05 octubre 2021
Ojalá el futuro sea como Maixabel
José Luis Úriz Villava-Atarrabia (Navarra)
Ver la película Maixabel despierta sensaciones dormidas. En la historia del terrorismo de ETA ha habido momentos especialmente duros, pero si existe alguno que me afectó de una manera especial fue el asesinato de mi amigo Juan Mari Jáuregui. Por aquel tiempo, en la orilla socialista solo un puñado de valientes nos atrevíamos a apostar por el diálogo; Juan Mari, Ernest Lluch, Dani Arranz, Odón Elorza, Gemma Zabaleta y, especialmente, Enrique Curiel. Hoy nos han sustituido mediadores de la nada, oportunistas en busca de un puesto de trabajo. Recuerdo lo que sucedió ese día. Me llamó otro gran amigo, Dani Arranz; los tres habíamos seguido la misma andadura de tránsito desde el PCE al PSOE. Aquel viaje, la dura conversación de Dani con el entonces ministro del Interior, Mayor Oreja, recordándole que Juan Mari había sido Gobernador Civil de Guipúzcoa y él de Vizcaya y les había dejado en riesgo sin escolta, fue imposible de olvidar. Después, la emoción de encontrarnos con su viuda, Maixabel. La foto de Dani abrazado a su féretro debiera figurar presidiendo muchos despachos. Momento especial fue la situación creada a la llegada a la sede del PSE de Ibarretxe y Josu Jon Imaz y cómo los arropamos en un momento de máxima tensión. He seguido después la valiente trayectoria de Maixabel Lasa, su apuesta para situarse en el terreno de la negociación y el acuerdo. Ahora la expone a través de esa película que emociona, enaltece su valentía y especialmente su generosidad. Sentarse frente al asesino de su marido, dialogar con él, perdonar lo que sería imperdonable, le da una altura ética que quizá genere incomprensión en muchos. Ahí se escucha la voz de Maixabel; el día que se escuche la de los que entonces estuvimos a favor de la reconciliación, se entenderá lo que sucedió. Ahora esas voces permanecemos acalladas por el griterío de los oportunistas. Ojalá nuestro futuro se parezca más a Maixabel.
Opinión:
Tremenda la explicación de José Luis cuando define lo que algunas víctimas llevamos años planteando: esa aparición de los” oportunistas, mediadores de la nada”, esos personajes que ahora aparecen creyéndose los representantes de “las” víctimas, dejando caer que “las” víctimas del terrorismo debemos seguir una única vía y una única razón…
Y aunque me gusta la definición de “oportunistas” yo me atrevería a ampliarla a la definición de “impostores”.
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