29 mayo 2016
Vic,
25 años de un atentado en el corazón de Catalunya
El 'comando Barcelona' de ETA asesinó a 10 personas, entre
ellas cinco menores, en una casa cuartel de la Guardia Civil
La matanza, unida a la de Hipercor, provocó que toda la
sociedad catalana diera la espalda a la banda terrorista
Ha pasado un cuarto de siglo pero el
recuerdo del horror sigue muy fresco. Este domingo se cumplen 25 años del atentado de ETA que acabó en Vic con la vida de 10 personas, cinco de
ellas menores.
Ese 29 de mayo de 1991 el 'comando Barcelona' dejó
una furgoneta con 70 kilos de explosivos y metralla a la entrada
de la casa cuartel de la Guardia Civil de Vic, donde los agentes
vivían con sus familias. A las siete de la tarde los terroristas
deslizaron la furgoneta por la rampa hasta llegar al patio de la casa
cuartel (donde varios niños estaban jugando) antes de hacerla
explotar provocando, además de la decena de muertes, más de 40 heridos.
La imagen del guardia civil José Gálvez Barragán,
con la cara ensangrentada y el cuerpo de una niña herida en brazos, se convirtió
en uno de los símbolos de aquella tragedia. Al día siguiente la Guardia Civil logró
localizar a los autores del atentado en unacasa de Lliçà
d’Amunt. Dos de ellos, Joan Carles Monteagudo –exmiembro
de Terra Lliure– y Juan Félix Erezuma, murieron en un tiroteo mientras
que el tercero, Juan José Zubieta, fue condenado a 1.311 años de
prisión. "ETA ha declarado la guerra a
Catalunya", sentenciaba un comunicado de ERC. Ese atentado, el segundo
con más víctimas en Catalunya después del de Hipercor en 1987, no solo dejó
marcadas a las familias de las víctimas, sino que provocó que toda la
sociedad catalana diera la espalda a la banda terrorista, incluso aquellos
sectores del independentismo que mantenían hasta entonces un discurso algo
ambiguo.
La hermana
de Maria Àngels Ribó se había casado con un guardia civil.
La pareja vivía en la casa cuartel junto a su hija, Anna, de 20
meses. Maria Àngels se enteró del atentado cuando su marido le llamó para darle
la noticia. Puso enseguida la televisión y lo primero que vio fue la lámpara
del piso derruído de su hermana. Su marido llegó poco después al
lugar del atentado y, sin pensárselo, se adentró en el piso de sus cuñados
en la casa cuartel; no pudo hacer nada para salvar a sus
cuñados, pero logró encontrar a su sobrina. "Escuchó llorar al llegar
a casa de mi hermana y es cuando encontró a Anna. Estaba en un armario
debajo de los escombros", relata Maria Àngels. La única alegría en un día
negro.
"Te cambia la vida de golpe. Si hasta entonces creía que había
un Dios, como me habían enseñado, desde entonces pensaba que igual había
algo pero no era tan bueno como me habían contado". Desde entonces Maria
Àngels, su marido y el resto de la familia se encargaron de cuidar de
Anna. Afortunadamente Anna casi no recordaba nada de aquel trágico suceso, pero
tenía pánico atroz a las explosiones. "No se acordaba de nada pero cuando
llegaba la fiesta mayor de Vic, con los petardos, se escondía debajo de la cama
y se ponía a llorar".
Homenajes polémicos
Aunque destaca que "la gente de Vic se volcó
muchísimo" con los familiares y víctimas, como portavoz de los
afectados de Vic pidió varias audiencias con el alcalde que le fueron negadas.
"Los primeros años no me atendieron. ¿Tanto costaba poner una piedra en su
recuerdo?". Hasta el 2009, 18 años después, no se pudo consensuar la colocación de una placa y un acto oficial
de recuerdo. En el 2011, el alcalde y la mayoría de grupos del consistorio no acudieron al homenaje después
de una polémica con la Associació Catalana de Víctimes
d'Organitzacions Terroristes (ACVOT), que acusó a algunos partidos políticos de
"simpatizar más con los verdugos que con las víctimas".
Como señala
Maria Àngels y José Vargas, presidente de la asociación, tras años de
tiranteces han encontrado buena predisposición por parte de la nueva
alcaldesa, Anna Erra. Así, este domingo se realizará un acto en el que
participarán, entre otros, la alcaldesa,
el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz y el 'president'
de la Generalitat ,
Carles Puigdemont. Por mucho que Theodor Adorno dijera que
"escribir poesía después de Auschwitz es un acto de
barbarie", actos simbólicos como el de este domingo sirven para luchar
contra el olvido.
Opinión:
Ante algunas llamadas que me van llegando durante la
mañana, solo aclarar que cesé mi labor en la Acvot en septiembre de 2009, por lo tanto no soy
en absoluto responsable de la “polémica con la Associació Catalana de
Víctimes d'Organitzacions Terroristes (ACVOT), que acusó a algunos partidos
políticos de "simpatizar más con los verdugos que con las
víctimas". Es una pena que haya quien acuse a los demás de los errores
propios pensando que las mentiras nunca se descubrirán. Tiempo al tiempo…
Dicho lo cual, fue un honor estar dialogando, negociando y discutiendo
con el Ajuntament de Vic la colocación de la placa en el lugar del atentado
desde 1993 hasta su presentación en mayo de 2009.
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