26 diciembre
2016 (24.12.16)
Urkullu busca implicar a Rajoy en su plan
para el fin de ETA
En el próximo encuentro entre el
presidente del Gobierno y el jefe del Ejecutivo vasco, estará sobre la mesa el
plan de paz y convivencia.
El lehendakari
Iñigo Urkullu busca la complicidad del presidente del Gobierno, Mariano Rajoy,
para cerrar definitivamente el capítulo de ETA, pendiente de su desarme y
disolución.
En el próximo
encuentro entre el presidente del Gobierno y el jefe del Ejecutivo vasco, en el
que explorarán las posibilidades que se abren en esta legislatura con un
Gobierno del PP en minoría, estará sobre la mesa el plan de paz y convivencia,
pactado recientemente por PNV y PSE.
La pretensión de
Urkullu es cerrar sin más dilación el capítulo de la disolución de ETA,
pendiente desde que la banda anunció el “cese definitivo” del terrorismo hace
ya cinco años. El lehendakari cree que el largo tiempo transcurrido sin
atentados etarras, la necesidad de los Gobiernos central y vasco de concentrar
todos sus esfuerzos en la amenaza real de hoy, el terrorismo yihadista, y la
propia convivencia en el País Vasco aconsejan dar carpetazo al capítulo etarra
con su disolución.
Urkullu pretende
implicar a Rajoy en el desarme de ETA, introduciendo una novedad que recoge el
plan del Gobierno vasco pactado por el PNV y el PSE: la exigencia previa de que
la banda terrorista exprese su voluntad de disolución y de acometer un desarme
irreversible e incondicional. De ese modo salvaría el obstáculo que ha impedido
la implicación de Rajoy en el desarme. Según ese plan, una vez aceptada por ETA
su voluntad de disolución, los Ejecutivos central y vasco procederían a la
verificación de un calendario de desarme definitivo.
Urkullu, desde que
es lehendakari, ha defendido la necesidad de un “final ordenado” de ETA.
Considera que, así como hace cinco años fue eficaz que la banda reconociera por
escrito su compromiso de cese definitivo del terrorismo, esa es también la
fórmula más eficaz y definitiva para lograr su disolución.
Por el contrario,
el lehendakari cree que la estrategia seguida por Rajoy en estos cinco años
—intentar acabar con ETA mediante el desmantelamiento de todos sus zulos y
detención de sus guardianes— es equivocada pues difícilmente llegará a
desmantelarlos todos. Y, sobre todo, sostiene que es una fórmula arriesgada
porque, mientras ETA no ponga su disolución por escrito, siempre habrá alguien
que pueda actuar o hablar en nombre de la banda.
Acercamiento de
presos
El pacto de
Gobierno PNV-PSE prevé también que el Parlamento Vasco avale el plan de desarme
y disolución de ETA a través de una proposición no de ley. Los cuatro partidos
con más representación parlamentaria —PNV, PSE, Podemos y Bildu, que suman 66
de los 75 escaños— apoyan ese plan. La pretensión del Gobierno vasco es
incorporar al acuerdo al quinto, el PP, para que sea unánime. La desaparición,
tras las últimas elecciones, de UPyD, el partido más beligerante contra el
“final ordenado” de ETA, lo favorece.
Además de instar al
desarme, el acuerdo de Gobierno propone medidas de acercamiento de presos
etarras a cárceles del País Vasco, la adaptación de la política penitenciaria a
una situación sin terrorismo y una memoria crítica sobre el pasado terrorista.
La propuesta sobre los presos etarras —cerca de 400 entre España y Francia—
también tendrá aval parlamentario en el País Vasco y el PNV pretende llevarla
al Congreso de los Diputados. El desarme y disolución de ETA facilitaría que el
Gobierno de Rajoy asumiera el plan, según consideran los nacionalistas vascos.
Además del
acercamiento de presos, que el presidente José María Aznar ya aplicó en la
gestión del proceso de paz de 1998-99, la nueva política penitenciaria
consistiría en la aplicación de la vía Nanclares de reinserción de presos
etarras, pero reconocida a través de un decreto gubernamental: beneficios
penitenciarios unidos al compromiso de rechazo del terrorismo, reconocimiento
del daño causado a las víctimas y su reparación.
Opinión:
Me gustaría que alguien me explicara qué está sucediendo realmente en
toda esta historia del desmantelamiento de la banda terrorista ETA. Si no voy
equivocado, el asunto del acercamiento se realiza desde hace muchos años porque
la legislación recomienda tal medida, así que no entiendo que ese sea un motivo
de conversación a no ser que se quiera aplicar a aquellos terroristas que no
cumplan con los requisitos que recoge esa misma legislación.
Otra cuestión que no me cuadra es que puedan obtener “beneficios penitenciarios unidos al
compromiso de rechazo del terrorismo, reconocimiento del daño causado a las
víctimas y su reparación”. La legislación no reconoce esos beneficios en ningún
caso. Debo recordar que una de las condiciones que puse en junio de 2012 para
acudir a la reunión solicitada por unpo de los autores del atentado en Hipercor
fue, precisamente, que aquel encuentro no le aportara ningún tipo de beneficio,
lo que el Ministerio de Interior me confirmó. Si el terrorista hubiera obtenido
algún beneficio por mi visita otras víctimas, y con toda la razón, podrían
haberme pedido explicaciones por mi decisión.
Por ello, ¿significa
que ahora los que se comprometan al “rechazo del terrorismo, reconocimiento del
daño causado a las víctimas y su reparación” podrán obtener beneficios? ¿Significa que se modificará parte de la legislación?
Siempre he defendido que, pese a no gustarme, la legislación debía cumplirse aunque fuera beneficiosa para los terroristas, especialmente para los que atentaron antes de 1995. Del mismo modo deben cumplirla los terroristas aunque no les guste.
Otra cosa será que ahora se modifique la legislación, de lo cual espero que los responsables tengan el detalle de informar a las partes interesadas.
Otra cosa será que ahora se modifique la legislación, de lo cual espero que los responsables tengan el detalle de informar a las partes interesadas.
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