17 diciembre 2016
El ex
miembro de los GAL y ahora presunto islamista quería inmolarse en un autobús
El ahora
radical islamista aseguró que el mayor número de muertos le enviaría al paraíso
Un ex miembro de los GAL detenido en segovia por yihadismo
El ex miembro de los GAL Daniel Fernández Aceña estaba
dispuesto a inmolarse en su nueva etapa como radical islamista. Según el auto
de la Audiencia Nacional
que le envió el jueves a prisión, Aceña había expuesto su intención de cometer
un atentado suicida inmolándose en un autobús en alguno de los puntos más
turísticos de Segovia. El detenido
el martes en esa ciudad castellana se encuentra en prisión provisional por
delitos de terrorismo.
«Ha
mostrado ante distintas personas intención de cometer un acto suicida en nombre
de una organización terrorista yihadista, pudiendo inferirse que uno de los
lugares por los que se hubiera interesado para realizar una acción violenta
fuera uno de los numerosos sitios turísticos de la localidad segoviana», dice
el auto dictado por la juez Carmen Lamela.
La
referencia al atentado aparece en una conversación intervenida, en la que habla
de «inmolarse en un autobús en Segovia». «Posteriormente y en una parte muy
significativa de la conversación, [...] intenta hacerle comprender que
inmolarse en un autobús sólo produce más muerte, a lo que Daniel responde que
eso le permitiría su entrada directa al paraíso, y que no quiere morir en la
cama».
Al margen de la posible comisión de un
atentado, la juez resalta que la investigación ha podido determinar que el
detenido «ha venido llevando a cabo una labor enaltecedora del terrorismo
yihadista, tal y como ha podido ser detectada en las diferentes redes sociales
que el mismo administra, tales como Facebook, Twitter o Badoo, y respecto a las cuales posee un uso pericial en
el manejo de nuevas tecnologías informáticas así como plataformas online».
En alguna ocasiones Fernández Aceña había afirmado que estaba
trabajando para una «organización» cuya misión sería crear y alimentar la
propaganda yihadista a través de internet, concretamente desde su domicilio.
En las vigilancias sobre el sospechoso, la Guardia Civil
detectó que mostraba «un retraimiento social, limitando sus relaciones sociales
a personas que comparten su punto de vista radical, siendo escogidas únicamente
las adeptas a su modo de vida salafista».
Los expertos antiterroristas también detectaron en él «indicadores
y perfiles que la doctrina y la casuística policial aportan sobre los
denominados lobos/actores solitarios que podrían incluso ser conocidos como
terroristas individuales». La juez resalta las numerosas conversaciones
telefónicas y comentarios a través de internet en los que muestra su «desprecio
por la vida» y «su disposición a materializar una actividad terrorista».
Fernández Aceña fue condenado a 29 años de cárcel en 1985 por el
asesinato del trabajador ferroviario Jean-Pierre Leiva en Hendaya.
No hay comentarios:
Publicar un comentario