Unidas Podemos establecer su relato?
–Hay una oposición de derecha radical que basa su acción política en hacer un ruido ensordecedor, en caricaturizar la acción de gobierno aunque venga avalado por acuerdos europeos y pactos con los agentes sociales. Es un ruido desquiciante que básicamente está pensado para que la sociedad no pueda escuchar.
El debate identitario
«Euskadi es hoy menos nacionalista que hace diez años... La agenda ha dejado de perderse en anhelos identitarios»
–¿Le molesta tener a EH Bildu en el barco de los aliados?
–Existe un interés descarado y malintencionado en retratar al PSOE junto a Bildu, cuando en el bloque de investidura concurren al menos media docena de formaciones políticas. Seamos honestos: siempre quisimos que ese mundo transitara hacia vías exclusivamente políticas, que participase del debate democrático. Aunque tienen un trecho ético por recorrer, la izquierda abertzale discute cuestiones socioeconómicas en el Congreso y me niego a admitir que sus votos resultan tóxicos tan sólo cuando son favorables a los proyectos del Gobierno. Me pregunto si cuando votaron junto al PNV y el resto de la derecha en contra de la reforma laboral, y casi la tumban, esos votos no eran igual de reprobables. Es de un cinismo insoportable.
–¿Esta alianza hace mella en el electorado del resto de España?
–El PP agita el espantajo de ETA porque sabe que la resonancia del terrorismo es aún traumática para buena parte de la sociedad, a pesar de que logramos terminar con aquello hace más de 10 años. Pero es un recurso perverso que se le volverá en contra. Lo vimos en el último debate sobre el estado de la nación. Esa táctica denota que Feijóo no tiene un proyecto serio.
Épica de combate
–Dígame su receta para movilizar al electorado progresista.
–Pues mire, a medida que avanza el mandato de este Gobierno, toda su obra va tomando forma y terminará cobrando pleno sentido para el electorado progresista. En las circunstancias más calamitosas hemos sacado el empleo, la economía y los servicios públicos adelante, demostrando que los ajustes y la austeridad no son el camino. Y además estamos sentando las bases de nuestro futuro con reformas laborales, de las pensiones y reindustrializando el tejido económico. Todo esto entraña una épica de combate frente a la adversidad mientras la derecha se dedica a encender cerillas. Y eso movilizará.
–En relación con la Ley de Memoria Democrática, ¿no tiene la impresión de que el Gobierno ha explicado mal la iniciativa? ¿Que se ha vendido como si fuera un 'triunfo' de EH Bildu con el que se reescribe la Transición española?
–El PP ha retorcido el argumento y los objetivos de la ley buscando con brochazos simplificar el mensaje hasta deformar su naturaleza. No hay ninguna reescritura de la Transición sino todo lo contrario, pero lamentablemente el PP no tiene ningún otro argumento político que no sea usar el terrorismo de ETA y el dolor de sus víctimas para distorsionarlo todo.
–¿Ampliar hasta 1983 el periodo de investigación de las posibles vulneraciones de derechos humanos fue una concesión a EH Bildu?
–En absoluto. La ley trata de retomar el estudio que no pudo hacerse en su momento sobre vulneraciones que se produjeron en ese interregno entre la dictadura y la consolidación de la democracia precisamente porque fue una transición y no una ruptura. Y tenemos derecho a hacerlo ahora para restituir a víctimas que luchaban precisamente para que el proceso democrático no descarrilase. Hablo de víctimas como Gladys del Estal o las víctimas del caso Almería. Y le contaré algo: a mi hermano Bixen, que en el 81 era activista estudiantil, lo vino a detener a casa la autoridad competente para trasladarlo después a Madrid y no le interrogaron con té y pastas precisamente. En casa no supimos nada de él durante 10 días, y obviamente todo quedó en nada porque pudo demostrarse el error. Aquellos cuerpos aún tenían pendiente asumir plenamente la cultura democrática de la que habían carecido durante 40 años.
–¿Qué piensa de la situación generada por la decisión judicial sobre la operación de los cuarteles de Loiola tras el recurso de Vox? ¿Al Estado le incomoda que las Fuerzas Armadas dejen San Sebastián?
–Es una operación urbanística como otras muchas que se han llevado en otros cuarteles de la geografía española. En este caso, para favorecer la vivienda pública, y en modo alguno está previsto que el Ejército abandone San Sebastián.
–¿Cree que el nacionalismo va a abrir el debate sobre el derecho a decidir a rebufo de Escocia?
–En ese contexto habrá sectores radicales que lo intentarán, pero más que inquietud me genera curiosidad ver cómo lo gestiona el PNV. La diferencia de Euskadi con Escocia es sideral, porque ellos votarían con el objetivo de volver a la Unión Europea tras el Brexit, y un planteamiento secesionista en Euskadi equivaldría a abandonar la UE.
