13 enero 2021
La Audiencia Nacional excarcela al etarra Troitiño por "razones humanitarias"
Condenado a 2.700 años por 22 atentados, el juez le concede el tercer grado por padecer un cáncer en estado avanzado
La Audiencia Nacional ha decretado la excarcelación del histórico etarra Antonio Troitiño Arranz por "razones humanitarias y de dignidad personal". Según los informes médicos, sufre un cáncer en estado avanzado. El tribunal, de acuerdo con la Fiscalía, ha decidido aplicarle el tercer grado en virtud del artículo 104.4 del reglamento penitenciario que se refiere a "los penados enfermos muy graves con padecimientos incurables". Troitiño, de 63 años, acababa de cumplir su condena el próximo noviembre.
Troitiño, 'Antxon', nacido en Palencia, fue condenado a 2.700 años de cárcel por más de una veintena de asesinatos cometidos cuando integraba el sanguinario 'comando Madrid'. A dicho 'talde' se le atribuyen, entre otros, el atentado en la plaza de la República Dominicana de la capital en el que asesinaron a 12 guardias civiles.
Según la sentencia, Troitiño fue el encargado de activar la carga explosiva. Cumplió 24 años de cárcel y n abril de 2011 abandonó la prisión de Huelva por un error administrativo en el cómputo de sus condenas. Cuando días después se ordenó de nuevo su detención, ya había pasado a la clandestinidad. Troitiño huyó a Reino Unido, donde fue finalmente detenido y posteriormente entregado a España.
Ingresó en prisión el 5 de mayo de 2017 tras ser condenado a cinco años y once meses por su reincorporación a la estructura de la banda terrorista mientras se ocultaba de la justicia española. El Ministerio del Interior decidió el pasado octubre trasladarle la cárcel madrileña de Estremera a la de Soria como parte de los acercamientos llevados a cabo por el Gobierno de Pedro Sánchez. Además, le concedió el artículo 100.2 que flexibilizaba su situación penitenciaria.
"Evolución no suficiente" En el auto judicial que fija la excarcelación de Antonio Troitiño, al que ha tenido acceso este periódico, el juez reconoce que la evolución el preso etarra "no ha sido lo suficiente favorable" como para concederle el tercer grado, en lo que al "reconocimiento pleno de "la gravedad de la actividad delictiva y sus consecuencias" se refiere. Subraya, ahora bien, que "la organización terrorista a la que pertenece se encuentra derrotada y ha declarado su final definitivo", lo que "avala" la "no reincidencia".
Pero la decisión del juez se basa a todos efectos en el estado de salud de Troitiño, ya que considera que "su permanencia en la cárcel" podría entrañar "cierto riesgo para su vida e integridad física" y "provocar una evolución desfavorable de la enfermedad". "En cuanto al pronóstico vital no se puede realizar una precisión, pero entendemos que en cualquier caso el tratamiento será paliativo y nunca curativo", recoge el informe médico. En el expediente de libertad condicional se fijarán las "medidas que permitan la confirmación y control de este pronóstico".
Opinión:
Aunque este asesino es el hermano del otro Troitiño, el que intentó asesinarme en Hipercor, no por ello deja de importarme lo que se haga con su triste figura.
Del mismo modo que su hermano Domingo me vaciló en la entrada de la Audiencia Nacional el 24 de junio de 2015 y tuve la sangre fría de no responderle para no enturbiar lo importante (el juicio contra Arróspide Sarasola por un atentado en Barcelona en 1987), me encantaría encontrármelo cara a cara en cualquier lugar de España y decirle que esa legislación y ese país contra el que decía luchar asesinando gente inocente es la misma legislación y el mismo país que le permite estar en la calle por “razones humanitarias”.
Dicho lo cual, si cualquier día de estos ese cáncer que dice padecer acaba con su existencia, como decimos en Catalunya “tal dia fará un any”… y de paso me evitaré enviarle ningún tipo de recuerdo a su madre, Salvadora.
Por cierto, qué pena de nombre para quien parió en un pequeño pueblo de la provincia palentina a dos hermanos que han causado cincuenta muertos. 26 en Madrid y 24 en Catalunya.
Por cierto Domingo, hermano de Antonio… ya sabes dónde encontrarme y continuar la “conversación” iniciada aquel 24 de junio de San Fernando de Henares.
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