24
diciembre 2016
El silencio sobre ETA en las
escuelas
El estudio sobre los derechos de las víctimas de ETA elaborado por el
Defensor del Pueblo denuncia una situación grave: la falta de historia, la
falta que a su entender existe en la enseñanza española sobre lo que es ETA y
sus consecuencias.
Asimismo, constata que los jóvenes tienen una enorme carencia de
conocimiento sobre lo que son las víctimas del terrorismo.
En
dicho escrito, Soledad Becerril reclama que esta situación sea subsanada en el
plano de la Educación ,
en un futuro pacto para sacar adelante un modelo educativo. «La educación de
los jóvenes es esencial para el compromiso de lo que el terrorismo significa
por las futuras generaciones. En los manuales de historia analizados no se
explicita la perspectiva ni el pensamiento de las víctimas, así como las
consideraciones filosóficas, antropológicas y éticas sobre el terrorismo de
ETA».
Cuestiona
el tratamiento que se da al terrorismo de ETA en varios libros de Historia de
España de Segundo de Bachillerato y, por ello, pide que esta cuestión se aborde
en el marco del futuro Pacto Nacional por la Educación.
Alerta
de que existe una «ausencia total de algún ejercicio de reflexión sobre las
consecuencias sociales, políticas y personales de los atentados, secuestros o
amenazas», apunta el informe.
Considera
que los jóvenes deben conocer en la escuela lo que ha sido ETA y dar voz a las
víctimas del terrorismo para que les cuenten lo que les supuso la irrupción del
grupo terrorista en sus vidas. «Hay que fomentar el respeto y consideración a
las víctimas de terrorismo» e incluir el rechazo a esta lacra «desde una óptica
filosófica y moral» en el futuro pacto educativo y en los reales decretos por
los que se establece el currículo básico de la ESO y el Bachillerato.
Durante
el análisis de un total de 14 manuales de texto, la institución detectó que un
libro de la editorial Akal contiene un documento de ETA que incluye la
reivindicación de los terroristas del atentado contra el almirante Luis Carrero
Blanco en 1973. Sin embargo, en «ninguno» de los libros examinados «se
encuentra un solo testimonio o una reflexión» de una víctima de terrorismo
«como texto complementario».
También
hace hincapié en que los libros «apenas» reflejan estadísticas concretas de
asesinatos y de atentados terroristas, y tampoco incorporan «imágenes que
reflejen la barbarie del terrorismo».
Pero
el informe no se detiene sólo en la Educación. También
apunta, citando varios informes, que siguen siendo más de 300 los crímenes de
ETA sin resolver por la
Justicia y reclama un esfuerzo al Estado para que las
víctimas conozcan quién acabó con la vida de los suyos. Además, reclama a la Fiscalía General
del Estado, como reclama con perseverancia la asociación Dignidad y Justicia,
que valore la conveniencia «de profundizar en la aplicación del concepto
jurídico del crimen de lesa humanidad al terrorismo de ETA». Insiste de nuevo
en la necesidad de articular un procedimiento para que los desterrados por
causa de ETA del País Vasco y Navarra puedan volver a ejercer su derecho a voto
en las elecciones forales, autonómicas y locales, proyecto que intentó sacar
adelante el Gobierno, sin éxito.
Las víctimas reprenden a profesores de la UPV
El
colectivo de víctimas del terrorismo Covite ha reprochado a los profesores del
departamento de Ciencia Política de la Universidad del País Vasco (UPV/EHU) su apoyo a
los cinco detenidos en la operación policial en Louhossoa (Francia) bajo la
acusación de custodiar armas de ETA, y les ha recordado que aún quedan 300
asesinatos de la banda terrorista «sin resolver». Como adelantó EL MUNDO,
docentes de la universidad pública vasca preparan un comunicado en el que
censuran los arrestos este pasado sábado en Louhossoa.
En
un comunicado, Covite considera un «sinsentido defender que miembros de la
sociedad civil destruyan armas (pruebas) y colaboren con la estrategia
propagandística de la banda terrorista». Covite ha enviado a estos docentes un
correo electrónico en el que se les inform a de que «las armas que están en
poder de ETA pueden servir para resolver algunos de los más de 300 asesinatos
que aún hoy no tienen culpables». A su juicio, «el camino que deben seguir
tiene que concluir en las instalaciones de las Fuerzas de Seguridad, cuyas
investigaciones son las únicas que pueden contribuir a que centenares de
familias tengan acceso a su legítimo derecho a la verdad».
Opinión:
Sobre esta noticia, dos opiniones.
En relación a que no se dé
voz a las víctimas y la nula reflexión sobre los atentados habría que recordar
que, en algunas ocasiones, quines han sido consultados e invitados a explicar sus
vivencias han relatado experiencias que jamás han vivido y que, por tanto, son
mentira. Ello debería llevar a los responsables de la elección del “invitado” a
contrastar debidamente la verosimilitud de algunos discursos. Por no hablar de
que en otras ocasiones la participación se haya traducido en la oportunidad de
promocionar alguna que otra ideología política concreta manifestando las simpatías
por alguna sigla en contraposición a otras de signo contrario. Quizás el
problema es que el discurso de algunos, actualmente, no sea lo creíble que
desearían.
Ya ya
puestos, aprovecho a recordar que hay víctimas que desempeñamos la correcta
labor informativa desde hace muchos años, incluso en aquellos años en los que
(por si alguien lo ha olvidado) la banda terrorista ETA todavía mataba,
secuestraba y extorsionaba. Personalmente puedo hablar de mi primera
participación en una escuela en 1990 y la última en una universidad hace solo
diez días.
Por otra
parte, absolutamente de acuerdo en la reclamación que Covite plantea en el
sentido de que no deben destruirse las armas ante la posibilidad de que sirvan
para aportar pistas por los atentados que, a día de hoy, aún no han sido esclarecidos. El día que sean entregadas deben
ser puestas de inmediato a disposición de los especialistas en la materia.
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