22 agosto 2012 (2) La Vanguardia (opìnion)

22 agosto 2012 (18.08.12)

Salud y Medicina La Vanguardia

“La hepatitis B y C, responsable de más del 75 por ciento de cáncer hepático”

Según un estudio, un tercio de la población mundial está expuesta a infección por VHB, principalmente en Asia

Los tratamientos de radioterapia y quimioterapia presentan resultados prácticamente nulos en este tipo de tumores

Hace justo un mes se celebró el Día Mundial de la Hepatitits, enfermedad responsable, según la OMS, de gran parte de las 700.000 muertes anuales por cáncer hepático primario. Las patologías relacionadas con el hígado presentan un notable incremento en los últimos años. Una parte de los afectados desarrollarán cirrosis, que presumiblemente dará lugar en algunos casos, y con el tiempo, a cáncer hepático. La mitad de los trasplantes de hígado que se hacen en nuestro país tienen su origen en un fallo del órgano por hepatitis C (VHC). Por otra parte se estima que en España la de tipo B (VHB) afecta a medio millón de personas, y otro millón estaría infectado por el virus de la hepatitis C, la de peor pronóstico. Ambos son responsables de más del 75 % de los casos de cánceres hepáticos primarios, que en su mayoría presentan un desfavorable pronóstico.

Un reciente estudio revela que un tercio de la población mundial está expuesto a infección por hepatitis B. Aunque la mayor parte de los casos se sitúan en Asia, Ashley Brown, del Imperial College Healthcare en Londres, autor del estudio, alerta que “se trata de un problema de todos, puesto que son virus que se mueven alrededor del mundo. De hecho en mi consulta veo muchos pacientes con hepatitis B que han viajado por diversas zonas, sobre todo Europa del Este y Asia”. En España los casos de hepatitis B han disminuido en la población autóctona por la vacunación de niños y adolescentes iniciada hace unas décadas, si bien se han incrementado globalmente por la población inmigrante, especialmente de países asiáticos y del Este, que han llegado a nuestro país en los últimos 15-20 años”.

Tanto en Estados Unidos como en nuestro continente entre el 55% y el 65% de la mortalidad asociada a cáncer hepático se debe al VHC y a los cinco años tan sólo el 10% de los infectados sobreviven. La causa de este porcentaje se debe, según Brown, a la limitación del tratamiento de estos pacientes sobre los que la radioterapia no actúa y la quimioterapia tiene poco resultado efectivo. Según Benjamí Guix, director médico de Fundación IMOR, centro monográfico de tratamientos oncológicos, “la radioterapia no actúa en estos casos de cáncer hepático porque son tumores muy diferenciados y relativamente radioresistentes. Además precisarían dosis muy altas de radiación que serían tóxicas para el resto del hígado. La “quimio” tampoco es la solución ya que son tumores de crecimiento lento y poco sensibles a este tratamiento.” Hasta este momento tampoco se conocen, según Guix, demasiados fármacos que puedan actuar en la curación de estos tumores. Desde hace unos dos años el fármaco Sorafenib ha demostrado su eficacia para alargar la vida de los enfermos de cáncer hepático.

Por su parte, la resección tumoral no siempre es posible y aun así, no se logra eliminar la causa de la cirrosis. “En los casos en los que no se puede extirpar, las probabilidades de insuficiencia hepática son elevadas”, afirma Ashley Brown. El trasplante de hígado es una opción que tiene sus limitaciones en diferentes países tanto por el difícil acceso a la intervención, como por no poder hacer frente a los tratamientos inmunosupresores. “Otros tratamientos percutáneos y transarteriales pueden ser útiles en algunos casos”, afirma el hepatólogo del Clínic Antoni Mas. Según los expertos, es necesario promover la vacunación universal para evitar la infección de VHB. Hace falta implantar pautas preventivas eficaces entre la población. Una causa cada vez más frecuente de infección es la transmisión de VHB por vía sexual, compartir jeringuillas o por el empleo de instrumental no esterilizado para la realización de tatuajes y piercings, una moda pujante desde hace unos años en España y que se realiza especialmente en esta época estival.

Otro aspecto al que hay que prestar atención es la transmisión vertical, ya que el niño cuando adquiere el virus no tiene desarrollado el sistema inmunitario para hacer frente a la infección. La administración de gammaglobulina específica y la vacuna contra el virus B a los recién nacidos interrumpe la transmisión en la mayoría de los casos.

Según Charles Gore, presidente de la Alianza Mundial de la Hepatitis, “cerca del 75% de los infectados por el virus de la hepatitis C están sin diagnosticar, porcentaje que se reduce al 65% para el VHB y al 21% para el VIH. Por eso, es necesario implantar pautas de prevención y diagnóstico precoz.

“Para los tratamientos del virus B existen antivirales orales y sin efectos secundarios que junto al fármaco Interferón, detienen la progresión de la enfermedad. En el caso de los infectados por virus C los porcentajes de curación se sitúan alrededor de un 50% tras la utilización de fármacos como la Ribavirina y el Interferón. Otros compuestos están haciendo su aparición, lo que incrementará notablemente los índices de curación”, revela el hepatólogo Mas.

3’5 veces más frecuentes en hombres

Cada año se diagnostican en España más de 3.000 casos (14 por cada 100.000 hombres y 4 por cada 100.000 mujeres) de tumos hepático. Los principales factores de riesgo están relacionados con la cirrosis, que es una enfermedad irreversible del hígado como resultado de un daño continuado en este órgano, en ocasiones causada por el alcohol o por un virus hepatótropo (B o C), en que el tejido hepático normal se reemplaza por fibrosis hepática. Igualmente otros factores menos frecuentes son la intoxicación alimentaria por una toxina denominada aflatoxina, producida por un hongo que contamina algunos alimentos, exclusiva en países orientales.

Opinión:

Agradezco a la víctima que me ha enviado este documento médico para colgarlo en el blog. Ya que alguien explica públicamente la patología que sufre también es lógico que se conozca las que sufrimos las víctimas. Dicho queda.