15 enero 2021
Por respeto a las victimas
Xabier Gurrutxaga
Hace tres años el homenaje rendido por el Ayuntamiento de Zarautz al concejal del PP José Ignacio Iruretagoyena, asesinado por ETA en 1998, fue para Bildu causa de tensión y evidente dificultad política, pues a última hora la coalición no supo estar a la altura de las exigencias éticas y se descolgó de la declaración consensuada en la Comisión de Paz y Convivencia. El texto tenía un contenido ético importante y resultaba gratificante que la izquierda abertzale, al fin, pudiera respaldar una declaración donde se recogían pronunciamientos como que «nunca debió ocurrir este atentado, ni ningún otro», que «asesinar, herir, amenazar, extorsionar o perseguir a un semejante siempre es una crueldad», y que asesinaron a José Ignacio «por defender sus ideales y trabajar por el interés de todos». La izquierda abertzale no tuvo el coraje de aprovechar ese gran consenso para efectuar la ‘ruptura democrática’ con su pasado. Pudieron más las prohibiciones y tabús internos que la defensa de los derechos humanos.
El pasado sábado el PP vasco llevó a cabo en el cementerio de Zarautz un acto de recuerdo al concejal asesinado, donde Iturgaiz, además de rendir homenaje a José Ignacio, aprovechó el evento para criticar a Sánchez por «pactar con los verdugos, dando prebendas a los que justifican la violencia de ETA». Al día siguiente, Mikel Iruretagoyena, hijo del edil asesinado, criticó con dureza al PP: «Dejad de vivir de las víctimas, ya es hora de que vuestra política se base en algo más que en nuestros muertos. Dejar a mi aita en paz, por favor». A las pocas horas se unió a estas críticas la presidenta de Covite, Consuelo Ordoñez, hermana de Gregorio Ordoñez, igualmente asesinado por ETA, siendo concejal del PP en Donostia: «Por qué será que cada vez somos más las víctimas que nos quejamos de lo mismo», al tiempo que exigía que se les deje «de usar como si fuésemos mercancía política».
Palabras realmente duras, que han impactado en el PP. Iturgaiz no ha podido ignorarlas y reconoció que su partido debe hacer «autocrítica», aunque se ignora cuál es el contenido de la misma, pues el reproche no es por realizar actos de homenaje sino por la utilización de las víctimas en su estrategia de enfrentamiento con el Gobierno. Es obvio que el PP tiene todo el derecho a realizar los actos de recuerdo y homenaje que quiera. Pero también parece evidente que esta formación no ha ofrecido mucha resistencia a esa tentación tan sugerente, por supuestamente rentable, de instrumentalizar la causa de las víctimas pero al mismo tiempo tan indigna.
Lo anterior nos sería de gran ayuda si fuésemos capaces de extraer al menos dos recomendaciones. Una, que la izquierda abertzale efectuase su ruptura democrática con su ‘régimen anterior’ y reconociera a las víctimas en su verdadera dimensión, como se hacía en la declaración de Zarautz. Y la otra, que por parte de todas las formaciones se asumiera el compromiso de sacar a las víctimas de la confrontación política, dejando que sean ellas las que desde su diversidad y pluralidad se expresen por sí mismas.
Opinión:
Alegra leer artículos como el presente en el que se reconoce la utilización política del dolor del colectivo de victimas del terrorismo por parte de cierto partido.
Y me alegra todavía mas cuando se aprecia que va aumentando la relación de victimas que se unen a las denuncias que unas pocas llevamos años lanzando a los cuatro vientos.
Ya era hora.
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