Los obispos vascos preparan una pastoral y un encuentro de oración a favor
Munilla dice que deben propiciar «el diálogo y la reconciliación» y hace un llamamiento para recordar a las víctimas
El cese de la violencia de ETA y la esperanza de un futuro en paz que este anuncio ha generado en la sociedad han llevado a la Iglesia vasca a tomar la iniciativa para que el incipiente nuevo tiempo no se frustre. Si el año pasado los obispos vascos centraron su labor pastoral en los problemas generados por la crisis económica, en 2012 dirigirán su mensaje hacia una petición de «diálogo y reconciliación» que pueda desembocar en la tan ansiada paz en Euskadi. Todo ello, tratando de poner en el centro «a los más débiles», las víctimas, con las que parte de la Iglesia vasca reconoce tener «una deuda muy grande».
El obispo de San Sebastián, José Ignacio Munilla, fue quien anunció ayer que prepara junto a sus homólogos de Bilbao y Vitoria, Mario Iceta y Miguel Asurmendi, una carta pastoral centrada en la pacificación y el final de ETA. Adelantó, no obstante, que antes de la publicación de este texto tendrán lugar «algunos gestos inmediatos» como un encuentro por la paz y reconciliación el próximo 25 de febrero.
En una entrevista concedida a Radio Euskadi, Munilla manifestó que «la Iglesia está llamada a ser instrumento de paz en medio de la sociedad y, para ello, propugna el encuentro y el diálogo». Precisó que ese diálogo no puede «orillar a las víctimas, que son la parte más débil». «Si por alguien la Iglesia tiene que tener una opción preferencial es por los más débiles, es por las víctimas del terrorismo», afirmó.
El obispo de San Sebastián abogó por abordar el final de ETA sin marginar a las víctimas y pidió que no se cometan más injusticias con ellas. «Tenemos que tener cuidado de no difuminar el concepto de víctima porque les ofenderíamos si intentásemos convocarlas a encuentros en los que se mezclasen situaciones muy dramáticas, pero diferentes todas», añadió.
«Abordar el fin de ETA marginando a las víctimas sería tanto como afrontar la violencia doméstica sin escuchar el grito de las mujeres maltratadas», dijo Munilla. Por ello, señaló que, desde ese punto de vista, «es normal que la Iglesia llame al diálogo, llame a la reconciliación, pero diciendo: 'No cometamos más injusticias con las víctimas del terrorismo'».
El prelado donostiarra apuntó, del mismo modo, que «es obvio» que existe «una deuda muy grande hacia las víctimas» y que se ha tardado «mucho en reaccionar a nivel social», no sólo por la Iglesia , sino por la sociedad en general.
Cercanía
Desde que fue nombrado obispo de San Sebastián hace poco más de dos años, Munilla se ha tomado en serio su cercanía con las víctimas del terrorismo, que durante años han achacado a la Iglesia vasca que no siempre las ha apoyado públicamente. Este mismo mes, Munilla se ha reunido con colectivos de víctimas y, además de adelantarles la preparación de la pastoral y el encuentro de oración, les ha mostrado su intención de seguir haciendo gestos en memoria de las víctimas, al menos desde la Diócesis donostiarra. Durante la pasada festividad de San Sebastián les volvió tener en su recuerdo. Munilla realizó ese día un claro y contundente alegato a favor de la memoria de las víctimas de ETA durante la homilía que pronunció en la misa mayor celebrada en la Basílica de Santa María.
Los tres obispos vascos mantendrán una reunión antes del 25 de febrero, fecha de la celebración del encuentro a favor de la paz y la reconciliación, para seguir consensuando el texto de la pastoral sobre pacificación que publicarán posteriormente. La elección de este mensaje para 2012 no ha sido exclusiva de los tres prelados, sino que fue decidido por los integrantes de los Consejos de la Iglesia vasca, que reunirá también el día 25 por la mañana a su Consejo Pastoral Diocesano. Este órgano está compuesto por curas, laicos y representantes de todos los organismos diocesanos.
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