–¿Euskadi es hoy menos nacionalista que hace diez años?
–Si, lo creo, lo que no es incompatible con tener un parlamento de mayoría nacionalista. La agenda política en el País Vasco, y en esto el PSE-EE ha tenido mucho que ver, ha dejado de perderse en anhelos identitarios para centrarse en las cosas de comer.
La coyuntura
«Quien crea que este Gobierno se va a rendir en estas circunstancias calamitosas es que no conoce a Pedro Sánchez»
–Hay quienes piensan que el fin de ETA no ha supuesto acabar con su proyecto ideológico totalitario. ¿Lo comparte?
–No lo comparto en absoluto. En democracia las ideas se defienden con la palabra y todos los proyectos son admisibles si respetan el pluralismo propio de la sociedades complejas. El proyecto de ETA era totalitario porque eliminaba al discrepante, y eso es ya pasado afortunadamente. Lo que sí pediría a la izquierda abertzale es que no hiera a las víctimas en los espacios públicos festivos, que deben ser espacios democráticos y de solidaridad.
–¿Cómo se explica el auge de un movimiento juvenil comunista en Euskadi?
–Es desconcertante, sobre todo que venga acompañado de ciertos tics violentos. El mundo de la izquierda abertzale siempre ha sido muy hermético y sus debates internos acostumbran a librarse discretamente. Esto es nuevo, y no acierto a ver su recorrido, sinceramente.
La idea de España
«Tener que fajarse con una derecha montaraz a diario ayuda a generar adhesiones en Euskadi a una España moderna»
–Tomó posesión del cargo como delegado del Gobierno apostando por renovar la conexión emocional de España con Euskadi. ¿Objetivo cumplido?
–No es cosa mía... Este Gobierno proyecta una idea de España moderna y progresista que conecta con una amplia mayoría de vascos y vascas, y se ha reforzado mucho. Es una España que respeta y promueve la diversidad, y que representa en Europa la lucha contra la desigualdad y la crisis climática. Y para qué negarlo, tener que fajarse con una derecha montaraz a diario también ayuda a generar adhesiones en Euskadi.
–A pesar de que Andoni Ortuzar a veces le ha llamado 'el delegado publicista'...
–Tengo un enorme respeto por los publicistas, cuentan con una creatividad que yo no denostaría. Ortuzar es periodista y algo sabe de comunicación, de manera que si se refiere a que vendo las acciones del Gobierno, me lo tomo como un cumplido. Es mi trabajo.
El Estado ha destinado a Euskadi 1.053 millones de fondos de la UE
«Todos los augurios son pesimistas y los gobiernos estamos tratando de mentalizar a la sociedad para un otoño duro. Pero vamos a seguir aprobando medidas que amortigüen los impactos energéticos e inflacionistas de la guerra», sostiene Denis Itxaso con una convicción: «El Gobierno va a coger el toro por los cuernos».
En este aspecto, Itxaso corroboró ayer este diagnóstico con la presentación 'Cumpliendo con Euskadi', que ofrece una rendición de cuentas del primer semestre de 2022. Según los datos, el Gobierno de España ha destinado ya 1.053 millones de euros a Euskadi de los fondos europeos del Plan de Recuperación para apoyar la transformación de la economía vasca. De esa cantidad, 660 van destinados a materias de la competencia del Gobierno Vasco y otros 393 para otras ejecutadas por el Estado por medio de convocatorias ministeriales.
Itxaso apuntó que, sumados los fondos europeos más la ayuda para paliar los efectos nocivos de la pandemia y relanzar la economía en el País Vasco, el Estado ha invertido ya 2.700 millones de euros desde abril de 2020. Este esfuerzo inversor, según el representante del Ejecutivo central, ha redundado en las buenas cifras del mercado de trabajo vasco. En su opinión, este éxito se debe, por un lado, al acuerdo que han significado los ERTE y, por otro, al impulso económico general que están dando los Perte, a lo que hay que incorporar, en su opinión, «el esfuerzo interinstitucional que están llevando a cabo las administraciones vascas». Según la última Encuesta de Población Activa, la tasa de paro en Euskadi se sitúa en el 8.75%, una de las más bajas de España. Unas 208.761 personas, según los datos delegado del Gobierno, se han beneficiado de la prórroga de los ERTE.
El delegado del Gobierno en Euskadi puso relieve la transferencia del Ingreso Mínimo Vital, «que reciben ya más de 44.666 vascos», y subrayó que el Gobierno central «está actuando con responsabilidad y empatía» a la hora de ejercitar su compromiso «con las clases trabajadoras». Respecto a la bonificación de 20 céntimos por litro de combustible, que está en vigor hasta el 31 de diciembre de 2022, recordó que afecta a los 254.628 conductores que hay en la Comunidad Autónoma Vasca. También precisó que la ayuda al sector del transporte va dirigida a 8.094 empresas del ramo en el País Vasco.
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