miércoles, 3 de marzo de 2021

03 marzo 2021 (2) El Comercio

03 marzo 2021 


 

La Audiencia Nacional concede el tercer grado a Antonio Toro, condenado por el 11-M

El excuñado del minero José Emilio Suárez Trashorras solo acude a la prisión para dormir tras diecisiete años encarcelado

Cuando faltan apenas unos días para que se conmemore el 17 aniversario de los atentados del 11-M, una decisión judicial devuelve al foco informativo a uno de los asturianos condenado en el juicio contra los autores de la masacre. Instituciones Penitenciarias ha concedido al avilesino Antonio Toro Castro el tercer grado, un beneficio que le permitirá salir de la prisión en la que cumple condena y a la que solo estará obligado a acudir para pernoctar.

Antonio Toro Castro fue condenado a cuatro años de cárcel por su implicación en el suministro de los explosivos empleados por unos radicales yihadistas en la mayor matanza terrorista perpetrada en suelo europeo. La Fiscalía solicitaba para él 23 años de privación de libertad, pero la sentencia de la sala de la Audiencia Nacional encargada de juzgar a los detenidos por el atentado, presidida por el magistrado Javier Gómez Bemúdez, consideró que las aportaciones de los testigos que desfilaron por la vista oral no resolvieron las dudas razonables sobre su intervención, por lo que se le condenó a cuatro años por colaboración en el suministro de la goma-2.

No obstante, Antonio Toro cumplía ya condena por hechos delictivos anteriores y la suma de esas penas es lo que le ha mantenido en prisión casi 17 años. En concreto Toro había sido condenado por la Audiencia Provincial de Asturias a once años y medio de prisión por tráfico de cocaína y hachís y tráfico de explosivos en el marco de la conocida como 'Operación Pipol'. En una sentencia de la sala octava de fecha 31 de enero de 2007.

Esta operación se había desarrollado en Asturias seis años antes, en 2001, cuando una grupo de traficantes, entre ellos varios gallegos, fueron detenidos con una importante cantidad de hachís y cocaína. Entre los sorprendidos, figuraban dos avilesinos, José Emilio Suárez Trashorras y Antonio Toro Castro, a quienes además de droga se les incautaron dieciséis cartuchos de dinamita y 94 detonadores eléctricos industriales sensibles por retardo hallados en una cochera en Avilés. Este material apenas fue tenido en cuenta en las investigaciones posteriores hasta que se les relacionó tres años más tarde con los explosivos suministrados a la célula que atentó en Madrid.

En marzo de 2004, tan solo unos días después del ataque a los trenes en los que fallecieron 191 personas, SuárezTrashorras fue arrestado en Avilés como sospechoso de haber participado en el robo y suministro de los explosivos empleados. Un número de registro llevó hasta él. A partir de ahí se desencadenó una exhaustiva investigación en el Principado que acabó con nueve asturianos imputados en los atentados. Antonio Toro fue uno de ellos por su vínculo familiar con el exminero (estaba casado con su hermana) y por haber participado en algunas reuniones en las que ambos traficaban con distintas mercancías. Se sentó en el banquillo de la Audiencia Nacional a ojos del mundo entero, pues fue un juicio emitido diariamente en directo, imputado por los delitos de asesinato terrorista, colaboración con banda armada, organización o grupo terrorista, asociación ilícita en grado de dirigente y tráfico o suministro de explosivos y estragos, aunque finalmente solo fue condenado por su colaboración en este último punto.

Toro ya ha disfrutado en estos años de permisos de varios días por su buen comportamiento en prisión y ahora Instituciones Penitenciarias le concede el tercer grado en base a esa buena conducta. Su abogado ya había tratado de conseguirle ese beneficio hace tiempo, pero le fue denegado, de hecho la Fiscalía siempre rechazó darle permisos, pero han sido los jueces quienes finalmente accedieron a dejarle salir en varias ocasiones.

Toro se encuentra en un módulo reservado a los reos con voluntad de reinsertarse en la cárcel pontevedresa de A Lama. Está condenado hasta el 30 de marzo de 2022.

 

 

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