08 febrero 2014
El único inmovilismo es el de los terroristas que se niegan a entregar las armas
EL ÚLTIMO comunicado de ETA publicado ayer en el que anuncia que hará «aportaciones significativas al proceso» a la vez que insta a los partidos políticos a hacer lo propio para consolidar el final de la violencia es un suma y sigue en la campaña propagandística que la banda ha concertado con la izquierda abertzale . Se trata de acusar al Gobierno de inmovilista a la vez que los verdugos intentan aparecer como dialogantes y generosos en la búsqueda de «la paz». Ese relato falsario es peligroso, por maniqueo y simple. Muchos nacionalistas no proetarras están dispuestos a creer que hay que hacer un esfuerzo para cerrar definitivamente la página del terrorismo y que los gestos de la banda (básicamente no matar y dejar de poner bombas) deben ser correspondidos con medidas de gracia para los presos. En ésas está el PNV y así lo demostró días atrás Urkullu en sus reuniones con Rajoy y Rubalcaba. Es un error. Lo relevante no es cuándo se certifica el fin del terrorismo, sino cómo; y en ese punto hay que decir que no caben ni el chantaje ni otra victoria moral que no sea la de las víctimas. No se puede perder de vista que al PNV le interesa electoralmente sumarse al intento por extender la idea del inmovilismo del Gobierno, pues ve cómo los abertzales amenaza en las encuestas su primacía. De ahí que haya presentado su inasumible plan para excarcelar a los presos a sabiendas de que iba a ser rechazado. Y de ahí también su participación junto a Bildu en la manifestación del pasado 11 de enero en Bilbao. Esa manifestación es la que ha permitido a ETA mostrarse ahora fuerte y crecida en su comunicado, situación que debería hacer reflexionar al PNV. De cualquier forma, ante los intentos por deformar la realidad, hay que ser rotundos: el único inmovilismo es el de quienes no se arrepienten de sus crímenes y siguen intentado sacar rédito de las armas, como en el pasado.
Opinión:
Lo único que hay que esperar es que sea cual sea el gobierno responsable de acabar con ETA, lo haga cumpliendo la legislación. Ni más ni menos.
Si los terroristas se han acogido a una legislación que les favorecía (léase tema doctrina “Parot”), ahora también tiene que cumplirse la legislación para aquellos que tengan que salir a los 30 años por no tener beneficios penitenciarios. Quien no lo haga así estará pervirtiendo la legislación.
Al fin y al cabo, la diferencia son solo seis años de condena… tampoco es para tanto.
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