13 mayo 2023
Candidatos de Bildu
La presencia en las listas electorales de expresos de ETA con delitos de sangre destila crueldad pese a su 13 mayo 2023 (4) El País (opinión)legalidad
La presencia en las más de 300 listas de Bildu para las elecciones municipales en Euskadi y Navarra de 44 ciudadanos que fueron condenados por colaboración o pertenencia a ETA, entre ellos siete por delitos de sangre, ha provocado un debate inédito, suscitado por Covite, asociación vasca de víctimas del terrorismo, después de un minucioso rastreo de los candidatos abertzales, sobre la conveniencia de fijar unos criterios políticos y éticos mínimos para las listas electorales. Los partidos han eludido pronunciarse sobre la cuestión de fondo que plantea Covite y algunos, particularmente el PP y su presidente, Alberto Núñez Feijóo, han aprovechado su primer mitin de campaña para atacar al PSOE, pese a que los socialistas lamentaran la presencia de exetarras en las listas, por sus acuerdos parlamentarios puntuales con Bildu durante esta legislatura.
La incuestionable legalidad de las listas de Bildu, reconocida por la Junta Electoral, no agota la reflexión sobre su significado. Los 44 exmilitantes o excolaboradores de ETA ya ajustaron sus cuentas ante la ley y tienen reconocidos plenamente sus derechos, incluido el de presentarse como candidato y representar políticamente a los ciudadanos que les voten. El problema se plantea en el terreno ético y político.
Por un lado, su participación electoral es un éxito de la democracia. El hecho de que exmilitantes o exsimpatizantes de ETA accedan a participar hoy en la vida política, tras haberla atacado con las armas durante años, es un reconocimiento, aunque tardío, de la superioridad moral del sistema democrático, amparado en la Constitución. Es, además, lo que los partidos democráticos han venido pidiendo sistemáticamente a ETA y su entorno durante décadas. Sin embargo, la presencia electoral de estos candidatos, especialmente los siete que cumplieron condena por delitos de sangre, provoca dolor a las víctimas, como denuncia Covite, y puede bordear la actitud matonil de quienes obvian el significado de candidaturas con pasado sangriento. Los dirigentes de Bildu tienen que ofrecer una explicación, más aún cuando Arnaldo Otegi en octubre de 2021, con motivo del décimo aniversario del final del terrorismo, se comprometió a aliviar a las víctimas de ETA con el respeto y la memoria. Corroboró su compromiso con la prohibición de la práctica de los ongi etorri, los recibimientos públicos y homenajes a los presos etarras excarcelados.
Opinión:
Efectivamente, “la presencia en las listas electorales de expresos de ETA con delitos de sangre destila crueldad pese a su legalidad”. No hay ninguna duda al respecto. Con la cantidad de militantes que debe tener Bildu ¿no habían otras personas más válidas para aparecer en esos 44 puestos?
A veces se hace difícil seguir defendiendo lo que algunos siempre hemos defendido: que el terrorismo de la banda ETA ya no existe. Y más todavía cuando lo defendemos con el único objetivo de que nadie mas sufra lo mismo que nosotros hemos sufrido y, además, para que nadie tenga jamás el más mínimo “argumento” (reitero el entrecomillado) para empezar de nuevo con sus costumbres asesinas.
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