29 diciembre 2019
Los precedentes del
'caso CDR': terroristas que no lo fueron
Un anarquista vegano
estuvo 16 meses en la cárcel por un caldo de col lombarda y tuits como
"Goku vive, la lucha sigue"
Solo quedan en prisión dos de los nueve CDR detenidos en la
'operación Judas'. La Audiencia Nacional concedió el jueves la
libertad bajo fianza a Alexis Codina al
considerar que las sustancias que tenía en su poder "no son en sí
mismas explosivos". El auto judicial le apuntaba como responsable
del Equip de Resposta Tàctica (ERT)
de la "adquisición, fabricación y puesta a prueba del material
explosivo" como Goma2. El caso empieza a recordar a
lo ocurrido en los últimos años con otras mediáticas
operaciones contra supuestos grupos terroristas que han terminado en agua
de borrajas.
"El terrorismo anarquista se ha implantado en nuestro
país", sentenció hace cinco años Ignacio Cosidó, cuando
era director general de la Policía , tras varios
atentados como el de la basílica del Pilar de Zaragoza en el 2013. En
un año se sucedieron tres operaciones -Pandora, Ice y Piñata- tras la sombra
de los Grupos Anarquistas Coordinados (GAC), aunque
todas ellas quedaron en nada. En la operación Pandora, la más conocida y
que tuvo dos fases, se detuvo a una veintena de personas (11 en
diciembre del 2014 y nueve en octubre del 2015). Carmen Lamela, jueza por aquel entonces de
la Audiencia Nacional, cerró la caja de Pandora señalando que,
después de tres años de investigación con pinchazos telefónicos e
"informes de todo tipo", solo se ha podido comprobar que los
investigados se relacionaban con anarquistas.
Acusaciones diluidas
Lamela había sido la instructora de otro caso, la
'operación Ice', contra el grupo anarquista vegano Straight Edge Madrid. Seis jóvenes fueron detenidos en Madrid y
acusados de pertenencia a un grupo terrorista, tenencia de explosivos
y de quemar dos sucursales bancarias en el 2013 y el 2015. El 'caso Ice' se
derritió rápidamente, al ver que el material incautado no era
explosivo, sino caldo de col lombarda y productos
de limpieza, y todo lo que había era una pintada con el nombre del grupo
en una de las sucursales dos semanas antes de que se incendiara. Pese a
ello, Juan Manuel Bustamante, apodado 'Nahuel', estuvo en prisión
un año y cuatro meses por tuits como "Goku vive, la lucha sigue", hasta
que fue absuelto el año pasado de la acusación de apología del terrorismo.
Tras la pista de los GAC y entre las dos entregas de
Pandora, llegó la Piñata. El juez Eloy Velasco decretó
la detención de 15 anarquistas y la prisión para cinco, entre los que señalaba
que estaban los cabecillas de los GAC. Al final también ese caso se
desmoronó y menos de un año después quedaba archivada la causa.
La policía señalaba a los GAC como el brazo armado de
la Federación Anarquista Informal / Frente Revolucionario
Internacional (FAI/FRI). La Audiencia Nacional , en
su fallo contra los condenados de la basílica del Pilar, les absolvió
de pertenencia a organización terrorista porque no consideraba a los GAC como
tales. "Si se considerase a la FAI /FRI-GAC organizaciones
terroristas, serían tan defectuosas, incapaces y objetivamente disfuncionales
que ni siquiera tendrían relevancia penal. Y es que una organización
horizontal no es una organización", sentenciaba el fallo de la Audiencia Nacional.
EBAN y Acció Radical
Catalana
Cabe recordar que, antes de la 'operación Judas', dos
CDR (Adrià y Tamara Carrasco) fueron también
acusados de terrorismo y rebelión en abril del 2018. El primero se escapó
a Bélgica y la segunda estuvo confinada más de un año en Viladecans, hasta que
se levantó esta medida. Después de que la Audiencia Nacional retirara las
acusaciones de terrorismo y rebelión, ahora se les investiga solo por desórdenes públicos.
En el ámbito del independentismo, la 'operación Judas'
tiene dos precedentes: Escamot Barcelona
d’Alliberament Nacional (EBAN) y Acció Radical Catalana. "Son
dos bautizos policiales, nombres que nacen y mueren en comisaría",
sentencia el exdiputado de la CUP David Fernández, que
escribió sobre ambos casos en el libro 'Cròniques del 6', en
referencia al Grupo VI de la Brigada Provincial de Información del
Cuerpo Nacional de Policía.
"Dos policías se hacen pasar por jóvenes de Jarrai -relata Fernàndez sobre Acció Radical Catalana-. Fichan a un joven egarense.
Un día le dicen que esa noche toca actuar solo. Cuando actúa, sus compañeros le
están esperando para detenerle. Sus dos compañeros son ahora policías. Éxito
policial. El único grupo violento desarticulado [desde el fin de Terra Lliure] ha sido Acció Radical Catalana. Y es un grupo
que ha montado la propia Policía. El 6". La Audiencia Nacional
desestimó la acusación de terrorismo rápidamente y los detenidos por incendiar
sedes de ETTs fueron absueltos.
En el 2002 tres jóvenes fueron detenidos en Barcelona,
acusados de pertenecer a EBAN, supuesta organización terrorista a la que se
responsabilizaba de la explosión de una oficina bancaria. El caso fue
finalmente archivado en el 2006 por falta de pruebas después de que 'los tres
de Gràcia' pasaran 1.050 días en prisión. Fernàndez
ve muchos paralelismos entre esos dos precedentes y ERT. "Por los
antecedentes, me da la sensación de que es también otro
relato ficcionado".
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